Académico afirma Haití necesita una renovación profunda de su liderazgo para superar la crisis

SANTO DOMINGO, 18 Diciembre. – “Haití debe abrir paso a una nueva generación de dirigentes, capaces de mirar hacia el futuro con una visión de desarrollo sostenible y sentido de responsabilidad colectiva. Solo así podremos salir del abismo en el que nos encontramos”.

 Con estas palabras, el exviceministro haitiano de Agua Potable y Saneamiento, Guito Edouard, resumió la urgencia de un cambio estructural en la política de su país.

Edouard, quien ocupó funciones durante la administración del presidente Jovenel Moïse, asesinado en julio de 2021, ofreció estas declaraciones en una amplia entrevista concedida al programa Propuesta de la Noche, producido por el periodista Manuel Jiménez en Tekleimpacto canales 52 y 22.

Desde una perspectiva crítica, pero propositiva, el también académico formado en Cuba y España desgranó las causas históricas, políticas y sociales del colapso institucional haitiano.

Con estudios en ciencias matemáticas en la Universidad de Santiago de Cuba y en biometría y estadística en la Universidad de Barcelona, Edouard destacó que la actual crisis haitiana no es un fenómeno reciente, sino el resultado de décadas de malas gestiones, falta de consensos y ausencia de una visión de Estado.

“Durante 40 años hemos tenido líderes que no han sabido poner los verdaderos problemas del país sobre la mesa. Todo se ha acumulado hasta llevarnos a este punto”, afirmó.

Raíces históricas de la inestabilidad

El exfuncionario haitiano propuso una mirada más profunda para entender la inestabilidad crónica de su país. Explicó que la colonización francesa dejó una herencia de explotación sin transferencia de estructuras de gobernabilidad, a diferencia del modelo español en la parte oriental de la isla, donde se desarrolló una colonización de asentamiento.

 “No nos identificamos con una metrópoli. No hubo un proceso de construcción institucional que facilitara la consolidación de un estado-nación”, explicó.

Esa desconexión histórica, según Edouard, ha provocado una fragilidad estructural en la identidad nacional haitiana, lo que ha dificultado la gobernanza y la cohesión social.

 A esto se suma el continuo éxodo de profesionales e intelectuales, fenómeno que calificó como una fuga de cerebros con efectos devastadores.

“Cuando los intelectuales abandonan el país, el vacío es ocupado por personas no preparadas, lo que perpetúa modelos de poder frágiles, excluyentes y clientelistas”, advirtió.

Comparación con la República Dominicana

Durante la conversación, Edouard hizo una comparación entre el sistema político haitiano y el dominicano, señalando con admiración la cultura de alternancia democrática que se ha consolidado en ese país vecino.

 “En República Dominicana, las elecciones tienen resultados claros y se respetan. Existe una aceptación institucional de la derrota. En Haití, en cambio, todo proceso electoral termina en cuestionamientos, violencia o intervención extranjera”, señaló.

Además, criticó la influencia de “manos externas” que, a su juicio, interfieren constantemente en los procesos electorales haitianos, agravando la inestabilidad política, la inseguridad, la migración y la falta de desarrollo económico.

“Esas injerencias, sumadas a nuestra debilidad institucional, han generado un ciclo vicioso del que es difícil salir”, sostuvo.

El asesinato de Moïse y el auge de las bandas

Uno de los puntos más sensibles de la entrevista fue el análisis del magnicidio de Jovenel Moïse, al que Edouard definió como el inicio de una escalada de violencia y descomposición.

Recordó cómo vivió aquella noche del 6 de julio de 2021, cuando recibió llamadas de urgencia por parte del equipo cercano al mandatario, informándole del ataque y, finalmente, de su muerte.

A raíz de ese hecho, explicó, el país fue invadido por bandas armadas que tomaron el control de zonas urbanas y rurales, exacerbando la inseguridad.

“Haití no produce armas ni municiones, pero estas llegaron en cantidades alarmantes. Eso solo se explica por la existencia de una red de complicidades internas y externas”, denunció.

Pese a todo, Guito Edouard se mostró esperanzado. Llamó a construir un nuevo liderazgo, “honesto, preparado y comprometido con el bien común”.

Afirmó que esa renovación no solo beneficiaría a Haití, sino también a la República Dominicana, con la que comparte territorio, historia y desafíos.

 “Es urgente sentarnos a dialogar, a construir una visión común de futuro en esta isla que compartimos”, concluyó.

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