Agricultura investigará si el virus de peste porcina de Cataluña procede de un laboratorio
Barcelona, 5 dic .- El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y los Mossos d’Esquadra investigarán conjuntamente el origen del virus de la peste porcina africana (PPA) detectado en 13 jabalíes muertos en el entorno del parque natural de Collserola (Barcelona), después de que un informe señale la posibilidad de que la cepa proceda de un laboratorio.
El Centro de Investigación en Sanidad Animal (CISA-INIA), laboratorio de referencia de la Unión Europea situado en Valdeolmos (Madrid), ha detallado que el genoma del virus detectado es similar al del patógeno que circuló en Georgia en 2007, una cepa que suele emplearse en estudios experimentales y en la evaluación de vacunas.
El responsable del brote detectado en Cerdanyola del Vallès no coincide, en cambio, con las cepas que circulan actualmente en los Estados miembros de la UE.
Del informe se deduce que el origen del virus podría no estar en animales o productos de origen animal provenientes de alguno de los países en los que actualmente está presente la infección, como se ha pensado hasta ahora.
Por todo ello, la Dirección General de Sanidad de la Producción Agroalimentaria y Bienestar Animal ha pedido al Seprona que investigue el origen del brote, mientras que el conseller catalán de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, Òscar Ordeig, ha anunciado que los Mossos también analizarán la procedencia del virus.
Ante esta situación, los Mossos, a través de su división de Medio Ambiente, y la Guardia Civil, a través del Seprona, han creado un equipo conjunto para investigar el origen del brote, según han informado a EFE fuentes policiales.
Foco en un laboratorio cercano
El descubrimiento ha puesto en el foco al IRTA-CReSA, laboratorio de salud animal localizado en el Campus de la Universidad Autónoma de Barcelona, en Bellaterra, a apenas un kilómetro de donde hace unos días aparecieron los primeros ejemplares de jabalíes muertos.
Diversos responsables del IRTA-CReSA han defendido esta semana, en distintas entrevistas en medios de comunicación, la actuación del centro y la imposibilidad de que el virus haya salido de allí, ya que las estrictas medidas de bioseguridad que se aplican convierten las instalaciones en un búnker.
El centro asegura además que todas las muestras que se utilizan en el laboratorio se destruyen para garantizar que no quede ningún rastro y evitar incidentes.
Laboratorio de alta biocontención
El IRTA-CReSA es uno de los pocos laboratorios de España que puede trabajar con virus tan contagiosos, gracias a un complejo sistema de biocontención, indispensable para llevar a cabo investigación con animales manipulando patógenos altamente infecciosos y de transmisión aérea.
Un laboratorio de alta biocontención (nivel 3 sobre 4) consiste en un control estricto de acceso de personas: para entrar hay que quitarse toda la ropa, ingresar desnudo por una doble puerta y, una vez dentro, vestirse con un mono y unos zuecos; lo mismo para salir, con el añadido de una ducha con dos enjabonadas.
Es trascendental igualmente el mantenimiento de presiones negativas, de manera que el aire de una habitación donde se manipulan patógenos no salga cuando se abra una puerta y se evite así la circulación de los mismos, lo que se refuerza con un sistema de renovación y doble filtrado absoluto del aire, con circuitos separados para cada sala de laboratorio.
Salvo las personas y el material imprescindible -que es sometido a meticulosos procesos de desinfección-, nada sale de la unidad, tampoco los animales, que son sacrificados y, posteriormente, sus restos son tratados: o bien se incineran o pasan por un digestor alcalino, un tratamiento químico y térmico intenso para su descomposición y descontaminación.
Varias opciones abiertas
El conseller de Agricultura ha subrayado que «el informe no es concluyente» y deja «varias opciones abiertas» sin descartar ninguna de ellas.
Ordeig ha informado de que no hay nuevos casos más allá de los 13 positivos que hay identificados hasta ahora y ha recalcado que la prioridad sigue siendo mantener el «foco controlado», por lo que hay 1.000 efectivos desplazados en el radio de 20 kilómetros de la zona cero, en Cerdanyola.
A las puertas del puente de diciembre, ha instado a la población a atenerse a la prohibición a acceder al medio natural en 91 municipios integrados en la zona de riesgo de la PPA, vigente hasta el 13 de diciembre, y ha advertido de que las autoridades tienen las «actas preparadas para sancionar» a quien no lo haga.
Los efectivos que inspeccionan la zona en la que se ha declarado la peste porcina han encontrado en las últimas horas los cuerpos de otros dos jabalís muertos, lo que eleva a 52 los animales fallecidos en el perímetro del brote de esta enfermedad. EFE

