Papa cancela comisión de recaudación de la Santa Sede anunciada en circunstancias cuestionables

ROMA, 5 diciembre. — El papa León XIV ha dado el paso más importante hasta la fecha para corregir una de las medidas financieras más polémicas del papa Francisco, al cancelar una comisión especial de recaudación de fondos de la Santa Sede que se anunció en circunstancias cuestionables durante la hospitalización del religioso argentino.

El pontífice suprimió oficialmente el jueves la comisión de recaudación, derogó sus estatutos y despidió a sus miembros. Además, decretó que sus activos pasarán a la Santa Sede en su conjunto, y que la oficina de patrimonio vaticana supervisará la disolución de la comisión.

Se formará un nuevo grupo de trabajo, con miembros aprobados por el papa, para elaborar propuestas de recaudación de fondos y una estructura adecuada para el futuro, según el decreto.

El decreto fue la última señal de que, al finalizar 2025, el primer papa estadounidense de la historia está cerrando los cabos sueltos del pontificado de Francisco. León XIV está corrigiendo los problemas a medida que es necesario y cumple con las obligaciones del Año Santo de Francisco mientras mira hacia el nuevo año, cuando podrá centrarse más en su propia agenda.

Comisión generaba dudas

La creación de la comisión, sus estatutos y sus miembros fue anunciada por el Vaticano el 26 de febrero, cuando Francisco estaba hospitalizado por una neumonía bilateral. En aquel momento, el papa recibía la visita de los principales funcionarios de la secretaría de Estado.

La comisión estaba formada únicamente por italianos sin experiencia profesional en recaudación de fondos. Su presidente era el asesor de la secretaría de Estado, la misma oficina a la que Francisco había despojado previamente de su capacidad para gestionar activos tras perder decenas de millones de euros en un escandaloso acuerdo inmobiliario en Londres.

La concentración de poder en la secretaría de Estado, la falta de recaudadores de fondos calificados y la ausencia de estadounidenses en la junta —Estados Unidos es el mayor donante del Vaticano— generaron de inmediato dudas acerca de la credibilidad de la comisión. Para algunos, parecía que la secretaría, dirigida por italianos, estaba aprovechando la enfermedad del papa para anunciar un nuevo flujo de donaciones sin control hacia sus arcas después que Francisco le quitara el fondo soberano de 600 millones de euros (684 millones de dólares) y se lo diera a otra oficina para gestionarlo como castigo por el fiasco de Londres.

El decreto del papa estadounidense parece un esfuerzo por empezar desde cero. Las donaciones son una fuente crucial de ingresos para la Santa Sede, y los donantes estadounidenses adinerados, en particular, esperaban que León XIV, licenciado en matemáticas, impusiera una mayor transparencia financiera y responsabilidad en las cuentas del Vaticano.

Situación financiera esperanzadora

La medida de León XIV se suma a las recientes buenas noticias financieras del Ministerio de Economía del Vaticano, que la semana pasada informó que el déficit estructural del Vaticano se había reducido casi a la mitad en 2024, de 83 millones de euros (96,6 millones de dólares) a 44 millones de euros (51,2 millones de dólares).

La Santa Sede terminó 2024 con un superávit de 1,6 millones de euros (1,8 millones de dólares), frente a un déficit de 51,2 millones de euros (59,6 millones de dólares) el año anterior, según el estado financiero consolidado de 2024.

Las donaciones externas a la Santa Sede aumentaron considerablemente luego de un largo período de declive, alcanzando los 237,6 millones de euros (276,6 millones de dólares), unos 20 millones de euros (23,2 millones de dólares) más que el año anterior, según el informe. Ese ingreso adicional, junto con un mejor desempeño en los hospitales administrados por el Vaticano y el sector inmobiliario comercial del Vaticano, aumentó los ingresos en 79 millones de euros (91,9 millones de dólares).

Los costos de personal y administrativos aumentaron un 6%, pero el informe atribuyó el incremento principalmente al alza del gasto en mantenimiento de bienes raíces. Debido a su crisis de liquidez, el Vaticano ha luchado durante años para financiar las inversiones necesarias en su vasta cartera inmobiliaria para poder exigir alquileres más altos.

La Asociación de Empleados Laicos del Vaticano, lo más parecido a un sindicato que tiene la Santa Sede, expresó escepticismo ante el optimismo del informe y pidió más información, incluyendo el estado del fondo de pensiones de la Santa Sede, que estaba tan infradotado que Francisco advirtió que requería reformas serias para poder cumplir con sus obligaciones.

León XIV no pierde el sueño por las finanzas

Francisco, quien fue elegido con el mandato de reformar las finanzas del Vaticano, había logrado avances significativos en la limpieza de los libros opacos del Vaticano, imponiendo nuevos estándares de contabilidad y transparencia en la a menudo reticente burocracia de la Santa Sede durante su pontificado de 12 años.

León XIV heredó el déficit estructural y el déficit del fondo de pensiones, pero señaló que no son tan graves como se creía y que Francisco había puesto en marcha los bloques de partida necesarios sobre los cuales construir.

“No estoy diciendo que podamos relajarnos y decir que la crisis ha terminado”, dijo León en entrevista con el medio religioso Crux durante el verano. “No creo que la crisis haya terminado, creo que tenemos que seguir trabajando en esto. Pero no estoy perdiendo el sueño por ello, y creo que es importante que comuniquemos un mensaje diferente.” AP

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