Abinader prioriza la seguridad de República Dominicana en relación con Haití

Santo Domingo, 9 septiembre – Durante una comparecencia el pasado viernes junto a Antony Blinken, secretario de Estado de Estados Unidos, el presidente de la República Dominicana, Luis Abinader, expresó su deseo de normalizar las relaciones con Haití «en la medida de lo posible».

Sin embargo, enfatizó que la prioridad de su gobierno es garantizar la seguridad de los dominicanos, dada la inestabilidad que prevalece en la nación vecina, la cual no puede ofrecer esa misma seguridad a sus propios ciudadanos.

Abinader explicó que la relación bilateral dependerá del progreso que Haití logre en estabilizar su situación interna. A medida que el país vecino avance en términos de seguridad, la República Dominicana estará más abierta a retomar intercambios y colaboraciones.

«Nuestra intención es tratar de normalizar las relaciones, pero siempre respetando y cuidando la seguridad de la República Dominicana. La prioridad de nosotros como gobierno es la seguridad de los dominicanos», declaró el mandatario en una rueda de prensa posterior a una reunión privada con Blinken en el Palacio Nacional.

El presidente destacó que la crisis en Haití ha intensificado la presión migratoria hacia la República Dominicana, lo que ha tenido un impacto considerable en los servicios públicos, especialmente en los sistemas de salud y educación. Según Abinader, esta situación plantea no solo un desafío económico, sino también un riesgo para la seguridad nacional.

«En los hospitales públicos de República Dominicana, el 14 % de los internamientos y el 34 % de los partos son de inmigrantes indocumentados haitianos», indicó. Subrayó que este fenómeno es sin precedentes a nivel mundial.

Además, Abinader señaló que la presión migratoria también afecta el sistema educativo, donde el 6.5 % de los estudiantes matriculados, aproximadamente 147,000, son de origen haitiano. En este contexto, el presidente lamentó la falta de colaboración del Gobierno haitiano para resolver la crisis, contrastando esta actitud con la solidaridad que ha mostrado la sociedad dominicana hacia los ciudadanos haitianos.

El presidente también recordó un episodio reciente en el que el Gobierno haitiano declinó asistir a la ceremonia de juramentación de Abinader el pasado 16 de agosto. Según el canciller dominicano, Roberto Álvarez, la excusa del gobierno de Haití fue que el cierre de la frontera dificultaba su asistencia.

Sin embargo, Álvarez explicó que el 1 de agosto tuvo una conversación con la canciller haitiana, Dominique Dupuy, en la que discutieron la posibilidad de enviar una delegación al evento.

Durante la llamada, Dupuy preguntó si era necesario levantar el cierre del espacio aéreo entre ambos países para asistir. Álvarez aclaró que cualquier vuelo oficial del gobierno haitiano sería aprobado de inmediato, aunque los vuelos comerciales entre los dos países permanecen suspendidos por razones de seguridad.

A pesar de las tensiones políticas y de seguridad, República Dominicana ha continuado ofreciendo asistencia humanitaria a Haití. Por ejemplo, recientemente se informó que un policía keniano, herido en un enfrentamiento con pandillas haitianas, fue atendido en un centro de salud dominicano y dado de alta tras su recuperación. Este incidente refleja el rol continuo de la República Dominicana como un país solidario frente a la crisis haitiana.

Semanas antes, el 4 de julio, la vicepresidenta dominicana, Raquel Peña, reiteró el compromiso del país de brindar asistencia médica a los militares de la misión de Kenia en Haití, aunque aclaró que esta ayuda se ofrecerá únicamente en territorio dominicano.

Peña también subrayó que el país ha mantenido históricamente una postura solidaria al recibir a numerosas mujeres haitianas en las maternidades y clínicas dominicanas, a pesar de la carga que esto representa para el sistema de salud.

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