“Venezuela no se rinde”: Maduro presume alianza con China en plena confrontación con EE.UU.

CARACAS, 23 agosto. – En una jornada marcada por la tensión diplomática y militar entre Venezuela y Estados Unidos, el presidente Nicolás Maduro utilizó un evento educativo para enviar un mensaje geopolítico al mundo: su país no está solo.

El mandatario no solo denunció el despliegue militar estadounidense en el Caribe como una amenaza a la soberanía nacional, sino que aprovechó la tribuna para destacar su cercanía con China y presumir un teléfono celular Huawei que, según dijo, le fue regalado personalmente por el presidente Xi Jinping y a través del cual se comunica con él por vía satelital.

“Este me lo regaló el presidente Xi Jinping, de China… yo me comunico por satélite con él”, declaró Maduro entre aplausos y risas del público asistente al cierre del Primer Congreso Pedagógico de Maestras y Maestros Bolivarianos.

Lo que parecía una anécdota liviana se transformó en una señal política deliberada: en medio de una escalada con Washington, Caracas opta por reforzar públicamente su alianza con Pekín.

El presidente venezolano aprovechó la ocasión para recordar que “ningún imperio va a tocar suelo sagrado de Venezuela”, en referencia al despliegue militar estadounidense anunciado recientemente.

La narrativa de resistencia frente a potencias extranjeras y la reafirmación de alianzas estratégicas con China ocupan hoy el centro de la política exterior del gobierno venezolano.


Respuesta militar de Maduro ante maniobras de EE.UU.

La reacción del mandatario se produce tras la decisión de Estados Unidos de movilizar un contingente naval al Caribe y América Latina, con el supuesto objetivo de intensificar las operaciones antidrogas.

Según informó CNN, el despliegue incluye un submarino nuclear de ataque, aviones de reconocimiento P8 Poseidon, destructores y un crucero lanzamisiles. Estas maniobras fueron interpretadas por el gobierno venezolano como una amenaza directa.

Como contrapartida, Maduro anunció el despliegue de 4,5 millones de milicianos en todo el territorio nacional y acusó a Washington de querer provocar una confrontación. “Que el mundo lo sepa, que lo sepan los imperios: Venezuela hoy más que nunca tiene con qué. Por eso estamos en paz y vamos a seguir en paz”, declaró. Añadió que su país no será una víctima fácil y comparó la situación con la historia bíblica de David y Goliat.


El gesto del celular: símbolo de soberanía tecnológica y respaldo internacional

En medio de ese clima tenso, el presidente interrumpió su intervención para mostrar públicamente un celular Huawei plegable. “Uno quiere aprender algo, busca un tutorial. Quiero aprender a manejar esta cámara… o este nuevo teléfono Huawei, que es el más avanzado del mundo… Este me lo regaló el presidente Xi Jinping”, expresó con tono distendido.

El teléfono —identificado por medios internacionales como un Huawei Mate X6 plegable— simboliza mucho más que una curiosidad tecnológica. Se convierte en la expresión física de una relación bilateral que, para Maduro, representa una alternativa frente a la presión occidental.


Reunión diplomática y declaraciones conjuntas

Más allá del gesto anecdótico, Maduro sostuvo esta semana una reunión con el embajador chino en Venezuela, Lan Hu, con quien discutió avances en cooperación económica, científica y tecnológica.

En redes sociales, el mandatario expresó su satisfacción: “Me alegra el avance de este año 2025 en nuestra cooperación mutua con la hermana China, especialmente en economía, ciencia, tecnología y proyectos de inteligencia artificial”.

El propio embajador Lan Hu, nombrado en mayo de 2023, ha reiterado en varias ocasiones el compromiso de Pekín con el desarrollo conjunto y ha criticado abiertamente las “medidas coercitivas unilaterales” de Washington.

Durante las campañas presidenciales venezolanas de 2024, China respaldó públicamente la legitimidad de las elecciones, a pesar del rechazo de la oposición y buena parte de la comunidad internacional.

A su vez, Mao Ning, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, reafirmó en rueda de prensa que Pekín se opone “al uso o la amenaza del uso de la fuerza en las relaciones internacionales y a la injerencia de fuerzas externas en los asuntos internos de Venezuela bajo cualquier pretexto”.


Relaciones económicas y comerciales estratégicas

Desde el punto de vista económico, China es uno de los principales socios comerciales de Venezuela. Según el Observatorio de Complejidad Económica (OEC), el país asiático exporta a Venezuela productos por un valor de aproximadamente US$ 3.450 millones, mientras que importa unos US$ 739 millones.

Esto representa un superávit de más de US$ 2.700 millones a favor de China. En comparación, Estados Unidos mantiene una balanza comercial favorable a Venezuela por más de US$ 1.300 millones, pese a las sanciones.

Expertos consultados por CNN explican que el respaldo chino ha permitido a Venezuela evitar un colapso económico aún mayor. José Antonio Hernández Macías, doctor en Estudios Latinoamericanos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señaló que “el apoyo de China ha sido esencial para mantener un mínimo de estabilidad”.

Además, Reuters informó recientemente que una empresa privada china ha comenzado la explotación de dos yacimientos petrolíferos venezolanos y proyecta invertir más de US$ 1.000 millones en un contrato de producción compartida a 20 años. Se espera que para finales de 2026 se produzcan 60.000 barriles diarios de crudo.


El Esequibo y los intereses energéticos en la región

El analista Hernández Macías también recordó que China tiene interés directo en los recursos petroleros del Esequibo, una zona en disputa entre Venezuela y Guyana. Allí no solo operan empresas estadounidenses, sino también compañías chinas. Por eso, Pekín mantiene una posición de respaldo diplomático hacia Venezuela, aunque con cautela.

“Más allá de defender al Gobierno venezolano, lo que le interesa a China es que existan las condiciones para tener acceso a los recursos energéticos de toda esta zona”, explicó el investigador del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe (CIALC) de la UNAM.


¿Respaldo estratégico o diplomacia retórica?

Aunque el apoyo chino parece firme, algunos expertos advierten que podría ser limitado. Gabriel Pastor, del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (CERES), con sede en Uruguay, considera que el respaldo de Pekín es más simbólico que concreto.

“La postura de China es la esperada, pero no implica una intervención directa. Es un comunicado políticamente correcto que no cambia nada sustancial para Venezuela”, explicó Pastor en entrevista con CNN. También subrayó que Rusia, otro aliado tradicional de Caracas, ha guardado silencio frente al reciente despliegue militar estadounidense.

“Hoy Maduro está absolutamente aislado. Rusia no ha dicho nada; China ha sacado un comunicado diplomáticamente correcto, pero no ha anunciado ninguna acción”, añadió el analista.


La narrativa del gobierno venezolano frente a las presiones externas

Desde la perspectiva del oficialismo, la narrativa es clara: Venezuela resiste la agresión imperialista, defiende su soberanía y encuentra respaldo en aliados no occidentales. El gesto del celular Huawei, el despliegue de milicianos, las reuniones con diplomáticos chinos y los mensajes de respaldo internacional forman parte de una estrategia comunicacional coherente.

El gobierno insiste en que las recientes elecciones presidenciales fueron legítimas, a pesar de las denuncias de fraude por parte de la oposición y la falta de publicación de resultados detallados.

Las acusaciones de narcotráfico contra Maduro —reiteradas por el gobierno de Trump desde 2020— son rechazadas categóricamente por Caracas, que las considera parte de una campaña de desestabilización.

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