El petróleo ruso cae por debajo de los 40 dólares y pone presión sobre el presupuesto del Kremlin

Moscú, 19 nov. –  El marcado descenso en los precios del petróleo ruso durante noviembre encendió las alarmas en el gobierno de Rusia, donde una parte importante del presupuesto estatal depende de los ingresos de las exportaciones energéticas. El crudo ruso, referencia clave para las finanzas del país, cayó por debajo de los 40 dólares por barril, nivel que expertos consideran crítico para la estabilidad fiscal.

De acuerdo con el análisis difundido por el medio económico RBC, la caída está estrechamente relacionada con el impacto de las sanciones internacionales impuestas a grandes exportadoras como Rosneft y Lukoil, cuyos problemas operativos y comerciales han reducido la capacidad de Rusia para colocar su petróleo en los mercados globales.

Las sanciones han provocado un encarecimiento del transporte, dificultades para asegurar cargamentos y una mayor dependencia de intermediarios, factores que han llevado a descuentos más profundos para que el crudo ruso pueda competir en Asia, su principal destino actual.

Presiones sobre el presupuesto ruso

El descenso del precio del petróleo golpea directamente al presupuesto federal, que se sostiene en gran medida sobre los ingresos de las exportaciones de hidrocarburos. Con un barril por debajo de los 40 dólares —cifra inferior al nivel considerado de equilibrio para las cuentas públicas—, el gobierno enfrenta una brecha fiscal que podría ampliarse en los próximos meses si la tendencia persiste.

Analistas citados por RBC señalan que, para compensar la caída en la recaudación petrolera, el Kremlin podría verse obligado a recurrir con mayor frecuencia al Fondo Nacional de Bienestar (NWF), un instrumento soberano que actúa como colchón financiero en épocas de turbulencia.

El Fondo Nacional de Bienestar en la mira

El uso intensivo del NWF permitiría sostener el gasto público y financiar compromisos como programas sociales, apoyo a la industria y costos relacionados con la guerra en Ucrania. Sin embargo, expertos advierten que un uso acelerado del fondo podría reducir su margen de maniobra futura y limitar la capacidad del gobierno para enfrentar nuevos shocks económicos.

Por ahora, las autoridades rusas no han anunciado medidas de emergencia, pero funcionarios del área económica reconocen que la situación exige monitoreo constante, especialmente si las sanciones se endurecen o si la demanda global de petróleo continúa debilitándose.

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