ALERTA: El historiador Alejandro Paulino Ramos retrata a Bobadilla
Juan Freddy Armando
Inicio hoy la publicación de un excelente análisis del destacado historiador Alejandro Paulino Ramos sobre Tomás Bobadilla, basado en su propio juicio y el de otros valiosos historiadores. Aquí va la primera parte:
“La siguiente frase, escrita por Tomás Bobadilla justificada en su interés de que prevaleciera el “sosiego y el orden público” y de paso denostar a los trinitarios y a su líder Juan Pablo Duarte, aparece citada en “Personajes Dominicanos”, del historiador Roberto Cassá”.
Patriotismo de Duarte versus traición de Bobadilla
“La paz está restablecida en todo el país, pues el sosiego público que se había turbado con el nombramiento ilegal para presidente de la República, a Juan Pablo Duarte, cuyos servicios son ignorados, y eran desconocidos; joven inexperto que lejos de haber servido a su país, jamás ha hecho otra cosa que comprometer su seguridad y las libertades públicas: pero los amantes del orden y de los principios, los buenos patriotas se apresuraron a poner remedio a esta especie de calamidad”. El remedio: apresar a Duarte y los suyos, amenazarlos de muerte, posteriormente expulsarlos del país “a perpetuidad”, como si fueran delincuentes, diciendo que eran enemigos de la Patria, y mientras tanto, él, Tomas Bobadilla se autodefine, junto al anexionista Pedro Santana, como uno de “los buenos patriotas” de la República.
Patriota, Héroe de la Patria, no es quien ha vivido medrando de ella durante sesenta años, hermanado, solidario y servil con sus enemigos. Héroes de la Patria son los que se sacrifican por ella, luchan por su emancipación y progreso y dan su vida para su preservación, evitando que perezca. En ese tenor, se puede decir que Juan Pablo Duarte es el más excelso símbolo del patriotismo, mientras que Tomas Bobadilla trasciende su época como el más traidor de la existencia de República Dominicana.
El rastro de la vida antipatriota de Tomas de Bobadilla está marcado en la historia, sustentado por los hechos en que, como principalísimo actor, participó desde su juventud hasta los días de su muerte. Es suficiente con tomar algunas notas históricas para verlo actuando mancomunado siempre con el poder extranjero, y queriendo dar muestra de lo contrario, entonces guiado por sus propios intereses y afán de principalía y control del Estado, para imponerse siempre contra los defensores de la Patria.
Conducta antipatriótica de Bobadilla: apoyó a la ocupación haitiana de 1822
Ejemplos de la referida actitud quedan anotados en documentos y textos ignorados o manipulados por sus apologistas:
Manuel Tomás Rodríguez, en su texto “Dos temas de la historia: Don Tomás Bobadilla; La Religión de los Indios”, publicado en Santo Domingo, en 1941, apunta, al referirse a la ocupación haitiana de 1822 y la forma en que Tomás Bobadilla se benefició de ella, lo siguiente:
“De ahí en adelante va recorriendo diferentes posiciones hasta que, desaparecida la emoción de la Independencia Efímera en que Núñez de Cáceres es campeón, Bobadilla figura en la Comisión de Gobierno que implantara Boyer en la parte Este de la Isla y que presidía Borgellá. A principios del año 22 forma parte de la Comisión de los Siete, encargada de recibir las reclamaciones sobre las propiedades abandonadas por sus dueños en La Española”. (…). El general Borgellá, gobernador del departamento Este con asiento en la ciudad de Santo Domingo, veía en Bobadilla un entusiasta colaborador, inteligente y diestro, distinguiéndolo con su amistad y honrándolo con sus atenciones. Don Tomás, como muchos otros dominicanos, defendía con ardor la dominación haitiana”.
Bobadilla condena a muerte a los patriotas
En defensa de sus protectores extranjeros, Bobadilla asumió la condición de verdugo juzgando y condenando a muerte a los conjurados en la “Conspiración de los Alcarrizos” en 1824, los que apresados, juzgados y asesinados por el gobierno haitiano. Contó con su principalísima participación, pues como lo apunta Manuel Tomás Rodríguez, el acontecimiento lo encontró “siendo Comisario de Gobierno, en cuya calidad intervino en el tribunal que los condenó”. (p. 15).
Y cuando Los Trinitarios, encabezados por Juan Pablo Duarte, en su táctica de derrocar al dictador haitiano para debilitar el poder extranjero y luego proceder a proclamar la separación e independencia, asumieron la decisión de luchar contra el poder extranjero que oprimía a los dominicanos, aun tuvieran que unirse con los liberales haitianos que enfrentaban la dictadura de Boyer; Duarte, que era quien dirigía la acción y dio la cara en las calles de la entonces ciudad de Santo Domingo; entonces encontraremos a Tomas Bobadilla sirviendo al poder extranjero, en la persecución de los duartistas, formando parte de la comisión que investigó la conspiración en la que estaban implicados los dominicanos, aunque también luego se escribió que en esa condición, ayudó a evitar la muerte de varios independentistas, con los que ya comenzaba un acercamiento tildado de oportunista, por lo que “fue de los primeros en llegar al baluarte del Conde, conjuntamente con los principales conjurados”; sin embargo, en la nota comentada escrita por su biznieto José Bobadilla se dice, sin mostrar una sola prueba que así lo demuestre de que Tomas Bobadilla fue “quien la calculó, la pensó y la proclamó” la Independencia.