Amenazas de muerte y acoso a cirujano y periodistas: Un caso alarmante en República Dominicana

Santo Domingo, 23 de septiembre – La situación se ha vuelto crítica tras la denuncia pública del cirujano plástico Juan Stanley, quien informó que tanto él como su familia están siendo víctimas de acoso y amenazas de muerte por parte de una mujer identificada como Carla Fitch.

La denuncia, hecha durante un programa de El Nuevo Diario TV, ha desencadenado una serie de eventos inquietantes, incluyendo la extensión de dichas amenazas a colaboradores de este medio.

El caso tomó mayor relevancia cuando Fitch, en una serie de mensajes enviados a través de la aplicación de mensajería WhatsApp, amenazó directamente al director del periódico El Nuevo Diario, así como a los comunicadores Jaime Ricón, Julio Samuel Sierra y Aneury Ramírez, quienes forman parte del equipo del programa donde Stanley hizo su denuncia.

Las intimidaciones no solo incluían represalias personales, sino que Fitch también alegaba tener el poder suficiente para afectar gravemente a los mencionados profesionales.

En sus mensajes, Carla Fitch afirmó haber sido clara al exigir que se eliminara la noticia relacionada con la denuncia del cirujano. Al no cumplirse su demanda, la mujer respondió con amenazas aún más severas, asegurando que tenía el poder y las conexiones necesarias para eliminar a cualquier persona, incluso al «presidente» del país.

«Ahora están en mi lista negra y no iré a su maldito programa», escribió en uno de los mensajes, dejando en claro su intención de no solo intimidar, sino de ejecutar acciones violentas.

Además, Fitch insistió en que está protegida por su pareja, quien según sus palabras es «un hombre poderoso, un funcionario de alto rango». En sus amenazas, mencionó que la situación no se resolverá ni por la Fiscalía ni por los medios, sino cuando ella ordene el asesinato del doctor Stanley y de su familia. Estas declaraciones han generado alarma tanto entre las víctimas como entre otros profesionales del medio, que ahora también se sienten en peligro.

Fitch no solo se limitó a las amenazas. En sus mensajes, hizo alarde de tener conexiones influyentes dentro del Gobierno y el sistema judicial dominicano, sugiriendo que cualquier investigación en su contra sería infructuosa debido a su supuesta capacidad para evadir la justicia.

«Yo tengo poder hasta para matar al presidente», declaró, mostrando su desprecio por las autoridades y su confianza en que no sería arrestada ni por esta situación ni por otras órdenes de arresto pendientes en su contra.

Como parte de su escalada de intimidación, Fitch creó un grupo de WhatsApp titulado «Pasaron a Lista Negra», donde incluyó a los mencionados periodistas y otras personas que aparentemente también estarían bajo sus amenazas. La gravedad del asunto ha dejado en estado de alerta tanto a las víctimas directas como a sus compañeros de trabajo.

Reacción y llamado a las autoridades

Hasta el momento, las autoridades dominicanas no han emitido un pronunciamiento oficial sobre el caso, aunque se espera que inicien una investigación exhaustiva para determinar el alcance de las amenazas y ofrecer la protección necesaria a las personas involucradas. La denuncia pública y la gravedad de las acusaciones han generado preocupación en los círculos periodísticos y médicos, quienes temen por su seguridad ante las amenazas de una persona que asegura tener el poder de evitar la justicia.

El equipo de El Nuevo Diario, así como el doctor Stanley, han solicitado la intervención de las autoridades para garantizar su seguridad y prevenir que estas amenazas se conviertan en actos de violencia. La gravedad de la situación ha encendido las alarmas en un país donde la protección de la libertad de expresión y la seguridad ciudadana deben ser una prioridad para las instituciones.

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