Abinader, basta de endeudarse para no hacer nada

Yudelis Méndez

El presidente Luis Abinader no tiene forma de explicar a dónde han ido a parar más de seis trillones de pesos que ha manejado en los cinco años que tiene gobernando a la República Dominicana.

Durante los primeros años del gobierno que inició el 16 de agosto de 2020, Abinader se dedicó a culpar los gobiernos pasados de las carencias económicas y sociales del país, olvidándose que él fue elegido para dar soluciones y no para hacer lamentaciones o justificar su inacción culpando a otros.

Abinader ha sido el gobernante que más ha endeudado al país, a un ritmo de 6,000 millones de dólares cada año, que es lo mismo que decir, 500 millones de dólares mensuales o 16.6 millones de dólares cada día.

Cuando se suma esa astronómica cantidad de dinero tomado prestado con los ingresos fiscales (impuestos, tasas y aranceles), el gobierno ha dispuesto de fondos suficientes para llenar de obras a este país, pero no ha hecho nada.

Si se compara la “obra de gobierno” de Abinader con la de Leonel Fernández, que manejó una tercera parte de ese dinero, la diferencia es abismal.

Mientras Abinader no puede mostrar una sola obra de infraestructura importante y funcional, Leonel construyó los túneles, elevados, el Metro de Santo Domingo, las autopistas de la región Este, las extensiones de la UASD y el campus universitario, remodeló y dio seguridad a todas las escuelas y liceos del país, impidiendo el bandidaje que invadía los planteles.

Abinader es el gobernante dominicano que más dinero ha manejado en cinco años y es el presidente que menos ha invertido en obras de infraestructura.

Es que no ha hecho nada, no tiene qué mostrar gobernando con mayoría en el Congreso Nacional y en las alcaldías de todo el país.

Si los gobiernos pasados cogían préstamos, por lo menos construían obras de progreso para el país, pero el de Abinader y el Partido Revolucionario Moderno (PRM) cogen los financiamientos y no hacen nada. ¿Adónde va el dinero, entonces?

Peor aun, además de que no ha hecho nada por el país, en sus manos han colapsado todos los servicios públicos, como la educación, la salud, la electricidad, el agua potable, la recogida de basura, entre otros.

En materia económica, los agricultores dominicanos están quebrados mientras los comerciantes que importan alimentos son los nuevos ricos aprovechándose del dinero que le presta el gobierno.

Las supuestas obras para el turismo que realiza el gobierno desde hace cinco años en Pedernales son en terrenos del Estado, con fondos del Estado, para una vez estén terminadas entregarlas al sector privado que las explotará sin aportar ni un solo centavo en su desarrollo.

Así se gobierna para una minoría socia privilegiada del Presidente, pero no para el pueblo que no ve solución a los problemas que arrastra por años y padece cada día.

Por favor, Abinader, nosotros no somos estúpidos, deje de hundir a la República Dominicana, un pueblo humilde que es hijo de Dios.

El pueblo dominicano merece un gobierno que trabaje, que sea honesto, que estimule la educación de sus jóvenes y niños, que aporte soluciones de salud y esperanza para las presentes y futuras generaciones.

Comentarios
Difundelo