Andrea Bocelli deslumbra al público dominicano en un espectáculo único en el Estadio Olímpico Félix Sánchez
Santo Domingo, 25 de febrero – El Estadio Olímpico Félix Sánchez se vistió de gala y agradeció la presencia de una propuesta vocal tan excepcional como la del renombrado cantante italiano Andrea Bocelli, quien ofreció una noche inolvidable el pasado sábado 24 de febrero. El público, ávido de buena música, desafió el cálido clima de la ciudad caribeña y llenó las gradas, desembolsando entre 4,000 y 71,000 pesos para sumergirse en la magia de la voz de Bocelli. Y ciertamente, valió la pena cada centavo.
El telón de esta experiencia única se levantó con la primera canción, «L´Arlesiane», interpretada pasadas las 9 de la noche. Desde ese momento, el tenor italiano dejó en claro por qué es considerado uno de los mejores cantantes del mundo, cosechando aplausos de un público que prácticamente abarrotó las áreas habilitadas para este íntimo encuentro musical.
El repertorio de Bocelli abarcó joyas como «Rigoletto», «I Lombardi», «El barbero de Sevilla», «La boheme» y «La Traviata». El concierto se dividió en dos actos, permitiendo al público disfrutar del talento de la soprano cubana María Aleida y del flautista italiano Andrea Griminelli en el primer tiempo. Ambos artistas recibieron merecidos aplausos tanto en solitario como en compañía de Bocelli.
En el segundo acto, tras una breve pausa, el escenario se iluminó con la presencia de la joven cantante neoyorquina Carolina Rial, quien acompañó a Bocelli en varios temas, incluyendo el éxito mundial del tenor, «Vivo per lei». Antes de su participación, Bocelli deleitó al público con una conmovedora interpretación en solitario de «Shallow», canción popularizada por Lady Gaga y Bradley Cooper en la película «A Star is Born».
El espectáculo también contó con la destacada participación del hijo de Bocelli, Matteo Bocelli, con quien interpretó el emotivo tema «Fall on me», demostrando que el talento vocal es innato en la familia.
Aunque la mayoría de las canciones fueron interpretadas en italiano, Bocelli no dejó de complacer a su audiencia local, sumando a su repertorio temas en español como «Granada», «En Aranjuez con tu amor», «Amapola» y «Bésame mucho». Cada canción fue recibida con entusiasmo, estableciendo una conexión inmediata entre el artista y los asistentes que se rindieron a sus interpretaciones con ovaciones.
La Orquesta Filarmónica Nacional, dirigida por Carlos Bernini y acompañada al inicio del concierto por Amaury Sánchez, añadió un toque mágico al evento. La presencia de 72 músicos dominicanos en el escenario, respaldados por un sistema de audio de última tecnología, garantizó una experiencia sonora única para todos los presentes.
A pesar de un pequeño contratiempo, cuando pareció que el micrófono de Bocelli estaba apagado, situación que se corrigió en segundos, la calidad del concierto no se vio afectada. El show fue producido por SD Concerts y el empresario artístico Saymon Díaz, quienes lograron crear una experiencia completa con la incorporación de bailarines criollos de danza aérea y contemporánea, así como proyecciones visuales en pantallas gigantes que enriquecieron la presentación.
El artista italiano cautivó con su versatilidad no solo vocal, sino también escénica, luciendo varios cambios de vestimenta a lo largo del espectáculo. Desde el riguroso negro hasta trajes azules y dorados, Bocelli mostró su dominio no solo en el arte vocal sino también en la presentación escénica.
La parte final del concierto fue un clímax emocional. Bocelli, consciente de la gratitud del público que había pagado por verlo, regresó al escenario dos veces más después de su despedida a petición del público. Para cerrar con broche de oro, interpretó dos de sus canciones más populares y desafiantes vocalmente: «O sole mio» y «Con te partirò», generando una ovación de pie por la calidad y emotividad de su actuación.
En sus 30 años de carrera, Andrea Bocelli ha dejado una huella imborrable en la música mundial, y su presentación en el Estadio Olímpico Félix Sánchez fue una celebración monumental de su legado. El público dominicano, agradecido y emocionado, transformó el estadio en un inmenso teatro para celebrar junto a Bocelli tres décadas de éxitos musicales y experiencias inolvidables.