Alerta por cólera en Haití agrava crisis electoral y representa amenaza sanitaria para República Dominicana

Santo Domingo, 18 de octubre. – El nuevo brote de cólera confirmado oficialmente por el Ministerio de Salud Pública y Población de Haití el pasado 15 de octubre ha desatado una grave alarma sanitaria en el país vecino, comprometiendo aún más la frágil posibilidad de celebrar elecciones el 15 de noviembre y elevando el nivel de riesgo epidemiológico para la República Dominicana.

De acuerdo con un artículo del periodista Guillermo Pérez, publicado en el periódico Listín Diario, la emergencia por cólera se suma a la ya crónica inseguridad provocada por las bandas armadas, lo que convierte el proceso electoral haitiano en un escenario inviable. El resurgimiento de la enfermedad se ha focalizado en áreas densamente pobladas de Puerto Príncipe como Delmas, Cité-Soleil y Pétion-Ville, todas declaradas en “alerta roja”.

Pérez advierte que reunir grandes cantidades de ciudadanos en centros de votación en estas condiciones sería una “catástrofe epidemiológica”, debido a la falta de acceso a agua potable y servicios básicos de saneamiento. En lugar de recursos electorales, las autoridades haitianas deben redirigir todos sus esfuerzos hacia la contención de la epidemia.

La crítica situación del sistema de salud haitiano impide responder adecuadamente a esta emergencia. Hospitales como el Universitario Estatal de Haití han sido objeto de asaltos armados, lo que agrava aún más el colapso institucional.

En su análisis, Pérez considera que continuar con los preparativos para las elecciones sería un acto de “profunda irresponsabilidad”, dada la alta probabilidad de una participación mínima, el riesgo de violencia y la propagación masiva del cólera. Por tanto, sugiere que el Consejo Presidencial de Transición debe anunciar de manera definitiva la suspensión del proceso comicial.

Amenaza directa a la República Dominicana

El brote de cólera en Haití no solo afecta el ámbito interno de ese país, sino que representa una amenaza directa para la República Dominicana. La constante migración irregular a través de la frontera binacional expone a comunidades vulnerables en territorio dominicano al riesgo de un contagio secundario, especialmente en zonas fronterizas donde persisten deficiencias en agua potable y condiciones de salubridad.

Según advierte Pérez, las autoridades dominicanas deben declarar una alerta sanitaria máxima y reforzar las medidas de vigilancia epidemiológica en los puntos fronterizos, sin descuidar la gestión humana de los casos sospechosos. También se deben asegurar condiciones seguras para el personal sanitario y militar asignado al control migratorio.

Llamado a reforzar el sistema de salud local

En el plano interno, el Ministerio de Salud Pública dominicano debe garantizar la disponibilidad de insumos médicos esenciales en hospitales y centros de atención primaria, en especial en provincias fronterizas. Asimismo, se requiere una intensificación de las campañas de educación sanitaria sobre medidas preventivas como el lavado de manos y el consumo de agua tratada.

La presión sobre los servicios de salud y la seguridad pública en República Dominicana podría incrementarse si continúa la migración de ciudadanos haitianos que buscan asistencia médica y protección ante el colapso institucional en su país.

Pérez concluye que ante este escenario de doble amenaza —sanitaria y migratoria—, las autoridades dominicanas deben mantener vigilancia permanente sobre lo que ocurre en Haití, prestando atención continua a todo el cordón fronterizo para evitar la propagación del brote hacia territorio nacional.

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