Alcaraz supera a Zverev en la final y logra su primer Roland Garros
París, 9 junio .- El español Carlos Alcaraz consiguió su primera corona en Roland Garros y su tercer Grand Slam, tras remontar en la final contra el alemán Alexander Zverev, a quien venció por 6-3, 2-6, 5-7, 6-1 y 6-2 en 4 horas y 19 minutos.
El tenista de 21 años, que gracias a esta victoria ascenderá al número 2 del mundo, se dejó caer sobre la tierra batida de la pista Philippe Chatrier antes de ascender a la grada donde estaba su equipo y su familia y abrazar a su abuelo, a sus padres y hermanos.
Alcaraz se convierte en el décimo español que se alza con el Grand Slam de tierra batida, suma el triunfo número 26 de españoles en París y en el más joven ganador de trofeos grandes en las tres superficies.
Además, es el segundo vencedor de Roland Garros más joven, por detrás de Rafa Nadal, los dos únicos que han ganado el torneo antes de cumplir los 22.
Alcaraz sigue la estela de Nadal
En el día de la región de Murcia, de la que es originario el español, Alcaraz se alzó con el torneo dos años después de que Nadal levantara el último de sus catorce (2005, 2006, 2007, 2008, 2010, 2011, 2012, 2013, 2014, 2017, 2018, 2019, 2020 y 2022), e inscribe su nombre en una nómina que abrió Manolo Santana en 1961 y que, tras renovarlo en 1964, ampliaron Andrés Gimeno (1972), Arantxa Sánchez Vicario (1989, 1994 y 1998), Sergi Bruguera (1993 y 1994), Carlos Moyá (1998), Albert Costa (2002), Juan Carlos Ferrero (2003) y Nadal.
El propio Alcaraz reconoció que Roland Garros no es un torneo como los otros cuando eres español y su victoria le consagra como el estandarte de la hornada nacida en el nuevo siglo, la que está llamada a tomar el relevo del ‘Big 3’.
Al contrario que Zverev, que cuatro años después de haber perdido en Estados Unidos la final contra el austriaco Dominic Thiem tras llevar dos sets arriba volvió a desperdiciar una ventaja para anotarse su primer Grand Slam.
Un golpe duro para este representante de la generación de los 90, encajonada entre la larga sombra del ‘Big 3’ y la pujanza de los que vienen pegando fuerte.
A sus 27 años, le faltó algo de aliento para imponerse en la final y rematar su extraordinaria racha de doce victorias consecutivas que inició en el pasado torneo de Roma, donde sumó su sexto Masters 1.000.
Un duelo igualado
Pero esta derrota dejará huella en la mente del alemán, por la forma en la que se produjo y por el escenario, el mismo en el que en unos meses buscará renovar su oro olímpico.
Mientras Europa elegía a su nuevo parlamento, Roland Garros buscaba un nuevo rey, el año en el que el de hierro, el que tiene una estatua que para siempre recordará sus 14 títulos, Rafa Nadal, había dicho adiós con 38 años en primera ronda y que el único que le ha hecho algo de sombra sobre la tierra batida, el serbio Novak Djokovic, se había marchado con una lesión a los 37.
El combate prometía ser de alta intensidad, porque las previsiones no se inclinaban de forma clara por ninguno, como las encuestas que lo dejan todo a ver qué deciden a última hora los indecisos.
Muy claro lo tenía Carlitos, que llegaba de una batalla sin piedad contra el italiano Jannik Sinner, el virtual número 1 del mundo, de la que salió victorioso por fe y constancia y que no parecía querer otro sufrimiento.