Familia denuncia ejecución extrajudicial en operativo policial que dejó cinco muertos en La Barranquita, Santiago
Por La Redacción
Santiago, R.D, 11 sept. – La tarde del miércoles se tiñó de sangre en el sector La Barranquita, al suroeste de Santiago, cuando un presunto operativo antidrogas ejecutado por miembros de la Policía Nacional terminó con la muerte de cinco personas, entre ellas un joven barbero que, según su familia, nada tenía que ver con el narcotráfico.
José Vladimir Valerio Estévez, de 25 años, fue una de las víctimas mortales del tiroteo ocurrido alrededor de las 2:30 de la tarde en la avenida Olímpica, frente a una plaza comercial que alberga locales y apartamentos.
Sus familiares aseguran que el joven apenas comenzaba su jornada laboral, cuando fue sorprendido por los agentes policiales que, sin previo aviso, abrieron fuego contra los presentes.
“Vino a trabajar, estaba abriendo su barbería, se asustó y salió corriendo”, narró entre lágrimas una pariente cercana. Testigos y familiares denuncian que el joven imploró por su vida antes de ser alcanzado por las balas.
La versión de la familia
De acuerdo con la esposa del barbero, Valerio Estévez no portaba armas ni tenía vínculos con actividades delictivas. “A Vladimir le pusieron un arma, ¿por qué no le pusieron una tijera, una máquina de pelar? Él apenas estaba subiendo la puerta de su barbería cuando llegaron a tiros. También mataron al cliente que iba a pelarse”, lamentó.
Según denuncias de los familiares, tras el tiroteo, los agentes de la Dirección Central de Investigación Criminal (DICRIM) habrían saqueado el local comercial. “Se llevaron el dinero, las máquinas de cortar cabello, los discos duros de las cámaras de seguridad y hasta un vehículo que estaba parqueado al frente, todo sin orden de un fiscal”, señalaron.
Añaden que a una señora que grababa lo sucedido le fue arrebatado el teléfono móvil por los agentes. “Lo que pasó no se va a quedar así”, advirtió uno de los familiares, asegurando que disponen de grabaciones que contradicen la versión oficial de los hechos.
La versión oficial

Por su parte, la Policía Nacional sostiene que los fallecidos eran miembros de una organización criminal dedicada al narcotráfico, el sicariato, tráfico de armas, secuestros y cobros compulsivos de deudas por drogas.
Según explicó Diego Pesqueira, vocero de la institución, el tiroteo fue producto de un intercambio de disparos entre los agentes y los supuestos delincuentes, quienes se desplazaban en un vehículo Kia blanco al momento de ser interceptados.
Entre los abatidos figuran Elvis Antonio Jiménez Rodríguez (26 años), Julio Alberto Gómez (28), Edward Bernardo Peña Rodríguez (35), Carlos Enrique Guzmán Navarro (40) y el joven barbero José Vladimir Valerio Estévez (25), este último cuya vinculación con la presunta banda ha sido refutada tajantemente por sus familiares.
Pesqueira informó que uno de los objetivos principales del operativo, Ronny Abel Sánchez Morillo, alias “Mudita”, logró escapar en una jeepeta Mazda blanca sin placa y es activamente buscado por las autoridades. Contra él pesa una orden de arresto por el homicidio de Rafael Nicolás Puello Santos, alias “Bulilo”, en el sector Hato Mayor, también en Santiago.
Armas y vehículos incautados
Durante el operativo, la Policía reportó el decomiso de cinco armas de fuego, entre ellas un fusil AR-15 calibre 5.56 mm, una ametralladora Uzi 9 mm, una pistola Glock, otra marca Carandai sin numeración visible y un revólver Taurus. Además, se ocuparon tres vehículos: un Kia K5 blanco, una Mazda blanca y un Honda Civic gris, este último con una balanza de precisión en su interior.
Las autoridades también informaron que durante el enfrentamiento resultó gravemente herido el cabo policial Yohandy Encarnación, quien recibe atenciones médicas en un centro hospitalario de Santiago.
Investigación en curso
Los cuerpos de los fallecidos fueron trasladados al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) para los fines correspondientes. Mientras tanto, organizaciones de derechos humanos y la sociedad civil comienzan a manifestar preocupación ante lo que algunos consideran un nuevo caso de presunto abuso de poder y ejecución extrajudicial.
Hasta el momento, no se ha informado si existe una investigación independiente en curso ni si el Ministerio Público participó del operativo, como exigen los protocolos legales para este tipo de intervenciones.
Familiares de Valerio Estévez claman por justicia y exigen que se aclare públicamente el rol del joven barbero en el hecho. “No vamos a descansar hasta que se sepa la verdad. Vladimir no era delincuente. Solo quería trabajar”, concluyó su esposa.