Aumentan a 64 los muertos por las lluvias torrenciales en México. Hay 65 personas desaparecidas
POZA RICA, México, 13 octubre. — El número de muertos a causa de las lluvias torrenciales en México aumentó el lunes 64 a medida que quedaban al descubierto las consecuencias de las inundaciones y los deslizamientos de tierra en todo el país.
Laura Velázquez, coordinadora nacional de Protección Civil, informó durante la conferencia presidencial matutina que hay además 65 personas no localizadas.
Las autoridades han desplegado un fuerte operativo de miles de militares y marinos así como equipos de rescate civiles que se movilizan por tierra y con helicópteros para acceder a las decenas de comunidades que permanecen incomunicadas a la vez que se trabaja en la limpieza de carreteras y caminos y se mantiene activa la búsqueda de los desaparecidos.
Sólo en el norte del estado de Veracruz, en el golfo de México, más de 80 comunidades siguen sin acceso y en Hidalgo, al norte de la capital, suman 43 las personas no localizadas.
La presidenta Claudia Sheinbaum reconoció que se necesitarán todavía varios días para poder acceder a los puntos más complicados aunque el Ejército y la Marina han intensificado la puesta en marcha de puentes aéreos para llevar lo más urgente: agua, comida y medicamentos.
“Se requieren muchos vuelos para llevar suficiente alimentación y agua” a esos lugares, dijo.
No obstante, aseguró que “hay suficientes recursos, en eso no se va a escatimar… porque todavía estamos en periodo de emergencia”.
Las primeras estimaciones hablan de unas 100.000 viviendas afectadas, en algunos casos, casas en la orilla de ríos que ”prácticamente desaparecieron”, dijo la mandataria.
Las inundaciones arrasaron con vehículos, destruyeron viviendas y caminos, llenaron de lodo, rocas y escombros las carreteras. Imágenes en redes mostraban la desesperación de algunas personas pidiendo auxilio sobre su coche o subidos a árboles y luego las enfurecidas exigencias a la presidenta cuando visitó durante el fin de semana algunos de los sitios afectados.
Las autoridades han atribuido las lluvias al paso de dos sistemas tropicales que se formaron en la costa occidental de México ya disipados, el huracán Priscilla y la tormenta tropical Raymond, unidos a un frente frío y uno cálido que confluyeron en la zona más afectada.
Además, todo llegó justo al final de una inusualmente fuerte temporada de lluvias que ha dejado ríos a toda su capacidad, los mantos freáticos totalmente cargados y cerros debilitados, con lo que los riesgos de desbordamientos y deslaves se multiplican.
La presidenta negó que fallaran los sistemas de prevención porque “difícilmente se podría haber tenido con mucho tiempo de anticipación conocimiento de esta situación, diferente a como ocurre con los ciclones”. Aun así, dijo que en algunos municipios sí se avisó a la población en zonas de riesgo que estuviera atenta a posibles eventualidades.
La Coordinación Nacional de Protección Civil informó que, hasta el lunes, las fuertes lluvias han dejado 29 muertos en Veracruz, 21 en Hidalgo y 13 en Puebla. Anteriormente, en el estado de Querétaro, se confirmó el deceso de un niño al quedar atrapado en un deslizamiento de tierra.
Partes del estado de Veracruz recibieron alrededor de 629 milímetros de lluvia entre el 6 y el 9 de octubre y según dijo su gobernadora, Rocío Nahle, hay más de 300.000 damnificados sólo en esa región.
Poza Rica, una ciudad petrolera ubicada a 275 kilómetros al noreste de Ciudad de México, fue una de las zonas más afectadas y uno de los puntos que la presidenta Sheinbaum visió el fin de semana y donde habló con los residentes. Algunos vecindarios recibieron más de cuatro metros de agua cuando el río Cazones se desbordó el viernes.
Cientos de efectivos del ejército, policías y bomberos llevaron a cabo operaciones de rescate y establecieron albergues temporales donde los residentes reciben comida y atención médica, miebtras miles de habitantes en todo el país siguen lidiando con la falta de agua y electricidad.
El gobierno federal ya ha comenzado a elaborar un censo entre las personas afectadas para distribuir ayuda. AP