Economía República Dominicana sigue en modo de ralentización

Ramón Núñez Ramírez

Si bien el Banco Central destacó en su último comunicado que el crecimiento interanual en mayo del Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) había sido de 3.1%, mayor al de abril (1.7%), la realidad es que si se observan en detalle los números y los comportamientos de ciertos sectores debemos concluir que la economía se encuentra en fase de desaceleración e incluso las propias fuentes oficiales han disminuido el estimado de crecimiento a 3.5%.

En mayo de 2025 el crecimiento interanual fue de 3.1%, pero el anualizado en mayo de 2024 fue de 4.7%, en cuanto al crecimiento acumulado fue de 2.6% en enero-mayo de 2025, mientras el acumulado en ese mismo periodo el año pasado fue de 5.3%.

El Banco Central y otros voceros oficiales atribuyen este comportamiento a las incertidumbres globales por los cambios en las política fiscal, regulatoria, comercial y migratoria de nuestro principal socio comercial, situaciones prevalecientes en los mercados financieros con una liquidez restrictiva, altas tasas de interés y a eso se suma la escalada del conflicto entre Israel e Irán.

Es cierto que la incertidumbre internacional ha ralentizado las inversiones y en RD se refleja en el comportamiento de las zonas francas y el turismo, pero también políticas internas han contribuido a esta desaceleración.

En mayo el sector turismo tuvo un crecimiento de 2.6% y en mayo 2024 de 9.2%; en el periodo enero-abril, último dato del BC, el número de visitantes ha crecido apenas 1%, mientras, los turistas de EE. UU. y Canadá han disminuido en 4.8% y 4.5%, respectivamente; el número no es negativo gracias a que los visitantes de Sudamérica, especialmente los argentinos, compensaron la caída de estos mercados, incluyendo la UE.

En cuanto a las zonas francas, en mayo de 2024 estaban creciendo a una tasa de 5.8% y a mayo de este año apenas 0.5%.

En términos locales el crédito de los bancos al sector privado, una de las palancas de la demanda agregada, en enero-junio creció 2.5%, mucho menor a la inflación cuando históricamente el crédito crece por encima del producto nominal. Parecería que lo hogares y empresas no están demandando préstamos por las altas tasas activas de interés o los bancos ante el aumento de la morosidad y las provisiones son más cautelosas.

Obviamente el bajo nivel de gasto de capital, que no demanda que abundemos porque he presentado cifras en artículos anteriores, no contribuye a estimular la economía y a falta de ella el Banco Central desde 2023 al presente ha variado su postura de política monetaria de expansiva a restrictiva y luego expansiva y en los ciclos expansivos no ha logrado reducir las tasas de interés, al contrario suben.

Solamente un cambio de postura de la Reserva Federal, reduciendo su tasa de política, daría más grado de libertad al Banco Central para estimular la economía con mayores esteroides, pero en el mejor de los casos esto genera un crecimiento artificial y distorsiones en la asignación del crédito beneficiando ciertos grupos con tasas subsidiadas.

En los informes del Articulo IV del FMI se insistía en la necesidad de “colchones fiscales” para estar mejor preparados para los choques externos, varios gobiernos desoyeron esas recomendaciones que apuntaban a reformas estructurales y hoy la economía dominicana está a merced de los eventos globales sin posibilidades internas de aminorar su impacto.

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