Moody’s mejora calificación crediticia de República Dominicana a Ba2, destacando estabilidad política y fortaleza macroeconómica
Santo Domingo, 1 de agosto de 2025 – La agencia internacional Moody’s Ratings anunció este viernes una mejora en la calificación crediticia de la República Dominicana, elevando su nota de “Ba3” a “Ba2” con perspectiva estable, en lo que representa el primer aumento desde el año 2017.
La decisión responde al sostenido crecimiento económico del país, su relativa estabilidad política y avances institucionales percibidos en los últimos años, aunque advierte que la permanencia de esta mejoría dependerá de una consolidación fiscal más profunda y de la reducción de la exposición a deuda en moneda extranjera.
De acuerdo con el informe emitido por Moody’s, la economía dominicana ha demostrado un crecimiento promedio del 5 % anual durante los últimos 15 años, impulsado por una estructura productiva diversificada y una gestión macroeconómica calificada como “estable”. La agencia valoró positivamente las reformas implementadas tras la pandemia de COVID-19, así como el fortalecimiento institucional, atribuido en parte a una sociedad civil activa y al fortalecimiento de la capacidad de respuesta del Estado.
Moody’s también resaltó la “elevada estabilidad política” del país, especialmente al compararla con otras economías de calificación Ba, lo que ha permitido atraer de manera constante altos niveles de inversión extranjera directa.
Esta confianza internacional ha contribuido a mantener las reservas de divisas en niveles históricamente altos, reduciendo la vulnerabilidad externa del país ante posibles eventos financieros adversos.
Reconocimiento a avances institucionales, pero con advertencias fiscales
En el ámbito institucional, la calificadora subrayó mejoras en la administración pública, evidenciadas en una mayor capacidad de planificación fiscal, un manejo prudente de la deuda pública y una cohesión política y social que contrasta con los altos niveles de polarización registrados en varios países de la región.
Sin embargo, Moody’s también dejó claro que, a pesar de estos avances, la República Dominicana enfrenta importantes desafíos estructurales. Entre ellos, citó la persistencia de una posición fiscal débil en relación con sus pares regionales, una base tributaria limitada y una significativa exposición del endeudamiento en moneda extranjera.
Según la agencia, estas condiciones hacen vulnerable al país ante cambios en el entorno financiero global, especialmente en lo que respecta a la asequibilidad de su deuda.
El informe proyecta que el déficit fiscal del Gobierno general se ubique en torno al 3.2 % del producto interno bruto (PIB) en 2025, con una ligera mejora hacia un 3.0 % en los años siguientes.
Esta tendencia permitiría estabilizar la carga de la deuda pública alrededor del 48 % del PIB en los próximos dos años. No obstante, Moody’s advierte que la recaudación gubernamental, actualmente en torno al 16 % del PIB, se encuentra entre las más bajas dentro del grupo de países con calificación Ba, cuya mediana se sitúa en 28 %.
Altos pagos por intereses y dependencia de deuda en moneda extranjera
Otro factor de preocupación identificado por Moody’s es el elevado peso de los pagos de intereses en el presupuesto nacional. Solo en el año 2024, estos representaron aproximadamente el 21 % de los ingresos totales del Gobierno, mientras que cerca del 66 % de la deuda está denominada en moneda extranjera, lo que expone al país a fluctuaciones del tipo de cambio y a condiciones financieras externas.
De cara al futuro, la agencia estima que las autoridades dominicanas continuarán priorizando la emisión de deuda en moneda local y aplicando medidas administrativas orientadas a fortalecer la recaudación y reducir la evasión fiscal.
No obstante, considera que, sin una reforma tributaria integral que incremente de forma estructural los ingresos del Estado, la asequibilidad de la deuda seguirá siendo “significativamente más débil” que la de sus pares, limitando así nuevas mejoras en la calificación crediticia a corto y mediano plazo.
Condiciones para una mejora futura y riesgos latentes
Moody’s dejó claro que cualquier futura mejora en la nota dependerá de que el país logre aumentar su capacidad de pago de deuda, reducir la exposición a moneda extranjera y elevar sustancialmente sus ingresos públicos a través de reformas fiscales de mayor profundidad.
En ese escenario, la posición fiscal se fortalecería, mejorando el perfil crediticio soberano de la República Dominicana.
Sin embargo, la calificadora también identificó varios factores que podrían provocar una revisión a la baja de la calificación. Entre ellos figuran un crecimiento económico inferior al esperado de manera sostenida, un deterioro en las perspectivas macroeconómicas, o un abandono de los planes de consolidación fiscal por parte de las autoridades.
Asimismo, alertó sobre la posibilidad de que un debilitamiento de las cuentas externas, ya sea por un aumento persistente del déficit en cuenta corriente o una caída prolongada en las reservas internacionales, presione negativamente el perfil crediticio del país.
En ese sentido, destacó la necesidad de mantener una política económica coherente, con énfasis en la disciplina fiscal y en la gestión del riesgo cambiario.