Canadá quita un impuesto a los servicios digitales y logra una nueva negociación con Trump
El presidente estadounidense y el primer ministro Mark Carney acordaron reanudar las conversaciones comerciales. China alza la voz y lanza una severa advertencia.
OTTAWA, 30 junio 2025. – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el primer ministro canadiense, Mark Carney, acordaron que las partes reanudarán las negociaciones con miras a alcanzar un acuerdo antes del 21 de julio de 2025, según declaró el ministro de Finanzas canadiense, François-Philippe Champagne, Lo dijo al anunciar la derogación del impuesto a los servicios digitales (DST) impuesto a las empresas estadounidenses. «La derogación del DST permitirá que las negociaciones avancen de forma decisiva y reforzará nuestro trabajo para crear empleo y prosperidad para todos los canadienses», afirmó el ministro en un mensaje publicado en las redes sociales.
El viernes por la tarde, Trump dijo que ponía fin a todas las conversaciones comerciales con Canadá, uno de sus mayores socios comerciales, en represalia por el impuesto digital.
También amenazó con imponer una nueva tasa arancelaria en el plazo de una semana.
El secretario de Comercio estadounidense, Howard Lutnick, agradeció este lunes a Canadá por eliminar el impuesto a los servicios digitales que habría frenado la innovación estadounidense y habría sido un factor decisivo en cualquier acuerdo comercial con Estados Unidos.
El DST se promulgó el año pasado y se esperaba que recaudara 5.900 millones de dólares canadienses (4.200 millones de dólares estadounidenses) en cinco años. Si bien la medida no era nueva, los proveedores de servicios estadounidenses se arriesgarían a recibir un pago multimillonario a Canadá antes del 30 de junio, según señaló recientemente la Asociación de la Industria de la Computación y las Comunicaciones.
El impuesto del 3% se aplica a grandes empresas o multinacionales como Alphabet, Amazon y Meta, que prestan servicios digitales a los canadienses. Washington ha solicitado previamente la apertura de negociaciones para la resolución de disputas sobre este asunto.
Canadá se ha librado de algunos de los elevados aranceles que Trump ha impuesto a otros países, pero se enfrenta a un régimen arancelario distinto. Desde su regreso a la Casa Blanca en enero, Trump también ha impuesto elevados aranceles de importación al acero, el aluminio y los automóviles.
Canadá es el mayor proveedor de acero y aluminio de Estados Unidos. Para el país anglofrancés, lo que está en juego en esas negociaciones es enorme. Aproximadamente tres cuartas partes de sus exportaciones se destinan a Estados Unidos, incluida la gran mayoría de su petróleo y muchos otros productos básicos, así como la mayor parte de los automóviles y camiones que produce.
Pero Estados Unidos también tiene algo en juego: Canadá es el mayor comprador de productos estadounidenses. El año pasado, el país de Trump exportó alrededor de 440.000 millones de dólares en bienes y servicios a su vecino del norte e importó por 477.000 millones, según datos de Washington.
En tanto, en otro segmento de la guerra comercial, China instó hoy a Canadá a corregir los errores relacionados con el cierre, por motivos de seguridad nacional, de las operaciones de Hikvision, una empresa tecnológica china especializada en cámaras de video y sistemas de vigilancia complejos.
Pekín, según un comunicado del Ministerio de Comercio, tomará todas las medidas necesarias para proteger los derechos e intereses legítimos de las empresas chinas, e instó a Ottawa a proporcionar un entorno empresarial abierto, justo y no discriminatorio. (ANSA-AFP).