Yo voy a la marcha del pueblo

Yudelis Méndez

La Fuerza del Pueblo tomará las calles este domingo 30 de noviembre para abanderar los deseos de lucha popular contra un gobierno que ha dañado todos los servicios, que no invierte en infraestructura, que entrega pensiones privilegiadas a sus afiliados políticos y condena a vivir en la miseria a la mayoría de los dominicanos a quienes, de burla, entrega regalitos para que no se mueran y vuelvan a votar por ellos.

Siento por todos lados el entusiasmo del pueblo para expresar su indignación contra un gobierno, sus funcionarios y el Partido Revolucionario Moderno (PRM) que han puesto a la República Dominicana con las patas para arriba.

El desfile de diputados, regidores y funcionarios del gobierno del PRM hacia las cárceles de Estados Unidos por narcotráfico, dibuja claramente que el cambio que prometió Luis Abinader se ha convertido en un diluvio de frustraciones para el pueblo y en un calvario para sus dirigentes, que su gobierno ha tenido que entregar en extradición y no ha podido encubrir más.

Cuando las grandes masas de trabajadores se integren a la marcha del domingo, podrán levantar sus carteles exigiendo el fin de la corrupción, el fin de los políticos narcotraficantes, el fin de la falta de empleo y la carestía de la vida.

Allí estaremos quienes reclamamos respeto para la dignidad de las mujeres, contra el crimen machista, contra la xenofobia, contra la violencia de la Policía Nacional afectando a infelices trabajadores.

Marcharemos en reclamo de que los fondos que destina el gobierno para afrontar los daños del huracán Melissa vayan a los barrios pobres, a los agricultores que perdieron sus cosechas y sus invernaderos, no a los políticos del gobierno que siempre aprovechan estas desgracias para llenar sus cuentas bancarias con el dinero público a nombre de la “reconstrucción”.

Nos pondremos de pie para que el gobierno termine todas las escuelas que tienen años en construcción mientras alumnos y profesores están trabajando en furgones, debajo de árboles, en iglesias y hasta en salones de billar, al mismo tiempo que al Ministerio de Educación le sobra dinero para despilfarrar.

Ningún pueblo puede aceptar que lo engañen, lo humillen y lo traicionen indefinidamente.

La protesta popular es un derecho legítimo y un recurso al que nunca se puede renunciar.

Si ahora es la Fuerza del Pueblo la que levanta la iniciativa de convocar al pueblo a protestar contra los apagones, las facturas abusivas y la incapacidad a todos los niveles, allí vamos.

Esperamos que los demás partidos de oposición saquen su militancia a la calle porque la terrible situación que sufre el pueblo dominicano, no es para seguirla soportando pasivamente.

Estas marchas expresan la indignación de un pueblo que no resiste más atropellos, engaños y promesas falsas.

Yo voy para la marcha de la Fuerza del Pueblo y toda madre, padre, esposa, suegro, nuero, abuelo, hermano, hijo, nieto, sobrino, primo, cuñado, ahijado u otro pariente, debe acompañarme para decirle a este gobierno de Luis Abinader y el PRM, que sus días están contados. ¡Se van!

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