Aromas de cariño nuevo

Por Juan Llado

Alardear nunca ha sido en mí una conducta recurrente, aunque confieso que durante algunos años de mi juventud fui presa de la arrogancia. Eso no rima con dos calificativos que me imputaron un par de prominentes intelectuales dominicanos: “soñador” y “arbitrista”. Y del menjurje resultante no necesariamente emana sabiduría. Pero ahora que el nuevo año trae “aromas de cariño nuevo” me permito ofrecer, con un dejo de osadía, algunos deseos para una nación que esta “en el mismo trayecto del sol”.

1. El primer gran deseo es que se acoja la propuesta del Listin Diario para que nuestros principales actores políticos materialicen un Pacto por la Concordia que catapulte nuestro desarrollo. Sus alcances deben limitarse a cuatro retos prioritarios: sistema eléctrico, evasión fiscal, salud y educación. Respecto a lo primero procede la venta de las EDES, para lo segundo una batida corajuda de parte de la DGII, en salud la atención primaria y en educación la prohibición de las huelgas de maestros y la evaluación de su desempeño.

2. El espíritu de concordia debe hacerse presente también en las relaciones entre Haiti y nosotros. La primera manifestación aspiro a que sea la construcción de dos maternidades donadas por nosotros en el territorio haitiano y, de ser necesario, operadas con personal dominicano. El permiso del gobierno haitiano debe ser el gesto de buena voluntad que debe provenir de nuestros hermanos y vecinos.

3. Pendiente de materializarse y necesarias para resarcir el honor nacional deben ya surgir las primeras condenas provenientes de todos los casos de malversación de fondos públicos durante el último gobierno peledeísta y de los sobornos de Odebrecht. Espero que el Ministerio Publico mande fiscales a Brasil a conocer los nombres detrás de los famosos “codinomes” y actúe en consecuencia.

4. Para limpiar su imagen y de una vez por todas, de las entrañas del Congreso debe surgir la iniciativa de eliminar los llamados “barrilito” y “cofrecito”. Lo mismo debe suceder con las onerosas exoneraciones para la importación de vehículos por parte de los legisladores. Ambas cosas son hediondas sarnas que ponen en entredicho su honorabilidad y cuestionan la alegada devoción de su servicio a la patria.

5. Dos grandes nudos gordianos lastran, por su lado, el desempeño financiero de la nación. El primero es el del déficit cuasifiscal, por mi atribuible a un mal manejo de la política monetaria. Un segundo embrollo es el de las AFP y su maligna dependencia de los títulos del Ministerio de Hacienda y del Banco Central. Nuestro manejo de las finanzas públicas ha mejorado bastante en este gobierno, pero mientras perduren estos entuertos “nos queda mucho por hacer”.

6. En turismo debemos aspirar a girar las prioridades hacia el mejoramiento del producto turístico. Para eso deberá disminuirse el protagonismo de la promoción turística internacional por parte del Estado, lo cual se ha usado con una publicidad local abrumadoramente populista. Y parte de los correctivos debe ser volver a llamar “turistas” solamente a los extranjeros y dominicanos no residentes que llegan por vía aérea. Los tres millones de cruceristas abultan las cifras sin que su contribución merezca que se engloben en los “visitantes”.

7. Ojalá y podamos lograr “hambre cero” para el 2028. Parece una meta difícil, pero el representante de la FAO dice que es posible. Todavía tenemos unos 3.5% de indigentes y esa pobreza extrema requiere prioritaria atención. No es cierto que este gobierno se haya desbordado con “asistencialismo”. En solidaridad con el 24% de la población que califica como pobre todavía resta también “mucho por hacer”.

8. En materia de inversiones se requiere con urgencia la extranjera para el proyecto de Cabo Rojo. Nuestra vicepresidenta viajo a Qatar en busca de inversionistas para eso y hace apenas dos semanas que nuestro presidente estuvo allá invitado por el Emir, reportándose que hablaron de inversiones. Como una delegación catarí estuvo visitando el proyecto no debería sorprender si se convierten en los socios estratégicos. Qatari Diar, la inmobiliaria catarí que posee hoteles, está ya presente en Panamá.

9. Una injustificada y cruel desidia de nuestros gobiernos y del Poder Judicial ha provocado las horribles condiciones del sistema penitenciario. Con un 70% de los privados de libertad que son preventivos se perpetra una soberbia injusticia por la mora de la justicia. A eso se añade el colosal hacinamiento de las cárceles. Urge pues acelerar la modernización del sistema y la terminación de la cárcel de Las Parras. El hecho de que los privados de libertad pudieran haber delinquido no les resta dignidad como seres humanos.

10. El decálogo de sueños se quedaría cojo sin la propuesta de dolarización de la economía. Para garantizar la estabilidad macroeconómica y disminuir el riesgo país esa medida sería la más efectiva para atraer la inversión extranjera. De paso impulsaría la inversión nacional al provocar una disminución significativa de la tasa de interés. Un país con una enorme dependencia del turismo funcionaria mucho mejor si defenestramos la moneda nacional y nos alineamos con El Salvador, Panamá y Ecuador, países que ya han dolarizado.

Las problemáticas aquí reseñadas reflejan sin duda la brújula moral de un “arbitrista”, (una “persona que propone proyectos o soluciones quiméricos, especialmente en el ámbito de la política y la economía”). Sin embargo, la realización de todas las soluciones en el nuevo año sería la pretensión irrealista de un “soñador”. Debemos oír la canción “Un Poco Mas”, cantada por Pablo Milanés, para que los “aromas de cariño nuevo” del 2025 nos impartan al menos la sabiduría elemental para acometer la búsqueda de soluciones con coraje y determinación. Admitamos que, para la nación, el agua no “se aclara sola al paso de la corriente”.