Trump acusa a Petro de narcotráfico y agrava tensión diplomática con Colombia

WASHINGTON, 22 octubre.– El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, arremetió este miércoles contra su homólogo colombiano, Gustavo Petro, a quien calificó como “un matón y un mal tipo”, acusándolo directamente de estar involucrado en la producción masiva de drogas y de permitir que Colombia se haya convertido en una “trampa mortal” por su supuesta tolerancia hacia el narcotráfico.

Desde el Despacho Oval, Trump declaró ante periodistas que “es un tipo que fabrica muchas drogas. Ha hecho mucho daño a su país. Les está yendo muy mal”, en referencia directa a la gestión de Petro.

Estas declaraciones profundizan el deterioro de las relaciones diplomáticas entre Washington y Bogotá, que en las últimas semanas han estado marcadas por una creciente confrontación política y estratégica.

El mandatario estadounidense también denunció públicamente la existencia de “fábricas de cocaína” en territorio colombiano, y responsabilizó a Petro de permitir que una gran parte de las drogas que ingresan a Estados Unidos se produzcan en Colombia y se transporten a través de México.

“Más le vale tener cuidado y tomar medidas muy serias contra él y su país”, advirtió Trump, en un tono que eleva la tensión bilateral.

Estas afirmaciones se producen en el contexto de la reciente suspensión, por parte del Gobierno estadounidense, de la ayuda financiera que hasta ahora destinaba a Colombia para combatir el narcotráfico.

La Casa Blanca ya había calificado a Petro como “líder del narcotráfico” días antes, un señalamiento que ha provocado rechazo en Bogotá y ha generado malestar diplomático en otras capitales latinoamericanas.

La situación se complica aún más con el despliegue de buques y aeronaves militares estadounidenses en el mar Caribe, lo que ha sido interpretado como una acción de presión regional por parte de Washington.

Los gobiernos de Colombia y Venezuela han expresado su rechazo a estos movimientos, alegando que se trata de una escalada innecesaria bajo el pretexto de la lucha antidrogas.

Ese mismo miércoles, el Departamento de Defensa de EE.UU. confirmó un nuevo ataque contra una presunta “narcolancha” en aguas del Pacífico, frente a las costas colombianas. La operación forma parte de una ofensiva militar en marcha impulsada por el Pentágono, que asegura estar dirigida a frenar el flujo de estupefacientes hacia territorio estadounidense.

Las declaraciones de Trump, sumadas a las acciones militares recientes, marcan un punto crítico en las relaciones entre ambos países, históricamente aliados en materia de seguridad regional.

Analistas consultados en Washington advierten que esta postura puede tener consecuencias duraderas en la cooperación bilateral, particularmente en temas de seguridad, comercio y lucha contra el crimen organizado.

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