Comunista Jara y ultraderechista Kast se enfrentarán en una segunda vuelta presidencial en Chile
POR NAYARA BATSCHKE
SANTIAGO, 17 nov. — La comunista Jeannette Jara y el ultraderechista José Antonio Kast se enfrentarán en lo que promete ser una reñida segunda vuelta electoral el próximo 14 de diciembre, tras quedar en primer y segundo lugar del conteo de votos en las polarizadas elecciones generales celebradas el domingo en Chile.
Jara, de la coalición de centroizquierda oficialista Unidad por Chile, sumaba 26,76% de respaldo electoral, mientras que Kast, del Partido Republicano, lograba 23,97%, con 97,20% de las mesas escrutadas.
Pero esos porcentajes son insuficientes para asegurarles una victoria inmediata, para la que se necesitan el 50% del total de los sufragios válidos.
Jara agradeció el apoyo de su militancia.“No dejen que el miedo congele sus corazones”, afirmó en un discurso en el centro de Santiago, mientras vertía duras críticas a Kast por “esconderse detrás de vidrios blindados”.
Asimismo destacó que “lo que ha hecho Franco Parisi no es menor”, en alusión al candidato del Partido de la Gente que estaba tercero, con 19,63% de los sufragios, y cuyo apoyo podría ser fundamental para un triunfo en el balotaje. Parisi es un economista cuyo eslogan durante la campaña fue “Chile no es facho ni comunacho”. Es la tercera vez que se postula a La Moneda.
Centenares de simpatizantes acudieron a la céntrica plaza San Francisco de Santiago para manifestar su apoyo a la comunista. “Es la mejor candidata que tenemos para enfrentar a la ultraderecha, que nunca es buena”, dijo a The Associated Press la administradora Yoselin Díaz, de 38 años. “No tengo ningún partido, pero cuando los derechos y la democracia se ponen en peligro da lo mismo el partido”.
Juntos, Jara y Kast han acaparado poco más del 50% de los votos, por lo que la segunda vuelta supone un desafío para conquistar la otra mitad restante del electorado.

“Hay un claro desgaste del electorado y la votación dejó eso en evidencia”, dijo a AP el politólogo Guillermo Holzamann. “Ahí hizo su tarea el voto pragmático. No sólo en la segunda vuelta, pero hay un gran desafío tanto para Jara como para Kast si llegan a la presidencia”.
Las elecciones han estado marcadas por la alta polarización y la preocupación de los chilenos por la delincuencia y la inmigración irregular. Kast ha sumado el respaldo de otros candidatos ideológicamente afines de cara a la segunda vuelta.
Desde su centro de campaña, en la pudiente comuna de Las Condes, el derechista rival de Jara dijo que esta primera vuelta electoral fue “un primer paso, pero lo que viene hacia adelante es lo más relevante, lo más importante”.
“La única victoria que nos hará celebrar es cuando derrotemos al crimen organizado y al narcotráfico; la victoria real será cuando cerremos nuestras fronteras a la inmigración irregular”, sostuvo Kast en medio de los fuertes aplausos de sus seguidores.
El candidato subrayó su intención de cambiar Chile “desde las raíces para superar el miedo, la desesperanza y la angustia”.
Pidió además un aplauso para las fuerzas de seguridad. “Muchos de ellos hoy día están cuidando de nuestra patria, muchos de ellos salen en las mañanas con el corazón apretado porque no saben si va a ser su último servicio”.
Momentos antes Kast había pedido la unidad de la derecha para la segunda vuelta presidencial con el fin de “evitar la continuidad” del “peor gobierno que recordamos en la historia democrática de Chile”. Apareció acompañado de los otros candidatos de esa tendencia, Evelyn Matthei y Johannes Kaiser.
El presidente chileno, Gabriel Boric, felicitó por su lado a los dos candidatos mejor situados en un discurso a la prensa. Señaló que el “próximo domingo 14 de diciembre Chile elegirá una vez más al próximo presidente de nuestro país que deberá regir el destino de nuestra patria por los próximos cuatro años”.
Jara busca dar seguimiento al proyecto del saliente Ejecutivo, mientras que Kast promete un “gobierno de emergencia” para plantarle cara al crimen organizado.
Matthei, abanderada de la derecha tradicional y quien se ubicaba en el quinto lugar con un 12,59% de apoyo, fue la primera en reconocer la derrota.
“Nuestra patria demanda responsabilidad democrática, soluciones reales para nuestros grandes problemas y capacidad de diálogo”, dijo Matthei con voz quebrantada. A su vez hizo un guiño a la candidatura de Kast. “Vamos al comando… para felicitarlo como corresponde”, anticipó.
Kaiser, del Partido Nacional Libertario, también reconoció la derrota y transmitió su respaldo a Kast.
Durante la campaña Jara, exministra del Trabajo de la actual administración, se jactó de sus logros al frente de la cartera y abogó por el diálogo y la unidad, aunque declaró que tomará medidas “contundentes” para fortalecer la seguridad pública, combatir el narcotráfico y controlar la migración.
“No tengo ningún complejo en materia de seguridad… Vengo de una población (barrio pobre) y sé el daño que hace la droga”, dijo en declaraciones a The Associated Press.
Kast, en tanto, apostó por dejar a un lado los controvertidos temas que no le permitieron alcanzar el sillón presidencial hace cuatro años —como el aborto, el matrimonio igualitario o su admiración por la dictadura militar de Augusto Pinochet— para centrarse en un “gobierno de emergencia” y con mano dura contra la delincuencia y la inmigración irregular.
Más de 15,7 millones de chilenos fueron convocados a las urnas para elegir a su nuevo gobernante, así como para renovar el Congreso. Se eligen 23 senadores y senadoras en siete regiones y 155 diputados y diputadas a nivel nacional.
Estos son los primeros comicios chilenos donde el voto es totalmente obligatorio, ya que antes solo era mandatorio para quienes se habían registrado previamente. AP

