Washington logra respaldo unánime en la OEA para crear una Fuerza Internacional contra pandillas en Haití

Washington, Estados Unidos – 10 de septiembre de 2025. Tras semanas de complejas y discretas negociaciones diplomáticas, Estados Unidos consiguió el respaldo de todos los países miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) para la creación de una «Fuerza de Supresión de Pandillas» en Haití, una iniciativa que busca desarticular las bandas criminales que controlan gran parte del territorio de esta nación caribeña.

La propuesta, impulsada conjuntamente por la Casa Blanca y Panamá, fue presentada ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU), aunque su aprobación definitiva dependerá de que ni China ni Rusia ejerzan su derecho a veto.

Diplomacia intensa y silenciosa

Detrás del consenso alcanzado en la OEA hubo una ardua tarea diplomática liderada por Estados Unidos, que logró sortear la resistencia inicial de Brasil y el cabildeo de sectores vinculados a Cuba.

La estrategia incluyó la participación activa del secretario general de la OEA, Albert Ramdin, y del embajador argentino Carlos Cherniak, quien actuó en coordinación directa con su Cancillería.

En el bloque opositor se alinearon países como Brasil, México, Colombia, Bolivia, Chile, Honduras, Uruguay y varias naciones caribeñas cercanas políticamente al régimen cubano encabezado por Miguel Díaz-Canel.

Estos gobiernos, encabezados por figuras como Luiz Inácio Lula da Silva, Claudia Sheinbaum y Gustavo Petro, inicialmente rechazaban la iniciativa presentada durante la administración de Donald Trump, argumentando que su redacción era incompatible con sus principios ideológicos.

Para destrabar la situación, Ramdin y Cherniak impulsaron modificaciones clave en el lenguaje del documento, mientras el representante interino de Estados Unidos, Lee Lipton, se encargaba de tejer acuerdos con los aliados tradicionales de Washington en el hemisferio.

El esfuerzo conjunto logró una hazaña diplomática que hasta ahora no se había conseguido ni siquiera en torno a la situación en Venezuela: unir a toda la región en torno a una causa común relacionada con Haití.

Ejes del proyecto aprobado por la OEA

El texto respaldado por unanimidad en la OEA reconoce el rol central de las Naciones Unidas en la promoción de la paz y la seguridad internacional, y alerta sobre la amenaza que representan las pandillas armadas en Haití para la estabilidad regional. Entre los principales puntos del documento se destacan:

  • Apoyo a la creación de una Oficina de Apoyo de la ONU para Haití (UNSOH), que facilitaría la transición de la actual Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MSS) hacia una fuerza más robusta, enfocada en establecer condiciones de seguridad que permitan restablecer el Estado de derecho.
  • Compromiso con una solución integral, que vaya más allá de la seguridad y aborde las causas estructurales de la violencia, como la corrupción, la pobreza, la debilidad institucional y la desigualdad social.
  • Defensa del liderazgo haitiano en el proceso de reconstrucción institucional, con énfasis en la apropiación nacional de los procesos políticos y sociales.
  • Prioridad al desarrollo humano, incluyendo asistencia humanitaria, desarrollo económico, derechos humanos y protección de los grupos más vulnerables.
  • Coordinación estrecha entre OEA, CARICOM y ONU, para garantizar la legitimidad y eficacia de la intervención internacional.

El desafío ante el Consejo de Seguridad de la ONU

La iniciativa, que contempla el despliegue de una fuerza de 5.500 efectivos con capacidad de arresto y armamento letal para combatir a las bandas criminales, incluye también la creación de una oficina operativa de la ONU en Puerto Príncipe, un componente considerado clave para evitar la burocracia y la distancia que han beneficiado a los grupos delictivos.

Sin embargo, la aprobación en el Consejo de Seguridad de la ONU sigue en vilo. Estados Unidos necesita que ni China ni Rusia ejerzan su veto. Ambas potencias han mostrado reservas: Pekín por la política comercial estadounidense hacia sus exportaciones, y Moscú por la expectativa de nuevas sanciones debido a la invasión de Ucrania.

Si la votación se realizara hoy, es probable que la propuesta fuese rechazada por Beijing y Moscú. Por eso, el principal objetivo de la administración Trump en estos momentos es lograr que ambas naciones se abstengan de votar, permitiendo así que la resolución avance.

En este marco, las Naciones Unidas se han convertido esta semana en el centro de una delicada negociación geopolítica. La crisis haitiana, por su gravedad, ha logrado unir posiciones históricamente distantes dentro de América Latina, aunque ahora el verdadero reto está en el plano global.

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