Senasa

Richard Medina

El Seguro Nacional de Salud (SENASA) sigue en el centro de la agenda pública. SENASA es una Administradora de Riesgos de Salud (ARS). Como tal, cobra un monto mensual (cápita) por cada afiliado que tenga y le da cobertura de servicios de salud y medicinas a esos afiliados. En ese sentido, debe “administrar riesgos” al gestionar los servicios de salud que necesiten sus afiliados, garantizándoles la mejor calidad y al menor costo posible.

Con el ingreso que tiene SENASA por el pago de la cápita mensual, debe cubrir los costos de servicios de salud de sus afiliados y sus propios costos operativos (nómina y otros costos administrativos). Dichos recursos pueden provenir de los aportes de trabajadores y empleadores (contributivo) o de pagos del Gobierno (subsidiado).

Cuando el dinero que ingresa SENASA no es suficiente para cubrir sus gastos de salud y costos operativos, entonces tiene un déficit. Los resultados de 2024, todavía pendientes de auditar, indican un déficit de RD$5,191 millones. Sin embargo, la cifra parece que será mucho más alta, en especial para el régimen subsidiado.

Prueba de lo anterior es que recientemente el Consejo Nacional de la Seguridad Social (CNSS) aprobó una transferencia de RD$6,000 millones desde IDOPPRIL hacia SENASA. No queda clara la razón: La Ley No. 87-01 establece que el garante del financiamiento del régimen subsidiado es el Estado dominicano, por lo que el Gobierno debe consignar en el Presupuesto Nacional las partidas para solventar el déficit y no obtenerlo de unos fondos que tienen destino específico y que se originaron con el aporte de los trabajadores formales.

Es decir, que los aportes para riesgos laborales a la TSS (Tesorería de la Seguridad Social) de los trabajadores formales están cubriendo el agujero financiero del SENASA subsidiado, el régimen que no es de los trabajadores formales.

Hasta el momento, el déficit de SENASA totaliza RD$11,191 millones, asumiendo que el déficit inicialmente reportado fue cubierto. Si son ciertas las aseveraciones de diversos comunicadores, el déficit totalizaría alrededor de RD$21,000 millones y faltarían RD$9,800 millones para cerrarlo, una parte de los cuales se obtendría del uso de las reservas técnicas de SENASA y la otra parte de transferencias del Gobierno. Hay que esperar la distribución del nuevo gasto aprobado en el presupuesto reformulado para ver si se consignaron transferencias adicionales a SENASA y reestimar el déficit.

Es importante mencionar que el origen del déficit no es la incorporación de los dos millones de afiliados al régimen subsidiado de 2021. Por cada una de esas personas el Gobierno dominicano le paga un monto mensual al SENASA. El problema radica en una deficiente gestión administrativa, a lo menos, y en posibles fraudes en lo más.

Bajo esta situación, para restaurar la credibilidad de la mayor ARS del país, es necesario que el gobierno exponga a la ciudadanía el estado actual y de dónde provendrán los recursos, sin utilizar los recursos de los trabajadores formales.

SENASA no está quebrado. Mientras le pague a los Prestadores de Servicios de Salud (médicos, hospitales, clínicas, laboratorios), los usuarios de SENASA tendrán cobertura de salud. No obstante, el tamaño del déficit y el escándalo asociado le ponen presión a sus operaciones.

El Gobierno está llamado a mejorar la gestión financiera y de riesgos de SENASA en todos sus regímenes e incorporar al proyecto de ley de Presupuesto General del Estado 2026 las partidas para sanear sus finanzas.

Listín Diario

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