República Dominicana lidera gestiones para renovar Ley HOPE/HELP que impacta zona franca binacional con Haití
Santo Domingo, 3 de octubre de 2025 —El canciller dominicano Roberto Álvarez informó que, desde hace más de un año, el gobierno dominicano realiza gestiones diplomáticas intensas para lograr que Estados Unidos renueve la Ley HOPE/HELP, un instrumento legal que durante dos décadas permitió exportar confecciones textiles producidas en Haití hacia el mercado estadounidense con significativos beneficios arancelarios.
“Desde hace más de un año llevamos a cabo una intensa campaña diplomática con el ejecutivo y congreso de EE.UU., colaborando estrechamente con el sector privado más afectado por la terminación de las preferencias que otorgan estas leyes”, afirmó Álvarez, actualmente en el extranjero.
Las leyes HOPE (Haitian Hemispheric Opportunity through Partnership Encouragement Act) y HELP (Haiti Economic Lift Program), en vigor desde 2006 y 2010 respectivamente, ofrecieron acceso preferencial al mercado estadounidense para productos confeccionados en Haití.
Su objetivo fue fomentar el desarrollo económico haitiano tras sucesivos desastres naturales, incluyendo el terremoto de 2010.
El programa expiró el pasado 30 de septiembre de 2025, cerrando así un ciclo de 20 años de exportaciones sin aranceles hacia Estados Unidos para la industria textil haitiana, incluyendo las zonas francas que operan bajo el modelo de plantas gemelas en la frontera con República Dominicana.
Uno de los sectores más afectados por esta expiración es el parque industrial CODEVI, en Juana Méndez, Dajabón, que opera en régimen binacional. Su presidente, Fernando Capellán, confirmó que tanto el canciller Álvarez como el ministro de Industria, Comercio y Mipymes, Víctor “Ito” Bisonó, están involucrados activamente en los esfuerzos para renovar la legislación.
“El término de este programa no solo afecta a Haití y a República Dominicana, sino también a la cadena de suministro de los Estados Unidos”, advirtió Capellán. Añadió que se espera que la legislación pueda ser reactivada en un plazo de 90 días, y destacó que cuenta con respaldo bipartidista en el Congreso estadounidense, ya que no enfrenta oposición ni entre demócratas ni entre republicanos.
La no renovación de estas leyes podría tener un efecto directo en miles de empleos y en la estabilidad económica de la zona fronteriza, donde la industria de zonas francas ha sido clave para impulsar el desarrollo binacional.
La interrupción de estas preferencias amenaza con frenar operaciones, desincentivar nuevas inversiones y agravar la ya crítica situación económica en Haití, con repercusiones directas para la seguridad y estabilidad regional.
El gobierno dominicano mantiene su compromiso con la reactivación del programa, apostando a que el apoyo político en Washington y la necesidad de mantener cadenas de suministro estratégicas para el mercado estadounidense pesen más que los desafíos burocráticos actuales.