Así fue, así pasó
J.C. Malone
La República Dominicana desde el devastador ciclón de San Zenón del 29 de agosto de 1930, que arrasó con la capital de la nación y destruyó nuestro país a su paso, han surgido muchas instituciones que han fortalecido al Estado Dominicano, en casi 100 años de historia.
El 30 de mayo de 1961 con el ajusticiamiento del dictador Rafael Leónidas Trujillo Molina, se inicia un proceso de ebullición, de reclamos libertarios, descomposición social y crisis institucional.
Esa inestabilidad en medio de la guerra fría y la polarización entre dos superpotencias: Los Estados Unidos de Norteamérica gravitando de manera hegemónica en el hemisferio occidental y la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (U.R.S.S.), detrás de la cortina de hierro de la Europa Oriental y parte del continente asiático, crearon las condiciones en el mar Caribe Antillano, para que, estos polos opuestos estuviesen al borde de un conflicto bélico/nuclear con la crisis de los misiles de 1962, incitada y promovida por Fidel Castro Ruz, con el apoyo irrestricto del presidente del consejo de ministros de la antigua Unión Soviética Nikita Jrushchov, en contraposición con la gran nación del Norte y su democracia de casi doscientos años en ese entonces, bajo la presidencia de J.F.K..
Gracias a la Providencia y a los buenos oficios de la diplomacia de ambas potencias mundiales [E.E.U.U, y la U.R.S.S, hoy Federación de Rusia], se evitó una conflagración mundial, mediante la negociación y el entendimiento, logrando el desmantelamiento de los misiles con ojivas nucleares en Cuba.
La guerra fría por tanto, se extrapola a la República Dominicana, en términos geopolíticos, a raíz de lo cual, la posición geoestratégica de R.D. se considera como la frontera Sur de EE.UU..
En tales circunstancias, los poderes fácticos del país, la clase política y sus fuerzas vivas propiciaron elecciones libres en el 62’ en un clima de convulsión social, estableciendo los pilares de una democracia naciente e inestable y un gobierno democrático, pero frágil, en contraposición a los movimientos de izquierda que pululaban en el patio con fuerte arraigo e influencia de la revolución castrista instaurada en Cuba, años antes.
En ese contexto se crearon las condiciones para las elecciones generales celebradas en la República Dominicana el 20 de diciembre de 1962 que determinaron el ascenso al poder del Prof. Juan Bosch, bajo las siglas del P.R.D., obteniendo un 58.72% de los votos sufragados.
El profesor Bosch, gobernó el país por siete meses, dejándonos como legado la constitución de 1963, a decir de las mentes más preclaras y calificadas de la nación, como una de las constituciones más avanzadas de América.
La descomposición social desatada a raíz del golpe de Estado al gobierno constitucional del profesor Juan Bosch en 1963, dió inicio a una sangrienta guerra civil en 1965, que cobró la vida de muchos dominicanos y dominicanas de ambos bandos.
A raíz de lo cual, la operación de intervención militar al país, por segunda vez, en el siglo XX fue ejecutada por la fuerza anfibia de Infantería de Marina de los Estados Unidos y otros grupos operativos, el 28 de abril de 1965, repelidas y combatidas en lucha desigual en varios frentes, por los constitucionalistas al mando del Coronel Francisco Alberto Camaño Deñó y otros valientes dominicanos y dominicanas, que lucharon en cuerpo y alma por el restablecimiento del gobierno constitucional del profesor Bosch, al margen de las ideas comunistas existentes en aquel entonces.
El 1ro.de julio de1966, el Dr. Joaquín Balaguer, luego de haber ganado las elecciones generales celebradas el 1ro. de junio de ese año, recibe la banda presidencial y pronuncia su memorable discurso de toma de posesión ante la Asamblea Conjunta del Congreso Nacional.
El país atravesaba una de sus crisis más severas en el siglo XX con doce gobiernos en cuatro años, un golpe de Estado, una guerra civil que trajo como consecuencia una intervención militar de una fuerza extranjera y profundas divisiones entre la clase civil y militar.
Por consiguiente, desde el 66’ a nuestros días han transcurrido casi sesenta años y el país ha crecido en términos de infraestructura vial, en hotelería, en puertos y aeropuertos, en el fortalecimiento de sus instituciones; haciendo la salvedad que cada presidente de turno, desde entonces, ha reformado la constitución, exceptuando al presidente Silvestre Antonio Guzmán Fernández y al presidente Salvador Jorge Blanco, que no ejercieron ese derecho.
Resultan comprensibles, las debilidades institucionales, a lo largo de los años, muchas de las cuales con la madurez de la democracia y de sus instituciones han sido enmendadas y redimidas.
Podríamos decir, que la República Dominicana ha crecido exponencialmente en los últimos 95 años, en todos los ámbitos y hoy ocupa un lugar preferente con un clima de inversión según la más reciente evaluación de J.P. Morgan, que lo sitúa como: “un emisor confiable y de referencia entre los mercados emergentes”.
En consecuencia, del 1930 a 2025 la República Dominicana ha experimentado un desarrollo y un crecimiento en todos los niveles.
Observamos un gran crecimiento económico, seguridad jurídica en materia de inversión extranjera y una clase media en crecimiento, por tal razón podemos estar esperanzados y optimistas, porque de 1930 al 2025 nuestro país, se ha convertido en una economía creciente y en una tacita de oro, con gran infraestructura y modernización del Estado.

 
			
 
					 
							 
							