Iglesias católica y evangélica condenan corrupción en Senasa y denuncian trato desigual del Ministerio Público

Santo Domingo, 16 de diciembre. Líderes de las comunidades católica y evangélica de la República Dominicana han emitido una firme condena al escándalo de corrupción que involucra al Seguro Nacional de Salud (Senasa), cuestionando la ética de los funcionarios implicados y denunciando la disparidad con la que el Ministerio Público ha aplicado las medidas de coerción.

Los representantes religiosos coinciden en que la corrupción en el sistema de salud no solo constituye un delito económico, sino un pecado grave que afecta los derechos humanos y la dignidad de la ciudadanía, especialmente de los sectores más vulnerables.

El obispo de la Diócesis Stella Maris, Manuel Ruíz de la Rosa, criticó duramente la “mano de seda” con la que, a su juicio, el Ministerio Público ha tratado a algunos de los acusados, al tiempo que solicita prisión preventiva por 18 meses para otros siete implicados en el caso.

Ruíz de la Rosa cuestionó el trato diferenciado hacia quienes han colaborado con la investigación. “¿Los tres que han dejado en el confort de sus casas, son menos responsables que el Dr. Santiago Hazim y su grupo solo porque han delatado a sus cómplices?”, expresó el obispo.

Asimismo, advirtió que este tipo de acciones envía un mensaje equivocado a la sociedad, en el sentido de que quien roba grandes sumas solo debe declararse colaborador para evitar la prisión y luego disfrutar del dinero mal habido.

“El que roba mucho y es descubierto, solo tiene que decir que va a cooperar, devolver un [porcentaje] o menos y luego a disfrutar del dinero restante en la comodidad de sus mansiones con la impunidad garantizada”, afirmó Ruíz de la Rosa.

Ante este panorama, el obispo instó al presidente Luis Abinader a crear una Unidad de Inteligencia y Contrainteligencia que dependa directamente de él, considerando que las instituciones de control han demostrado ser ineficaces.

Desde la Arquidiócesis de Santo Domingo, el arzobispo coadjutor monseñor Carlos Tomás Morel Diplán también expresó su rechazo al escándalo, señalando que cualquier acto de corrupción que afecte a Senasa tiene un impacto directo en la vida, la salud y la dignidad del pueblo dominicano.

Morel Diplán señaló que estos actos “van totalmente en contra de las leyes de Dios” y contradicen los principios morales más elementales, advirtiendo que prácticas como estas socavan la democracia al deteriorar la confianza ciudadana en las instituciones.

El Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (CODUE), a través de su presidente Feliciano Lacen Custodio, también se unió a las críticas, exigiendo que tanto el Ministerio Público como el Poder Judicial actúen con firmeza, transparencia y apego al Estado de derecho, evitando el populismo penal.

CODUE advirtió que la corrupción en Senasa, al ser la ARS que más impacta a la sociedad dominicana, constituye un pecado contra Dios y contra el prójimo, al desviar recursos que deberían ser destinados al bienestar colectivo.

La entidad evangélica también exhortó a que se garantice el servicio a los afiliados, se revisen los pagos excesivos de diferencia y se fortalezcan los mecanismos de acceso a cirugías y procedimientos médicos.

Finalmente, CODUE y las autoridades eclesiásticas reafirmaron que la impunidad debilita la estabilidad democrática, por lo que hicieron un llamado urgente a una renovación ética profunda que transforme tanto las conciencias como las estructuras del Estado dominicano.

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