El controvertido semestre turístico

Por Juan Llado

Hace poco, al inaugurar un nuevo hotel en Miches, nuestro ministro de Turismo dijo que estábamos registrando el mejor año turístico. Luego, al concluir el primer semestre de este año, sentenció que en ese lapso habíamos recibido el más grande volumen de visitantes de toda la historia. La hipérbole oficial, sin embargo, ha sido atemperada por algunos analistas que han señalado la “desaceleración” o “caída” que ha sufrido el flujo de turistas en el periodo, mientras también han advertido que otros destinos cercanos crecieron más. El diferendo requiere enjuiciar cuidadosamente el reciente desempeño turístico para decantar una mejor perspectiva.

Debemos deslindar primero los turistas de los cruceristas, las categorías estadísticas apropiadas, y reportar las últimas cifras. Los turistas son los extranjeros y dominicanos no residentes que llegan por vía aérea, quienes en 2024 tuvieron una estadía promedio de 8 días y un gasto promedio diario de US$167. Los cruceristas visitan el puerto de atraque por menos de seis horas y, de la mitad que desembarcan, el gasto promedio es apenas unos US$80 (en la temporada (2023-2024). Como en el semestre llegaron 4,514,093 turistas y 1,630,915 cruceristas, eso arroja ingresos de US$6,030,828 de los primeros y solo US$130,473,200 de los segundos (aunque esta última cifra podría ser menor porque no todos los que desembarcan gastan).

El controvertido semestre turístico

El ministro reportó que en el semestre llegaron 1,630,915 visitantes (ver gráfico). Pero respecto al primer semestre del 2024 el volumen de los turistas creció solo un 0.87%, mientras el crecimiento de los cruceristas fue de 9.8%. Ha sido el pírrico crecimiento de los primeros lo que hace difícil aceptar el entusiasmo oficial. Fue también que en el semestre decrecieron los tres principales mercados emisores de turistas hacia nuestro destino (EEU -5.9%, Canadá -5.2% y Europa -4%).

“El resultado no fue negativo porque los turistas de América del Sur aumentaron de 594,821 a 740,117 en enero-junio de 2025, para un incremento de 145,289 (24.4%) y de estos los argentinos aportaron un aumento de 112,402, equivalente a un crecimiento de 85.5%. Los turistas argentinos compensaron la pérdida de los canadienses y norteamericanos.” Hacía años que el flujo suramericano venia creciendo sostenidamente. Además, “la llegada de extranjeros se redujo 0.03%, pero los criollos no residentes crecieron 6.1%.” Los suramericanos y dominicanos ausentes fueron quienes nivelaron el flujo.

Ahora bien, se sabía de antemano que la tasa de crecimiento del flujo de turistas iba a disminuir en este año. Ya se había advertido que la oleada de crecimiento de ese flujo que se experimentó a partir del 2022 iba a decaer porque en los tres años subsiguientes se iba a desinflar la “demanda contenida” por viajar que produjo la pandemia. No debe causar sorpresa, por tanto, que el crecimiento del flujo de turistas de este primer semestre fuera de menos de 1%. Tampoco que la disminución se sintiera más con relación a los principales mercados emisores /EEUU, Canadá y Europa) y que el crecimiento fuera más robusto desde America del Sur. Lo sucedido entonces no implica un descalabro del flujo de turistas y mucho menos del de visitantes.

ASONAHORES ha respaldado tal juicio citando la tasa de ocupación hotelera promedio de enero-mayo:  80%, frente al 82% logrado para el 2024.  Si a eso se añade el estimado informal de que los alojamientos de corta estadía también registraron un promedio de un 37%, la conclusión obligada es que nuestro primer semestre registró un robusto desempeño. Para los próximos tres años ASONAHORES proyecta la construcción de más de 9,000 habitaciones y resaltó “las nuevas rutas que conectan al país con un número creciente de destinos internacionales. En materia de inversión extranjera directa (IED) en 2024, en el sector turístico, se superaron los mil millones de dólares el año anterior, cerca del 50% del total de IED recibida en el país.”

Detrás de todo esto surge la interrogante sobre el rol de la promoción internacional en la atracción del flujo turístico hacia nuestro país. Como el ministro ha priorizado la promoción por sobre el mejoramiento del producto turístico, vale preguntarse: ¿en qué medida es el actual ministro de Turismo responsable del nivel saludable del sector actualmente?

Ya se constató más arriba que el alto crecimiento del flujo de los últimos tres años (2022-2024) se debe atribuir a la satisfacción de la “demanda contenida” que produjo la pandemia. También se ha señalado anteriormente que, en consecuencia, la promoción del MITUR en el exterior ha sido innecesaria. Durante esos años el MITUR ha celebrado 87 roadshows promocionales –y solo en America del Sur celebró 4 eventos de ese tipo en el 2024 (Buenos Aires, Sao Paulo, Santiago, Bogotá) Algún impacto positivo estos consiguieron, pero de ahí a que fueran responsables del crecimiento citado hay un gran trecho. No ha existido nunca un plan de evaluación de la promoción internacional del MITUR a pesar de que el BID lo ha propuesto anteriormente.

En términos del panorama global del turismo para el 2025 y mas allá, ONU Turismo reporta que su Grupo de Expertos en Turismo “pone de relieve factores económicos, y señala que el crecimiento económico más débil, los elevados costos de los viajes y el aumento de los aranceles son los tres principales retos que podrían tener un impacto en el turismo internacional en 2025.” Sin embargo, el Barómetro Turistico de ONU Turismo reporta que durante los tres primeros meses del año las llegadas internacionales crecieron un promedio de 5% interanual y que las perspectivas son de que sigan creciendo entre un 3 y un 5%. La region de las Americas fue la que menos creció (2%, frente al 12% en Asia y el Pacifico).

Si bien las hiperbólicas declaraciones del ministro no desglosan adecuadamente lo sucedido en el primer semestre de este año, lo cierto es que todo parece indicar que tendremos un año turístico muy saludable. Con las altas tasas de ocupación hotelera que hemos logrado en los últimos años y los problemas de nuestros grandes competidores regionales (Cancún y Cuba), también puede afirmarse que las perspectivas para el mediano plazo nos colocan en una posición ventajosa. A pesar de la incertidumbre mundial desatada por las medidas arancelarias de EEUU y las tensiones geopolíticas, no se otean circunstancias que pudieran significar un retroceso del flujo de visitantes. Y eso debe satisfacer al ministro, no habiendo necesidad de apelar a los cruceristas para abultar las cifras totales.

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