Centenares se manifiestan contra la migración y la delincuencia en el norte de Chile
Santiago de Chile, 30 ene (EFE).- Centenares de personas se manifestaron este domingo en la ciudad de Iquique contra la migración ilegal en el norte de Chile, donde existe desde hace meses una grave crisis migratoria y de inseguridad.
Al grito de «Basta ya» y agitando banderas de Chile, los manifestantes marcharon por el centro de esta ciudad costera, a la que llegan la mayoría de los migrantes que cruzan diariamente por pasos ilegales en la frontera con Bolivia.
La marcha, a la que se sumaron algunos migrantes, se produce días después de que cuatro venezolanos atacaron a un policía en Iquique que les estaba haciendo un control.
«En este último tiempo hemos visto cómo ha cambiado nuestra ciudad. Siempre hemos estado con extranjeros, con peruanos y bolivianos, pero esto ha pasado todos lo límites y hay una delincuencia terrible», dijo a Efe la manifestante Patricia Pizarro.
Para este lunes hay un llamado a paralizar las actividades en Iquique, incluido el puerto y al que se han sumado los camioneros, que amenazan además con bloquear la entrada y salida de la ciudad.
El fiscal de Tarapacá, la región a la que pertenece Iquique, Raúl Arancibia, aseguró esta semana que los homicidios aumentaron en un año un 183 % y que han surgido bandas criminales «extremadamente violentas», con métodos y delitos que no se habían visto antes en el norte del país.
«La gente está cansada de la delincuencia y de la desmedida y descontrolada llegada de migrantes, hay asaltos por doquier, no se puede vivir así», indicó a Efe la manifestante Carolina Campos.
Ni la pandemia ni la crisis social que se extendió durante más de un año en 2019 han alejado el deseo de migrar a Chile, uno de los países más atractivos dentro de América Latina por su estabilidad política y económica.
Tras un pico de entradas en febrero del año pasado, la crisis se agudizó en octubre, con cientos de extranjeros, principalmente venezolanos, vagando por distintas localidades del norte del país, lo que obligó al Gobierno chileno a anunciar la construcción de varios albergues para atender la crisis.
La Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) alertó el pasado diciembre que cerca de 500 refugiados y migrantes venezolanos, incluidos niños, cruzan diariamente por pasos fronterizos irregulares entre Bolivia y Chile y llegan al país «tras varios días sin comer, con deshidratación, hipotermia y mal de altura».
En lo que va de año ya han muerto al menos dos personas tratando de cruzar la frontera y al menos 23 desde que se inició el flujo masivo en febrero de 2021.
En Chile hay 1,4 millones de migrantes, lo que equivale a más del 7 % de la población, y los venezolanos son los más numerosos, seguidos de peruanos, haitianos y colombianos.