La Corte Suprema de Brasil refrenda la prisión preventiva contra el expresidente Jair Bolsonaro
Río de Janeiro, 24 nov.- La Sala Primera de la Corte Suprema de Brasil, por unanimidad, refrendó este lunes la orden de detención preventiva dictada el sábado contra el expresidente Jair Bolsonaro, que lo mantiene preso en la sede de la Policía Federal en Brasilia.
Los cuatro miembros de la sala respaldaron la decisión de convertir la detención domiciliaria en prisión preventiva y ordenar el encarcelamiento de Bolsonaro, dictada por el magistrado Alexandre de Moraes, instructor del proceso en el se condenó al líder de la ultraderecha por golpismo.
El primero en votar fue el propio Moraes, que el sábado ordenó el traslado del expresidente a una celda en la sede de la Policía Federal por considerar que había «riesgo de fuga» luego de que Bolsonaro dañara la tobillera electrónica con la que se le controlaban los movimientos.
Enseguida se pronunciaron, también con voto favorable, los magistrados Flávio Dino y Cristiano Zanin, ambos postulados como miembros del Supremo por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, de quien el primero era ministro de Justicia y el segundo abogado personal.

La última en pronunciarse en un juicio virtual que duró menos de cuatro horas fue la magistrada Cármen Lúcia Antunes, que igualmente respaldó la decisión de sus colegas.
Interrogatorio a Bolsonaro
En su voto de este lunes, Moraes afirmó que Bolsonaro violó «dolosa y conscientemente» la tobillera electrónica que se le había impuesto como medida cautelar mientras permanecía en prisión domiciliaria.
Moraes además destacó que, en el interrogatorio al que se sometió el domingo, Bolsonaro nuevamente confesó que «inutilizó la tobillera electrónica», usada para controlar sus movimientos, con lo que cometió «una falta grave» e incumplió claramente una medida cautelar «y le faltó al respeto a la Justicia».
Para el juez instructor, esa violación, con la intención de obstruir la fiscalización de la detención domiciliar, confirma un «riesgo inminente de fuga».
Igualmente, alegó que la convocatoria de sus seguidores a una vigilia en las proximidades de la residencia de Bolsonaro, que, en su opinión, existía la posibilidad que se utilizara para generar confusión, también constituye una demostración del riesgo de fuga.
Sobre la posible manifestación, Flávio Dino afirmó que «la experiencia reciente demuestra que grupos movilizados en torno al condenado, frecuentemente actuando de forma descontrolada, pueden repetir conductas similares a las del 8 de enero».
La condena contra Bolsonaro
El ex jefe de Estado (2019-2022), condenado a 27 años de prisión por golpismo, confesó el mismo sábado haber quemado con un soldador la tobillera electrónica impuesta por el Supremo para controlar sus movimientos.
En una audiencia con un juez el domingo, sin embargo, negó que su intención de fugarse y achacó su comportamiento a un episodio de «paranoia» y «alucinaciones» producido por la mezcla de medicamentos.
Bolsonaro, que cumplía prisión domiciliaria desde agosto, achacó sus acciones a los efectos colaterales de haber mezclado pregabalina (antiepiléptico) y sertralina (antidepresivo), según el informe de la audiencia.
El exgobernante, de 70 años, arrastra problemas de salud, como crisis de ansiedad, episodios de hipo y vómitos, trastornos que atribuye a la grave puñalada que sufrió en la campaña electoral de 2018 y que le ha obligado a pasar varias veces por el quirófano. EFE

