Pacers arrollan 108-91 a Thunder y prolongan las Finales de la NBA a un 7mo y decisivo partido
INDIANÁPOLIS, 20 junio. — Con la temporada en juego, los Pacers hicieron lo que han hecho una y otra vez. Desafiaron las probabilidades.
Y las Finales de la NBA se dirigen a un encuentro definitivo.
Obi Toppin anotó 20 puntos, Andrew Nembhard agregó 17 e Indiana forzó a un séptimo partido al arrollar el jueves 108-91 al Thunder de Oklahoma City.
El séptimo duelo, primero en las Finales de la NBA desde 2016, se disputará el domingo por la noche en Oklahoma City.
“Es el partido definitivo”, recalcó el entrenador de los Pacers, Rick Carlisle.
Pascal Siakam contabilizó 16 puntos y 13 rebotes por Indiana, mientras que Tyrese Haliburton —quien jugó a pesar de un tirón en una pantorrilla— anotó 14 unidades. Los Pacers comenzaron lentamente y luego convirtieron el partido en una paliza.
El sexto encuentro fue un microcosmos de la temporada de Indiana en cierto modo. Los Pacers comenzaron la campaña regular con 15 derrotas en 25 compromisos, han logrado cinco remontadas de 15 o más puntos para ganar partidos en estos playoffs, y están a una victoria de un título.
“Sólo queríamos sobrevivir en casa”, dijo Haliburton. “No queríamos ver a estos chicos celebrar un campeonato en nuestro suelo. Con la espalda contra la pared, simplemente respondimos… Fue un esfuerzo total del equipo”.
TJ McConnell, quien fue nuevamente la chispa desde el banquillo, terminó con 12 puntos, nueve rebotes y seis asistencias por Indiana.
Shai Gilgeous-Alexander anotó 21 puntos por el Thunder, que retiró incluso a sus titulares después de quedar 30 puntos abajo al comenzar el cuarto período. Jalen Williams agregó 16 tantos.
“Hay que darle el mérito a Indiana”, dijo el entrenador del Thunder, Mark Daigneault. “Se mereció la victoria. Nos superó durante la mayor parte de los 48 minutos. Salió y atacó”.
Hay buenas noticias para el Thunder: los equipos locales tienen un récord de 15-4 en el encuentro definitivo para otorgar un título. Hay también malas noticias para el Thunder: Cleveland ganó en Golden State en el séptimo partido más reciente de las Finales de la NBA.
Además, una de las otras tres derrotas del equipo local fue en 1978, sufrida por Seattle, la franquicia que se mudó a Oklahoma City tres décadas después.
Indiana falló sus primeros ocho tiros y quedó abajo 10-2. La arena, que rugía apenas unos minutos antes al inicio, se silenció rápidamente.
El miembro del Salón de la Fama Reggie Miller, sentado al borde de la cancha con una camiseta de los Pacers de Jalen Rose, caminaba de un lado a otro, se arrodillaba, generalmente más nervioso de lo que parecía como jugador.
No había qué temer.
Después del lento comienzo, los Pacers superaron al Thunder 68-32 en los siguientes 24 minutos. Un equipo de Indiana que no había tomado una delantera mayor a 10 puntos en ningún momento de los primeros cinco partidos —y esa ventaja de dos dígitos fue breve— se colocó arriba por 28 al inicio del tercer cuarto.
La diferencia eventualmente llegó a 31, que fue el segundo mayor déficit de la temporada para Oklahoma City.
El peor también ocurrió en estos playoffs: un agujero de 45 unidades contra Minnesota en las finales de la Conferencia Oeste. El Thunder regresó para ganar esa serie, obviamente, y ahora necesitará esa capacidad de recuperación una vez más.
“Obviamente, fue una actuación muy pobre de nuestra parte”, dijo Daigneault .
El Thunder, desesperado por una chispa, puso a Alex Caruso en la alineación titular en lugar de Isaiah Hartenstein para abrir la segunda mitad. No hubo chispa. De hecho, no hubo nada en absoluto: ninguno de los equipos anotó en los primeros 3:53 después del medio tiempo, combinándose para fallar sus primeros 13 tiros del tercer cuarto.
Y el resultado nunca estuvo en duda.AP