Ángel Martínez pide disculpas públicas a Milagros De Camps tras querella por difamación
Santo Domingo, 30 mayo. – El comunicador e influencer radicado en Miami, Ángel Martínez, ofreció disculpas públicas a la exviceministra de Cambio Climático del Ministerio de Medio Ambiente, Milagros De Camps Germán, luego de que esta presentara una querella en su contra ante la Fiscalía del Distrito Nacional por presunta difamación e injuria.
En un video que circula ampliamente en redes sociales, Martínez reconoció haberse equivocado y admitió que fue injusto con De Camps. Además, la elogió públicamente, describiéndola como una joven brillante, con sólida formación y un futuro prometedor.
Martínez arrastra varias querellas previas por difamación, estafa y extorsión, y actualmente enfrenta una medida judicial que le prohíbe salir del país tras una demanda interpuesta por el diputado Sergio Moya (Gory).
La querella presentada por Milagros De Camps, que incluye constitución en actor civil, no solo está dirigida contra Martínez, sino también contra otras cinco personas: Franchesca Castillo, José Manuel Mesa, Lya Báez, Aquiles Jiménez y Kiko Schwerer.
La acción legal fue formalizada por los abogados Amauris Vásquez Disla, Diana De Camps Contreras, Paul Concepción, Mariela Santos Jiménez y Félix Santana Reyes, como parte de un conjunto de medidas iniciadas el 24 de enero de 2025.
El documento legal alega la presunta violación de la Ley 61-32 sobre Expresión y Difusión del Pensamiento y la Ley 53-07 sobre Crímenes y Delitos de Alta Tecnología. La demanda incluye una solicitud de indemnización por RD$10,000,000.00, monto que se destinaría a la protección y conservación del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SINAP).
La base de la acusación son publicaciones y videos difundidos en redes sociales, principalmente en YouTube y en las cuentas verificadas de los querellados, donde se propagó la alegación falsa de que Milagros De Camps estaba embarazada y que el supuesto padre sería el presidente de la República, Luis Abinader.
Los abogados de De Camps sostienen que la narrativa fue amplificada con lenguaje burlón, imágenes manipuladas y afirmaciones infundadas, lo que describen como una campaña de difamación sistemática y viral.
Según sus estimaciones, el contenido alcanzó a más de 400,000 personas en menos de diez días, generando un daño severo e irreparable a la honra, dignidad y reputación de la exfuncionaria.
Finalmente, los representantes legales subrayan que las expresiones proferidas no están amparadas por el derecho a la libertad de expresión, ya que se trata de “imputaciones falsas, ultrajantes y desproporcionadas”.
Consideran que este caso es un ejemplo claro de ejercicio abusivo de la libertad de expresión, donde “el pensamiento no es el motor de las declaraciones, sino el odio, la manipulación y el descrédito”.