Abinader resalta inversión histórica en saneamiento de cañadas y presenta tercera etapa del proyecto Gurabo en Santiago
Santiago, 29 de septiembre de 2025. — El presidente Luis Abinader afirmó este lunes que su gobierno ha “redoblado esfuerzos” en el saneamiento e higienización de las cañadas en el territorio nacional, como parte de una política pública que busca transformar la calidad de vida en las ciudades.
El anuncio se produjo durante su encuentro semanal con la prensa, realizado en el Parque Lineal B del sector Gurabito, en Santiago de los Caballeros, donde presentó los avances de la tercera etapa del proyecto de rescate del arroyo Gurabo.
El mandatario sostuvo que la limpieza y adecuación de cañadas constituye un eje central de su gestión, al considerar que “sanear las cañadas es sanear las ciudades”.
En ese sentido, recordó la intervención realizada en Cristo Park, antiguo vertedero de aguas residuales en Cristo Rey, Santo Domingo, que fue transformado en un espacio digno para la comunidad. “Lo mismo se está haciendo con unas 45 cañadas en todo el país. Ya se han inaugurado 12 en Santo Domingo, y seguimos avanzando”, expresó.
El jefe de Estado destacó que, en comparación con administraciones anteriores, su gobierno ha invertido casi “cinco veces más” en proyectos de agua potable y saneamiento.
“Para nosotros es fundamental el agua”, enfatizó, al resaltar que esta política es parte de una visión integral que combina dignificación social, cuidado ambiental y recuperación de espacios urbanos.
El caso emblemático del arroyo Gurabo
Abinader calificó el saneamiento del arroyo Gurabo como un ejemplo nacional en materia de diseño, planificación y ejecución. Recordó que la idea fue impulsada originalmente por el entonces senador Eduardo Estrella, quien retomó un planteamiento del expresidente Joaquín Balaguer sobre la necesidad de sanear primero ese arroyo para poder rescatar el río Yaque del Norte.
“Este arreglo, este saneamiento del arroyo Gurabo empezó con una idea de Eduardo Estrella. Yo recuerdo también a mi padre, que venía al Hoyo de Bartola en diciembre a ayudar a algunas familias, y siempre me hablaba de las difíciles condiciones en que vivían esas personas”, señaló Abinader.
La nueva etapa del proyecto contempla el traslado de unas 100 viviendas ubicadas en zonas de riesgo, con el objetivo de garantizar la seguridad y dignidad de sus ocupantes. “De la desgracia a la dignidad, así definimos este esfuerzo”, expresó el mandatario.
Durante el encuentro, se presentó un video con imágenes comparativas del antes y después de la intervención, lo que permitió evidenciar el impacto de los trabajos realizados.
Impacto social y ambiental

Wellington Arnaud, director del Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (INAPA), explicó que la transformación del arroyo Gurabo tiene una doble importancia: por un lado, mejorar la calidad de vida de miles de familias, y por otro, contribuir al saneamiento integral del río Yaque del Norte.
Arnaud recordó que antes de la intervención, cientos de familias vivían en condiciones de extrema pobreza y vulnerabilidad. “Esto es un sueño hecho realidad”, dijo el funcionario, al resaltar que ya se han reubicado más de 1,200 familias que vivían a orillas del arroyo.
El proyecto busca evitar que los desechos y la contaminación que antes fluían hacia el río Yaque del Norte continúen dañando su cauce, lo que representa un beneficio ambiental para toda la región del Cibao.
Aportes recientes y obras complementarias
El mandatario informó que el Gobierno transfirió 658 millones de pesos a la alcaldía de Santiago para apoyar las labores de saneamiento, en el marco de un proyecto más amplio que incluye el remozamiento integral del Hospedaje Yaque, la construcción del Mirador del Yaque en la zona conocida como “Nueva York Chiquito” y otros trabajos de infraestructura urbana.
“Este es un gran proyecto, queríamos señalarlo el día de hoy. Tiene un impacto integral y trascendental para Santiago y para todo el país”, afirmó Abinader.
El presidente reiteró que el saneamiento de cañadas forma parte de una estrategia nacional de urbanismo y salud pública, que no solo atiende la infraestructura física, sino que también responde a las necesidades de dignidad humana y sostenibilidad ambiental.
“Sanear las cañadas es sanear las ciudades. Esa es la visión con la que estamos trabajando”, concluyó.