Rusia echa un jarro de agua fría a las garantías de seguridad colectivas para Ucrania
Moscú, 20 agosto.- Rusia echó hoy un jarro de agua fría a las esperanzas europeas al rechazar cualquier garantía de seguridad colectiva para Ucrania que no incluya los intereses de Rusia, es decir, la neutralidad del país vecino y su renuncia a las armas nucleares.
«No podemos aceptar que ahora se proponga resolver los asuntos de la seguridad colectiva sin Rusia. No saldrá bien», dijo Serguéi Lavrov, ministro de Exteriores ruso, en una rueda de prensa.
Moscú recuerda que el reconocimiento ruso de la propia independencia de Ucrania de la Unión Soviética depende de que no ingrese en ningún bloque militar y mantenga su estatus de país no nuclear.
No obstante, olvida que Kiev renunció en 1994 a su arsenal estratégico a cambio de garantías de seguridad colectivas contempladas en el Memorándum de Budapest que Moscú violó en 2022.
Sin Rusia, no hay seguridad ucraniana que valga
En respuesta a una pregunta sobre garantías para Kiev en forma de despliegue de tropas europeas y aviones estadounidenses, el jefe de la diplomacia rusa replicó este miércoles que Moscú no se excede a la hora de exponer su intereses legítimos y que los defenderá «con firmeza y rigor».
«Estoy seguro de que Occidente, y sobre todo Estados Unidos, entiende perfectamente que debatir seriamente cuestiones de seguridad sin Rusia es una utopía, un camino a ninguna parte», insistió.
Lavrov recordó que en abril de 2022 la propia Ucrania propuso a Rusia un acuerdo de paz que incluía la renuncia a la OTAN, es decir, la neutralidad, y a las armas nucleares.
Entonces, explicó, Moscú se mostró dispuesto a firmar un documento sobre garantías que incluyera a todos los miembros permanentes del Consejo de Seguridad y también a otros países como Alemania o Turquía.
«La propuesta ucraniana significaba que estas garantías serían iguales. La seguridad de todas las partes interesadas, incluidos los vecinos de Ucrania, se garantizaría de forma igual e indivisible. Y la parte rusa apoyó en aquel momento ese enfoque», afirmó.
Europa como problema
Lavrov volvió a meter cizaña entre ambos lados del Atlántico al criticar a los líderes europeos, que debaten ahora la posibilidad de desplegar tropas en territorio ucraniano para evitar futuras invasiones.
«Por el momento sólo vemos una muy agresiva escalada de la situación, intentos torpes y poco éticos de modificar la postura de la Administración de Trump y personalmente del presidente de EE.UU.», dijo.
Subrayó que durante la cumbre del lunes en la Casa Blanca «no escuchamos ninguna idea constructiva de la boca de los europeos».
A su vez, calificó de «política de confrontación» la propuesta de un alto el fuego sin que los países occidentales suspendan los suministros de armas a Kiev, y se mostró convencido de que Washington no apoyará tal posibilidad.
El presidente ruso, Vladímir Putin, dio esperanzas a los europeos al asegurar el viernes pasado tras la cumbre con su colega de Estados Unidos, Donald Trump, en Alaska que estaba dispuesto a estudiar la concesión de garantías de seguridad a Kiev.
No obstante, horas antes de la reunión de Trump el lunes con los europeos y el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en la Casa Blanca, Moscú rechazó cualquier emplazamiento de fuerzas de los países de la OTAN.
«Confirmamos nuestro categórico rechazo a cualquier guión que prevea la presencia de un contingente militar de la OTAN en Ucrania, lo cual implica una escalada incontrolable del conflicto con consecuencias impredecibles», afirmó María Zajárova, portavoz de Exteriores, en un comunicado.
Una cumbre, al final del camino
En cuanto a una futura cumbre bilateral o trilateral -Trump dijo haber comenzado a organizar una reunión entre Putin y Zelenski-, Lavrov volvió a insistir hoy en que Moscú no rechaza ningún formato, pero pide más tiempo.
Eso sí, siempre y cuando, matizó, que dichas reuniones no sean aprovechadas por los europeos «para involucrar a EE.UU. en su agresiva y belicosa campaña para mantener y reforzar a Ucrania como instrumento de contención de Rusia».
Dichas reuniones no deben conducir a un «empeoramiento de la situación, sino que efectivamente deben poner punto y final» al conflicto, subrayó.
El ministro negó también que Moscú no quiera abordar los aspectos políticos más complejos del conflicto y recordó que es Kiev quien aún no ha respondido a la propuesta de crear tres grupos de trabajo sobre asuntos políticos, militares y humanitarios planteada durante la tercera ronda de negociaciones celebrada en julio en Estambul.
Y recordó que fue Putin quien propuso a Trump elevar el nivel de la representación en futuras rondas negociadoras entre Moscú y Kiev, lo que probablemente significará que será Lavrov quien encabece la delegación rusa.
«Esa idea fue recibida positivamente por Trump (…) Eso sería un importante paso para tratar asuntos clave que hay que solucionar para un arreglo sólido», señaló.EFE