Venezuela libera a 10 reos estadounidenses a cambio de venezolanos deportados por EEUU a El Salvador
CARACAS, 18 julio. — Venezuela liberó el viernes a 10 estadounidenses encarcelados a cambio de recibir a decenas de migrantes que Estados Unidos deportó a El Salvador hace meses bajo la represión hacia los migrantes por parte del gobierno del presidente Donald Trump, informaron autoridades.
El complejo acuerdo de tres países representa un logro diplomático para el presidente venezolano Nicolás Maduro, ayuda a Trump en su objetivo de llevar a casa a estadounidenses encarcelados en el extranjero, y le otorga al presidente salvadoreño Nayib Bukele un intercambio que propuso meses atrás.
“Cada estadounidense detenido injustamente en Venezuela ahora está libre y de regreso en nuestra patria”, expresó el secretario de Estado Marco Rubio en un comunicado, en el que también agradeció a Bukele, un aliado de Trump.
Bukele indicó que su país había entregado a todos los venezolanos que tenía bajo custodia. Maduro describió el viernes como un “día de bendiciones y buenas noticias para Venezuela” durante su discurso ante un grupo de productores agrícolas.
“Hoy es el día perfecto para Venezuela… Hoy ha sido un día esplendoroso”, manifestó.
Venezolanos salen de megaprisión en El Salvador
Un punto central en el trato son los más de 250 migrantes venezolanos liberados por El Salvador, que en marzo llegó a un acuerdo para recibir 6 millones de dólares del gobierno de Trump con el fin de retenerlos en una notoria prisión salvadoreña.
Ese acuerdo provocó una reacción inmediata cuando Trump invocó una ley de tiempos de guerra del siglo XVIII, la Ley de Enemigos Extranjeros, para expulsar rápidamente del país a hombres que su gobierno había acusado de pertenecer a la violenta pandilla Tren de Aragua, lo que preparó el terreno para un enfrentamiento jurídico que llegó hasta la Corte Suprema de Estados Unidos. El gobierno no proporcionó evidencia para respaldar esas afirmaciones.
Los venezolanos han estado detenidos en una megaprisión llamada Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), que fue construida para albergar a presuntos pandilleros en la guerra de Bukele contra las pandillas del país. Grupos defensores de los derechos humanos han documentado cientos de muertes y casos de tortura dentro de sus muros.
Los abogados tienen poco acceso a los detenidos en la prisión, que está fuertemente custodiada, y la información ha sido estrictamente controlada, salvo por videos de propaganda estatal que muestran a hombres tatuados hacinados tras las rejas.
Fotos y videos publicados por el gobierno de El Salvador el viernes mostraron a venezolanos esposados sentados en una flotilla de autobuses y abordando aviones rodeados de agentes con equipo antidisturbios. Un hombre miró hacia arriba y señaló hacia el cielo cuando subía a un avión, mientras que otro hizo un gesto obsceno hacia la policía.
En abril, en un intercambio acalorado de cartas diplomáticas con Venezuela, Bukele propuso intercambiar a los venezolanos por el mismo número de lo que llamó “prisioneros políticos” detenidos por Maduro. Esto provocó una dura respuesta de las autoridades venezolanas, que calificaron sus comentarios de “cínicos” y calificaron a Bukele de “neofascista”.
Las familias dicen que los estadounidenses liberados son inocentes
La oficina del Departamento de Estado responsable de negociar la liberación de los detenidos estadounidenses publicó una foto el viernes por la noche de los prisioneros recién liberados sonriendo para la cámara dentro de un avión que los traía a casa, algunos de ellos sosteniendo una bandera estadounidense desplegada.
Entre los liberados se encontraba Lucas Hunter, de 37 años, cuya familia dice que fue secuestrado en enero por guardias fronterizos venezolanos mientras él vacacionaba en Colombia.
“Estamos ansiosos por verlo en persona y ayudarlo a recuperarse de la terrible experiencia”, dijo su hermana menor Sophie Hunter.
Las autoridades venezolanas detuvieron a casi una docena de estadounidenses en el segundo semestre de 2024 y los vincularon a presuntos complots para desestabilizar el país.
“Durante casi un año hemos rezado por este día. Mi hermano es un hombre inocente que fue utilizado como peón político por el régimen de Maduro”, sostuvo en un comunicado Christian Casteneda, cuyo hermano Wilbert, integrante de la fuerza especial SEAL de la Armada, fue arrestado en su habitación de hotel en Caracas el año pasado.
Global Reach, una organización sin fines de lucro que había abogado por su liberación y la de varios otros estadounidenses, indicó que en un principio las autoridades venezolanas lo acusaron falsamente de estar involucrado en un golpe de Estado, pero se retractaron de esa afirmación.
El intercambio entre tres países le da impulso a Maduro
La liberación de los venezolanos es una victoria invaluable para Maduro, en un momento en que imprime fuerza a su intento de fortalecerse en la presidencia a pesar de pruebas creíbles de que perdió la reelección el año pasado.
Acusado dede hace tiempo de cometer violaciones a los derechos humanos, Maduro utilizó durante meses la detención de venezolanos en El Salvador para cambiar la narrativa sobre el gobierno de Estados Unidos, obligando incluso a algunos de sus más fuertes opositores políticos a coincidir con su condena sobre el trato a los migrantes.
El regreso de los migrantes le permitirá a Maduro reafirmar el apoyo que recibe de su menguante base, al tiempo que demuestra que, incluso si el gobierno de Trump y otras naciones lo consideran un presidente ilegítimo, él se mantiene firmemente en el poder.
Hace sólo una semana, el Departamento de Estado estadounidense reiteró su política de rechazar a funcionarios del gobierno de Maduro y reconocer sólo como gobierno legítimo del país a la Asamblea Nacional, elegida en 2015. Firmado por Rubio, el cable establecía que los funcionarios estadounidenses son libres de reunirse y conversar con los miembros de la Asamblea Nacional, “pero no pueden interactuar con representantes del régimen de Maduro a menos que reciban autorización del Departamento de Estado”.
La represión de Maduro contra los disidentes genera arrestos
Los estadounidenses estaban entre docenas de personas, incluidos activistas, miembros de la oposición y líderes sindicales, que el gobierno de Venezuela arrestó en su brutal campaña para reprimir la disidencia en los 11 meses desde que Maduro dijo haber sido reelegido.
Además de Estados Unidos, varias otras naciones occidentales no reconocen el alegato de Maduro de que triunfó. En lugar de ello, hacen notar el hecho de que las actas de votación recopiladas por la coalición opositora muestran que su candidato, Edmundo González, ganó las elecciones de julio de 2024 por un margen superior a 2 a 1.
La disputa sobre los resultados provocó protestas inmediatas, y el gobierno de Venezuela respondió deteniendo a más de 2.000 personas, en su mayoría hombres jóvenes pobres. González huyó al exilio en España para evitar ser arrestado.
Más de 7,7 millones de venezolanos han emigrado desde 2013, cuando su economía dependiente del petróleo se vino abajo y Maduro se convirtió en presidente. La mayoría se estableció en América Latina y el Caribe, pero después de la pandemia de COVID-19 muchos consideraron que Estados Unidos era su mejor oportunidad para mejorar sus condiciones de vida.
Washington y Caracas han alcanzado acuerdos para otras liberaciones
A pesar de que Estados Unidos no reconoce a Maduro, los dos gobiernos han llevado a cabo otros intercambios recientes.
En mayo, Venezuela liberó a un veterano de la Fuerza Aérea estadounidense luego de aproximadamente seis meses de detención. La familia de Scott St. Clair ha dicho que el especialista en idiomas, quien participó en cuatro misiones en Afganistán, había viajado a Sudamérica con el fin de buscar tratamiento para el trastorno de estrés postraumático.
Tres meses antes, otros seis estadounidenses que el gobierno de Estados Unidos consideraba detenidos injustamente en Venezuela fueron liberados después de que Richard Grenell, enviado de Trump para misiones especiales, se reuniera con Maduro en el palacio presidencial.
Durante la reunión en Caracas, Grenell instó a Maduro a aceptar a los migrantes deportados que han cometido delitos en Estados Unidos. Desde entonces cientos de venezolanos han sido deportados a su país de origen, incluidas 251 personas —entre ellas siete niños— que llegaron el viernes.
El gobierno de Maduro había acusado al gobierno de Trump de “secuestrar” a los niños al colocarlos en hogares de acogida después de que sus padres fueran deportados. AP