Turismo sigue en desaceleración, Sudamérica sostiene las cifras

Ramón Núñez Ramírez

Aunque el ministro de Turismo insiste en presentar cada mes un sector vigoroso y en “récord permanente”, la realidad detrás de las cifras muestra un escenario distinto. A octubre, el ritmo de crecimiento del turismo es 40% menor que el registrado a igual fecha de 2024, y los principales mercados emisores tradicionales están en terreno negativo.

Si en un año llegan más turistas que en el anterior, se establece un récord, aun cuando el crecimiento sea menor. Es exactamente lo que ocurre con el PIB: en 2024 la economía creció 5.0%, y este año, en el mejor de los casos, llegará a 2.3%; aun así, el tamaño absoluto de la economía marcará un nuevo récord. Es fácil armar un relato con las cifras.

Entre 2004 y 2018, el turismo creció a un promedio anual de 5.1%. En 2019 se produjo una baja de -1.87% por el impacto mediático de los fallecimientos de turistas norteamericanos, por causas naturales, en hoteles del este. En 2020, con el cierre global por la pandemia, las llegadas se desplomaron 62.7%. Luego vino la recuperación: 107.6% en 2021, 43.4% en 2022, 12.5% en 2023 y un crecimiento más moderado de 5.9% en 2024, similar al ritmo histórico.

En octubre 2025 el número de turistas (dominicanos y extranjeros no residentes por la vía aérea) creció 2.63% y en octubre 2024 en 6,56%, en el caso de los extranjeros el aumento fue de 1.64% frente a 6.81% el año pasado.

Los dominicanos residentes en el exterior aumentaron 7.9% (87,119 adicionales), mientras los extranjeros crecieron apenas en 1.64% (96,424 turistas). La situación se complica al observar los principales mercados emisores: los canadienses disminuyeron en 6.7%, los estadounidenses en 4.1% y los europeos en 4.3%.

Los resultados no fueron peores gracias al impulso suramericano, cuya llegada aumentó 22.7% (+234,619 turistas). Ese crecimiento compensó la caída combinada de 185,730 turistas provenientes de EE. UU., Canadá y Europa. Solo Argentina aportó 152,821 visitantes adicionales y Colombia otros 51,329.

Para dimensionar el cambio, en 2019 EE. UU. y Canadá aportaron 2.9 millones de visitantes; en 2023 esa cifra subió a 3.4 millones y en 2024 alcanzó 3.7 millones. La caída de este año ha sido notable. Sudamérica, por su parte, pasó de 753,836 visitantes en 2019 a 1,265,603 en 2024, con un crecimiento sostenido desde 2022. Los europeos, en cambio, llegaron a 1.3 millones en 2019, subió a 1.4 millones en 2022, y desde entonces muestra un descenso.

La desaceleración en los mercados tradicionales coincide con medidas arancelarias que han enfriado el consumo en Estados Unidos y Canadá y menor capacidad de gasto entre los europeos, afectados además por la incertidumbre económica generada por la guerra en Ucrania.

Las tensiones internacionales también afectan. Los turistas rusos, que en 2019 fueron 217 mil, ya en 2021 habían bajado a 85,912 y en 2024 se redujeron a apenas 24,120, debido al impacto económico de la invasión a Ucrania

Por ahora no hay motivo de alarma: el turismo estadounidense podría recuperarse con una mejora de su economía. Lo que sí plantea dudas es si Sudamérica podrá mantener su dinamismo en 2026 si los flujos desde EE. UU., Canadá y Europa se estancan. Particularmente Argentina, con su actual fuga de capitales y presiones cambiarias, difícilmente sostendrá el mismo ritmo de crecimiento.

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