¿Por qué EE. UU. ofrece una recompensa de 5 millones de dólares por un líder de una banda haitiana?
Se ha ofrecido una importante recompensa por ayudar a detener a Jimmy Cherizier, líder de una banda conocido como ‘Barbecue’. Los expertos dudan de que sirva de algo.
Un hombre de pie con un fusil de asalto y un chaleco militar.
Por Frances Robles
The New York Times
Esta semana, el gobierno de Estados Unidos anunció una recompensa de 5 millones de dólares por información que conduzca a la detención o condena de Jimmy Cherizier, el líder de una banda haitiana que también es conocido como “Barbecue”.
La nueva recompensa se ofreció el martes, el mismo día en que una acusación penal presentada ante un tribunal federal de Washington acusaba a Cherizier de conspirar para eludir las sanciones económicas estadounidenses. Las sanciones pretenden impedir que reciba dinero o apoyo de Estados Unidos.
Las medidas pretendían ser una escalada importante en la cruzada del gobierno de Donald Trump contra las organizaciones terroristas extranjeras designadas oficialmente, como la que lidera Cherizier. Pero a medida que aumentan los asesinatos, la pobreza y los desplazamientos en Haití, ¿servirá de algo el caso contra “Barbecue”?
¿Quién es ‘Barbecue’?
Cherizier, de 48 años, es el hombre más buscado de Haití. Expolicía, es la figura más visible de “Viv Ansanm”, una coalición de grupos armados que causan estragos en el país.
Ha dicho a los periodistas que su apodo no se debe —como sugiere el mito urbano— a que asaba a sus víctimas, sino a que, de niño, su madre tenía un quiosco de pollo frito. Líder durante mucho tiempo de los grupos armados que operan en el barrio de Delmas 6 de Puerto Príncipe, la capital, pasó a dirigir una alianza de bandas haitianas conocida como “Familia G9 y Aliados” y, posteriormente, “Viv Ansanm”, un grupo más amplio que se formó más recientemente para atacar a las instituciones del Estado.
En noviembre de 2018, mientras prestaba servicio como agente de la Policía Nacional de Haití, Cherizier planeó y participó en un ataque contra civiles en un barrio de Puerto Príncipe conocido como La Saline, según organizaciones de derechos humanos, la Policía de Haití y la ONU.
Al menos 71 personas murieron, más de 400 casas quedaron destruidas y al menos siete mujeres fueron violadas por bandas armadas. Cherizier fue despedido tras 14 años como agente de policía y se emitió una orden de detención, pero aún no ha sido capturado, aunque a menudo concede entrevistas a los medios de comunicación.

En las entrevistas, Cherizier ha negado las acusaciones y se ha presentado como un revolucionario que quiere derrocar a los oligarcas corruptos. Ha reconocido que las bandas han cometido atrocidades en su supuesto intento de acabar con un sistema corrupto, pero ha hecho un llamado al diálogo para poner fin a la crisis.
En una entrevista, dijo que tenía algo en común con el presidente Trump.
“Durante su campaña, dijo: ‘Tenemos que drenar el pantano’”, declaró Cherizier a SBS Australia. “Es lo mismo que quiero hacer en Haití”.
¿Qué están haciendo las bandas?
Las bandas lograron derrocar al gobierno el año pasado, tras unirse para atacar comisarías, hospitales y barrios, pero no está claro cuál es su objetivo final.
Los grupos delictivos bloquean las carreteras y cobran peaje por pasar, lo que dificulta los desplazamientos de los habitantes de Puerto Príncipe. Secuestran regularmente a personas para pedir rescate y han incendiado innumerables viviendas. Desde noviembre, el principal aeropuerto está cerrado a los vuelos internacionales porque las pandillas les disparan a los aviones que pasan.
La ONU calcula que 1,3 millones de personas se han visto obligadas a huir de sus hogares, y en el primer semestre del año han muerto más de 3100 personas.
¿La acusación federal cambiará algo?
“Hay una buena razón para que haya una recompensa de 5 millones de dólares por información que conduzca a la detención de Cherizier”, dijo en un comunicado Jeanine Pirro, fiscal federal del distrito de Columbia. “Es el jefe de una banda responsable de atroces abusos contra los derechos humanos, incluida la violencia contra ciudadanos estadounidenses en Haití”.
Sin embargo, la mayoría de los expertos que analizan la situación de Haití dijeron que la acusación estadounidense era en gran medida “performativa”, dado el tiempo que ha eludido la captura mientras cometía abusos contra los derechos humanos. Hay grandes recompensas por otros líderes de bandas que no han dado ningún resultado.
“Esto es muy poco y llega muy tarde”, dijo Alexandra Filippova, abogada del Instituto para la Justicia y la Democracia en Haití.
Otros señalaron que la acusación de 20 páginas contra Cherizier documentaba sumas sorprendentemente bajas de dinero que se le canalizaban.
El auto de procesamiento acusa a un camionero haitiano-estadounidense prácticamente desconocido en Carolina del Norte, Bazile Richardson, de enviar dinero a Cherizier a través de terceros. Una transferencia fue de 25 dólares para recargar su plan telefónico, y otra fue de solo 50 dólares.
La decena de transferencias señaladas por los fiscales suman menos de 40.000 dólares, nada suficientes para pagar armas y municiones.
Las transferencias eran ilegales, porque en 2020 el gobierno estadounidense sancionó a Cherizier en virtud de la Ley de Poderes Económicos para Emergencias Internacionales, que prohíbe enviarle dinero.

Richardson, quien fue detenido en Texas en julio, se ha declarado no culpable, según consta en los registros judiciales. Un defensor público federal adjunto que lo representa no respondió a una solicitud de comentarios.
Si Estados Unidos quiere capturar a personas como Cherizier, podría hacer mucho más que ofrecer otra recompensa, dijo Gédéon Jean, activista de derechos humanos en Haití. Estados Unidos podría proporcionar recursos materiales, técnicos y tecnológicos a la policía nacional, y unirse a las autoridades locales para organizar operaciones especiales, dijo.
“De ese modo, podrían capturar fácilmente a Barbecue y a otros líderes de la banda”, dijo. “De lo contrario, solo será una recompensa más”.
En un video publicado tras su acusación penal, Cherizier dijo que los cargos contra su coacusado eran falsos. “Si el FBI me quiere, aquí estoy”, dijo. “Estoy dispuesto a colaborar con ellos con una condición: no se pueden decir mentiras”.
Frances Robles es una reportera del Times que cubre América Latina y el Caribe. Lleva más de 25 años informando sobre la región.
The New York Times