Gobierno británico envuelto en disputa entre Trump y la BBC

LONDRES, 11 nov. — El gobierno británico debía pronunciarse el martes sobre una disputa entre la BBC y el presidente estadounidense Donald Trump, quien amenaza con demandar a la emisora por la forma en que editó un discurso que pronunció después de perder las elecciones presidenciales de 2020.

La secretaria de Cultura, Lisa Nandy, dará una declaración sobre la crisis de la BBC en la Cámara de los Comunes, con críticos exigiendo cambios importantes en la corporación y partidarios instando al gobierno a defender a la emisora pública de la interferencia política.

El director general saliente de la BBC, Tim Davie, quien anunció su renuncia el domingo debido al escándalo, afirmó que la BBC necesitaba “luchar por nuestro periodismo” ante los crecientes ataques.

“Hemos cometido algunos errores que nos han costado”, reconoció Davie en un comunicado al personal, pero agregó que estaba “enormemente orgulloso” de la organización.

“Creo que tenemos que luchar por nuestro periodismo”, expresó.

Un abogado de Trump está exigiendo una retractación, disculpa y compensación de la emisora por la supuesta secuencia difamatoria en un documental emitido el año pasado.

Las repercusiones del documental ya han causado la renuncia del máximo ejecutivo de la BBC, Davie, y de la jefa de noticias Deborah Turness, quienes renunciaron por lo que la emisora llamó un “error de juicio”.

La BBC se ha disculpado por la edición engañosa de un discurso que Trump pronunció el 6 de enero de 2021, antes de que una multitud de sus seguidores asaltara el Capitolio en Washington.

Emitido días antes de las elecciones de noviembre de 2024 en Estados Unidos, el documental “Trump: ¿Una segunda oportunidad?” unió tres citas de dos secciones del discurso, pronunciadas con casi una hora de diferencia, en lo que parecía ser una sola cita en la que Trump instaba a sus seguidores a marchar con él y “luchar con todo”. Entre las partes eliminadas estaba una sección donde Trump decía que quería que sus seguidores se manifestaran pacíficamente.

El presidente de la BBC, Samir Shah, dijo que la emisora aceptaba “que la forma en que se editó el discurso sí daba la impresión de un llamado directo a la acción violenta”.

La BBC aún no ha respondido formalmente a la demanda del abogado de Trump, Alejandro Brito, con sede en Florida, de que “retracte las declaraciones falsas, difamatorias, denigrantes e incendiarias”, se disculpe y “compense adecuadamente al presidente Trump por el daño causado” antes del viernes, o enfrente acciones legales por 1.000 millones de dólares en daños.

La BBC, financiada públicamente, es una institución nacional centenaria bajo creciente presión en una era de política polarizada y cambios en los hábitos de consumo de medios.

Financiada a través de una tarifa de licencia anual de 174,50 libras (230 dólares) pagada por todos los hogares que ven televisión en vivo o cualquier contenido de la BBC, la emisora es frecuentemente objetivo de controversia, con conservadores viendo una inclinación izquierdista en su producción de noticias y algunos liberales acusándola de tener un sesgo conservador.

Los gobiernos de izquierda y derecha han sido acusados durante mucho tiempo de interferir con la emisora, que es supervisada por una junta que incluye tanto nominados de la BBC como designados por el gobierno.

El gobierno del Partido Laborista de centro-izquierda ha respaldado a la BBC, sin criticar a Trump, mientras enfatiza la necesidad de que la emisora corrija rápidamente sus errores para mantener la confianza pública.

“Si miras los niveles de confianza que la gente tiene en la BBC, son extraordinariamente altos”, dijo la ministra de gobierno local Alison McGovern a la radio LBC. “Si han cometido un error editorial, entonces deberían disculparse”. AP

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