República Dominicana plantea visa temporal para trabajadores extranjeros sin derecho a residencia
Santo Domingo, 8 julio. – En medio del debate nacional sobre el impacto de la crisis haitiana, el Consejo Económico y Social (CES) explora una propuesta que busca regularizar de forma temporal la mano de obra extranjera en sectores clave como la agricultura y la construcción, sin que esto implique derechos de residencia o nacionalidad para los beneficiarios.
La propuesta, aún en fase de discusión, contempla la creación de un sistema de permisos laborales temporales, orientado a trabajadores extranjeros indocumentados, principalmente haitianos. Este sistema estaría sustentado en contratos formales, tecnología biométrica para la identificación y un control estatal riguroso.
El documento base que guía las conversaciones en el CES establece un plan piloto de entre 12 y 18 meses, que incluiría un empadronamiento masivo en dos sectores productivos con alta demanda de mano de obra extranjera. La identificación se realizaría mediante huellas dactilares y reconocimiento facial, con equipos portátiles para inspecciones en terreno y una base de datos centralizada gestionada por inteligencia artificial.
“El objetivo es establecer un modelo laboral legal y justo, promoviendo la incorporación de trabajadores dominicanos y garantizando condiciones dignas para los extranjeros contratados”, indica el texto.
Este nuevo sistema sería ejecutado en coordinación con el Ministerio de Trabajo y la Dirección General de Migración (DGM). Se contempla la instalación de centros de registro temporales en zonas con alta concentración de trabajadores extranjeros.
Uno de los elementos clave del plan es que cada trabajador registrado obtendría una identificación temporal, válida únicamente para trabajar en un sector específico y con un empleador determinado. La duración del permiso estaría sujeta al tiempo estipulado en el contrato, con una vigencia inicial de entre seis y doce meses.
La renovación del permiso dependería del cumplimiento de varios requisitos, incluyendo la existencia de un nuevo contrato aprobado por el Ministerio de Trabajo, la persistencia de la necesidad de mano de obra en el sector correspondiente y el cumplimiento de las leyes migratorias y laborales del país. Además, se establecería un límite en el número de renovaciones para evitar que el permiso derive en una residencia permanente.
El proyecto también plantea que el empleador sea responsable del registro y actualización de la información de sus trabajadores extranjeros, y prevé sanciones severas –incluyendo multas y la prohibición de contratar– en caso de incumplimiento.
A diferencia de los visados tradicionales, este permiso no otorgaría derechos de residencia ni abriría camino hacia la ciudadanía dominicana. La propuesta se inspira en modelos como los visados temporales H-2A y H-2B utilizados en Estados Unidos.
La estrategia incluiría una campaña masiva de información en español y criollo haitiano para explicar el funcionamiento del nuevo sistema, sus beneficios y las consecuencias legales para quienes no se acojan a la regularización.
Uno de los desafíos clave identificados es la colaboración con las autoridades haitianas, especialmente en lo relativo a la identificación de ciudadanos y su eventual retorno. La propuesta reconoce la debilidad del registro civil en Haití, pero subraya la necesidad de cooperación internacional para asegurar la viabilidad del plan.
Este mecanismo es uno de los seis temas prioritarios que comenzaron a discutirse en la primera sesión de trabajo del CES, en el contexto de una crisis migratoria que continúa tensando las capacidades del Estado dominicano.