A la orilla del Ozama: residuos siguen acumulándose en estaciones que debieron cerrarse hace dos años

Santo Domingo, 3 de octubre de 2025 —Pese a que debieron estar cerradas desde 2022 por disposición del Ministerio de Medio Ambiente, las estaciones de transferencia de residuos en Santo Domingo Este y el distrito municipal de San Luis siguen operando, desafiando resoluciones oficiales, decretos presidenciales y la propia salud del río Ozama, una de las principales fuentes de agua del Gran Santo Domingo.

De acuerdo a a una crónica de Diario Libre que recorrió recientemente la estación de transferencia de Cancino, ubicada a pocos metros del margen del Ozama. Allí, entre una nave industrial y una montaña de neumáticos usados, aún se depositan diariamente toneladas de residuos sólidos.

Parte de estos desechos son posteriormente trasladados por volquetas hacia el vertedero de Gautier, en Boca Chica. Sin embargo, la presencia constante de basura contraviene abiertamente la resolución 0006-2022, firmada en su momento por el fallecido ministro Orlando Jorge Mera, que ordenaba el cierre total de esta estación por estar dentro del área protegida Humedales del Ozama.

A este incumplimiento se suma un nuevo mandato que también es desatendido: el Decreto 531-25, emitido el pasado 11 de septiembre por el Poder Ejecutivo, que declara de «alta prioridad» la protección de los ríos Ozama e Isabela. A pesar de esa declaratoria, el depósito de residuos en Cancino sigue activo.

El alcalde de Santo Domingo Este, Dío Astacio, admite que la estación continúa operando, aunque defiende que se mantiene bajo control de la alcaldía. “La basura que hay es la de siempre, salvo cuando se daña un camión o pasa algo”, dijo, justificando la situación por la reciente suspensión del financiamiento del transporte de desechos que antes era cubierto por el fideicomiso DO Sostenible.

“Ahora hemos tenido un desafío porque ya el fideicomiso no está pagando el transporte… fue una medida que se tomó desde los fideicomisos de dejar que los destinos finales paguen el transporte. Es la realidad, no estamos de acuerdo con el tema”, agregó Astacio.

El problema es de proporciones mayúsculas: Santo Domingo Este, el municipio más poblado del país con más de un millón de habitantes, genera entre 1,500 y 1,600 toneladas de basura por día. Gran parte de esos residuos hacen escala en Cancino antes de ser llevados al vertedero final.

Mientras tanto, en el distrito municipal de San Luis, el panorama es similar. Allí, un improvisado basurero que había sido intervenido a principios de este año por el fideicomiso DO Sostenible —tras un incendio que consumía el lugar desde hacía días— ha vuelto a llenarse. La directora municipal, Wendy Cepeda, había solicitado ayuda ante la falta de recursos, y aunque la intervención mitigó el problema momentáneamente, el vertido de basura continúa.

Hoy, la carretera que conecta con la Circunvalación Norte está prácticamente tapada de desechos, y los residuos sólidos ya se encuentran peligrosamente cerca del río Ozama, en abierta violación al decreto presidencial y a las resoluciones ambientales vigentes.

Comentarios
Difundelo