Aguacero turístico y sus posibles bendiciones

Por Juan Llado

No fue la novela sobre Macondo el único tratado de Gabriel García Márquez sobre la soledad. Mejor aún fue su ilustre discurso sobre “La soledad de América Latina”, explayada en ocasión de aceptar en Oslo el Premio Nobel de Literatura de 1982. Y ahora que estamos en el umbral de una nueva temporada navideña, época del año a la que todos le damos la bienvenida, procede preguntarnos si, al ser nuestro país el principal destino turístico de la región, seremos víctimas de la soledad. O si, por el contrario, en tales tiempos la masiva afluencia de nacionales de la diáspora y de extranjeros nos salvara y, al contrario, nos regodearemos con la multitud que nos visitara. ¿Lloverá café turístico a raudales el mes próximo?

Al pincelar con erudita destreza la “realidad descomunal” que encierra la historia continental, García Márquez aporta en su mencionada perorata un haz de penetrante luz sobre nuestra soledad. “Poetas y mendigos, músicos y profetas, guerreros y malandrines, todas las criaturas de aquella realidad desaforada hemos tenido que pedirle muy poco a la imaginación, porque el desafío mayor para nosotros ha sido la insuficiencia de los recursos convencionales para hacer creíble nuestra vida. Este es, amigos, el nudo de nuestra soledad.” El lúcido bardo imputa culpa a la “insuficiencia de recursos” y apela a la conciencia europea para que reconozcan con solidaridad que somos pueblos del mismo ombligo.

Pero hoy día en nuestro país no carecemos de recursos ni atractivos para atraer la atención de nuestros turistas del hemisferio norte. Tenemos suficiente para enriquecer su imaginación con el veleidoso encanto del trópico abrasador. El turismo para nosotros es el nudo incipiente de un bienestar que nos libra de la pobreza extrema y siembra en nosotros semillas veraces de felicidad. Más vale que nuestros vecinos del norte nos comprendan y abran las puertas del entendimiento de nuestra realidad. Es tiempo de que la colonización sea cruzada y eso lo permite el turismo.

Los motivos de la visita de nuestros turistas son variopintos. Una proporción mayor de los turistas extranjeros descuelga su pereza para, frente a la inmisericorde frialdad de los inviernos de Norteamérica y Europa, ser abrazados por el clima tropical. Ante ellos, nuestra imagen caribeña se torna también atractiva por la fama de gente hospitalaria que tenemos. Pero el frío no es la motivación primaria de los de la diáspora, aunque sugieran otra cosa los abrigos que exhiben a su llegada en los aeropuertos. Tampoco es el deseo de compartir los festejos de ocasión y enterrarse en la algarabía de la bachata y el merengue como especial lenitivo de la visita. Cual poderoso imán es el calor solidario de la consanguinidad lo que atrae a los que, lejos de sus parientes, sufren el desarraigo que produce su exilio económico.

¿Cuál de los dos flujos de visitantes llegados por vía aérea nos gusta más? No resulta fácil responder esa interrogante. A juzgar por el aporte económico, ambos flujos comportan ingresos de divisas que son bienvenidos y apreciados. No se tienen datos de cuál de los dos flujos de turistas (no residentes de vía aérea) podría ser el mayor benefactor, pero el hecho de que los extranjeros son un grupo muy mayoritario durante ese mes de pasión sugiere que, en conjunto, aportan un volumen mucho mayor al de los nuestros (no residentes). En materia de afectos, por supuesto, el aporte de los nuestros es mucho mayor por lo imbricados de los lazos sanguíneos con la diáspora.

A juzgar por lo recibido, el aguacero turístico que nos espera en este próximo diciembre desbordará todos los récords históricos de ambos contingentes. En el 2024, el MITUR reportó que recibimos un total de 11,192,047 visitantes, de los cuales 8,535,742 llegaron por vía aérea. En el mes de diciembre del pasado año llegaron 884,129 turistas (de vía aérea, de los cuales el 77.2% fue de extranjeros y el resto de dominicanos no residentes). Respecto al desempeño hotelero, ASONAHORES reportó que la ocupación anual del año 2024 fue una muy saludable 76.4%.

Del total de cruceristas (2,656,305) llegados el pasado año, unos 1,220,255 llegaron a Amber Cove y 994,609 a Taino Bay, ambos puertos surtos en la costa norte y protagonistas de más de un 80% del total de pasajeros recibidos. Los puertos de La Romana, Santo Domingo y Cabo Rojo también recibieron miles de cruceristas, pero en muchasituados menor medida que Puerto Plata. Las estimaciones oficiales y los estudios regionales cifran en US$67 y US$112 el gasto promedio de los pasajeros que se desmontaron, pero en el MITUR tienen a usar el estimado de US$100 por crucerista.

Al cierre del presente año, el MITUR proyecta un total de 11.7 millones de visitantes (turistas y cruceristas) y unos US$12,000 millones en ingresos. Nos encaminamos a cerrar el año con 3 millones de cruceristas. El rango del gasto promedio diario de los turistas estima el MITUR que figurará entre los US$180 y US$220. Y las perspectivas para el 2026 son igualmente halagüeñas. De ahí que podamos predecir que no estaremos solos, por lo menos en el corto y medio plazos.

Apena que García Márquez no llegara a visualizar un rol positivo y esperanzador para el turismo en las cosmovisiones respectivas de Europa y América Latina. “¿Por qué la originalidad que se nos admite sin reservas en la literatura se nos niega con toda clase de suspicacias en nuestras tentativas tan difíciles de cambio social? ¿Por qué pensar que la justicia social que los europeos de avanzada tratan de imponer en sus países no puede ser también un objetivo latinoamericano con métodos distintos en condiciones diferentes?” García Márquez no habrá visualizado un rol de amable componedor para el turismo, pero su inveterada imaginación nos legó la esperanza de una “utopía contraria” a los avatares que nos afligen. “Una nueva y arrasadora utopía de la vida, donde nadie pueda decidir por otros hasta la forma de morir, donde de veras sea cierto el amor y sea posible la felicidad, y donde las estirpes condenadas a cien años de soledad tengan por fin y para siempre una segunda oportunidad sobre la tierra.”

Acento

Comentarios
Difundelo