Democracia y dictadura versus Ucrania

Angel Barriuso

 Cuando Putin decidió la intervención militar en Ucrania parecía un conflicto bélico por el control tradicional de bienes importantes del subsuelo ucraniano. Es la deducción más simple desde el punto de vista del análisis geopolítico: alguien quiere el petróleo o los recursos minerales diversos. En buen criollo, algo así como “coca, mandó la ley”.

 Sin embargo, Putin, igual decir Rusia, ha sido claro al mostrar su mayor preocupación y, en consecuencia, la razón de su intervención militar contra viento y marea. Dividió la opinión de los izquierdistas en el mundo, de manera que la socialdemocracia y otros tantos de la llamada izquierda tradicional manifiestan su condena a Rusia. Y hasta los cubanos son vistos sancionándolo, aunque con cierta cautela.

 Estados Unidos, desde la Casa Blanca, optó por un camino ideológico tradicional, mientras parte del mundo ha actuado desde sus necesidades económicas por aquello de las circunstancias en momentos difíciles. El gobierno estadounidense resolvió que su camino, como en otros tiempos, era la defensa de la democracia contra apetitos desmedidos de un rabioso dictador. Así quiso Washington que viéramos el asunto.

 Putin insiste en un solo argumento para su defensa: la OTAN, vía Estados Unidos y sus aliados, viene provocando a Rusia cercando su territorio y, por tanto, disminuyendo potencialmente su capacidad de maniobra político-militar. Poco a poco, antiguas repúblicas de la desaparecida URSS, que en su tiempo se declararon independientes, han ido comportándose en contra de los lineamientos rusos, con su mirada en occidente. Sin embargo, arriman contra la pared a sus antiguos amigos, los rusos.

  Nada de ingenua tiene la conducta de esas repúblicas, entenderá Putin, convencido de que responden al interés exclusivo de la OTAN, lo mismo decir de Estados Unidos, motivo por el cual al anunciar la intromisión militar Rusia en Ucrania esgrimió precisamente sus constantes advertencias a la OTAN, igual decir a Estados Unidos.

  En tal sentido, la explicación de  Kissinger sobre este enfrentamiento termina dándole razones a los rusos/Putin, indicando que hay motivos históricas y de otra índole que arrastran a Rusia en contra de Ucrania, en esencial en su necesidad por la defensa territorial. En tal sentido, Rusia fue sincera: nos cercan. Es una alambrada, digo yo.

  Entre “demócratas y dictadores”, Ucrania también luce dividida, por cuanto hay una parte de su población es origen ruso y la otra con otros antecedentes étnicos. Y ciertamente hay un segmento de su población que rechaza ese pasado que le huele a URSS, viendo a Rusia como la vuelta al pasado, en tanto quisieran integrarse a Europa, sentirse europeos, en pleno rechazo a su pasado.

  Mientras, podría interpretarse que Rusia intenta ganar tiempo cuando participa en una mesa de negociaciones, y quizás poniendo el tiempo a su favor, o el tiempo como cortina de humo. Y se comenta que los rusos han salido ganando con las sanciones internacionales, porque “han tenido tiempo” para jugar incluso a la bolsa de valores.

  En ese contexto, China se presenta equidistante, consciente de su cercanía con Rusia.

  Quienes siguen los asuntos geopolíticos tienen suficiente materia para su estudio, puesto que Rusia y Ucrania tienen un gran valor geopolítico, y estimo que mayor lo es Ucrania. Es en cuanto a opinión pública que Rusia/Putin lucen perder terreno.  A simple vista, Ucrania es la víctima. ¿Qué cuán inteligencia política mostrará Rusia en los próximos días, en especial en tanto estén sentados aparentemente negociando la paz o la redistribución del espacio político y territorial?

  Ahora bien, una cosa habla China al mundo y otra es la que le estaría diciendo a sus conciudadanos, a su pueblo, y les habría explicado que hace 20 años Ucrania se divorció de su esposo Rusia. Este matrimonio tuvo hijos. El esposo (Rusia) fue generoso y le dejó a su esposa una gran herencia, e incluso pagó sus deudas, 200 millones de dólares. Pero tras el divorcio comenzó a coquetear con un matón del pueblo y una banda de ladrones. La ex esposa sólo escuchaba la opinión externa y comenzó a atacar a su ex esposo. Luego, su ex esposo (Rusia) se enojó y le quitó un hijo a la fuerza, Crimea. La ex esposa, enfurecida, dijo que se casaría con OTAN….y más o menos, los chinos habrían contado esta historia.

  La personalidad de Putin, captada a través de los medios periodísticos, se ajustaría al perfil que Estados Unidos ha logrado colocar para fortalecer una opinión pública en torno a un dictador, un individuo irracional, obsesivo. Norteamérica ha ido siempre a salvar a la humanidad, a renovar las democracias, muy a pesar de sus intervenciones militares desmedidas, cual lo hizo en Panamá, desde don arrastró hasta sus cárceles en Estados Unidos al ex general Manuel Antonio Noriega.

  Para llegar a la verdad de las intenciones de un lado o del otro hay que ver los hechos en un microscopio, porque en estos momentos abundan las mentiras como polen que lleva el viento. La pasión jamás será la mejor consejera. El tiempo a tiempo, lo mejor, porque hay motivos razonables de un lado como del otro. Y será un poco difícil apostar a la autoderminación de los pueblos, precisamente por ese polen que va con el viento.

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