Atinada alianza con EEUU contra el narcotráfico
Por Juan Llado
Últimamente, portavoces del actual gobierno venezolano han proferido insultos contra nuestro presidente y nuestro país. Uno de los más irrespetuosos ha sido el calificativo de “locura imperial”, proveniente del ministro de Interior Diosdado Cabello, sobre nuestra alianza estratégica con EEUU para combatir el narcotráfico en la región. A la luz de los hechos y de nuestro bien calibrado ejercicio de soberanía, esa declaración califica como estúpida. Lejos de constituir vasallaje, nuestro gobierno ha actuado con sabiduría y responsabilidad, procurando salvaguardar los mejores intereses nacionales.
Los escalofriantes datos sobre los decomisos de drogas en los últimos años retratan fielmente la magnitud del problema del narcotráfico para nuestro país. Un reporte de la DNCD sobre sus operaciones desde agosto del 2020 hasta octubre del 2025 da cuenta de que “fueron incautados 159,440.40 kilogramos de drogas a nivel nacional y 67,373.79 kilogramos decomisados en operaciones internacionales con apoyo de organismos aliados. Para un total general de 226,814.19 kilogramos de sustancias narcóticas confiscadas.” En los 16 años previos, las autoridades incautaron 77,526 kilogramos, apenas una tercera parte de lo decomisado en los últimos cinco años, lo cual revela la creciente efectividad de la interdicción de las autoridades actuales. Además, en ese lapso la DNCD detuvo 22,815 personas; entre extradiciones y deportaciones, el país entregó a 337 traficantes, extraditando 55 solo en el 2024.
El gráfico adjunto sobre el 2024 muestra que el país se colocó en el sexto lugar en materia de incautación de droga, lo cual implica haberse convertido en el principal puente de tráfico de drogas de la región, con la excepción de Panamá. Los que lo superaron fueron las principales fuentes de producción continental (Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia).
La gráfica muestra la cocaína incautada por toneladas durante el año 2024. (Fuente externa)
Sin embargo, las más recientes incautaciones sugieren que la interdicción citada no ha apaciguado –y mucho menos eliminado– el tráfico que utiliza a nuestro país como puente. Apenas la pasada semana la DNCD y aliados incautaron un cargamento de 1.5 toneladas de cocaína en Baní, el más grande decomiso en 20 años. Por su lado, el 13 del mes en curso, EEUU anunció la operación “Lanza del Sur”, la cual “tiene como finalidad luchar contra el tráfico de drogas y armas que se desarrollan en América Latina por parte de organizaciones criminales transnacionales, que a su vez usan rutas en aguas internacionales que abarcan la extensión del mar Caribe”. Hace apenas días que la operación “Lanza del Sur” y nuestras autoridades decomisaron 484 paquetes de cocaína en Pedernales, lo cual da muestra palpable de los beneficios de la alianza antidroga entre la RD y EEUU.
Como parte de esta alianza, nuestro gobierno ha autorizado a los EEUU el uso temporal (de cinco meses) de los aeropuertos de San Isidro y el AILA para un apoyo logístico a sus operaciones antidroga en el Caribe. Según editorializó el Listín Diario: “Este hecho no es un acto aislado. Se enmarca en un acuerdo de interdicción marítima y aérea que cumple 30 años, firmado en el 1995 y respetado por todas las administraciones desde entonces.” “Dicho acuerdo fue ampliado en el 2003 con un protocolo para incluir operaciones con aeronaves.” De manera que lo anunciado con la visita del secretario de Guerra Hegseth de EEUU no es ninguna nueva concesión. Además, el gobierno dominicano ha señalado que esa cooperación es “técnica, limitada y temporal, con máxima vigencia de cinco meses, bajo la cual no se autorizan operaciones de ofensiva militar desde territorio dominicano”. Lejos de ser una “subordinación” nuestra a EEUU, es una real y beneficiosa cooperación con el país que dispone de los mejores y mayores medios para la interdicción.
“Bajo la administración de Luis Abinader ha aumentado la cooperación en seguridad y lucha contra el narcotráfico, mientras se mantiene diálogo constante sobre comercio, inversión y apoyo multilateral.” De ahí que el referido acuerdo demuestre un firme propósito de la presente administración de proseguir la enérgica lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado, algo que se ha venido comprobando con las decenas de extradiciones y apresamientos de los narcotraficantes. En lo que toca al presidente Abinader, es un acto de coraje y determinación en su empeño por revestir de seguridad la atmósfera de inversión que el país ofrece tanto para nacionales como extranjeros. Es parte crucial de su Meta 2036 que deberá encumbrarnos entre los países desarrollados, un legado de enorme trascendencia.
Las voces que se han levantado en contra de dicho acuerdo están, por tanto, despistadas. En el acuerdo no hay ni pérdida de soberanía ni intención de participar en ningún conflicto armado. Tal y como lo señaló la columna ADC de Diario Libre del 28/11/25: “Defender la soberanía implica, precisamente, garantizar que el territorio no sea utilizado por organizaciones que trafican drogas, lavan capitales o alimentan estructuras criminales internacionales. Defender los valores implica que no todos los gobiernos son equivalentes. La prudencia es indispensable, pero la neutralidad moral —cuando se trata de dictaduras— no lo es.”
Ese prudente enjuiciamiento lleva a la inmediata conclusión de que los líderes venezolanos están impregnados de “locura dictatorial”, algo con lo cual nuestra democracia nunca colaborará. Nuestra alianza con EEUU está plenamente justificada no solo por el peligro que para nuestra estabilidad representa el narcotráfico que afecta a la RD (y a Haití): EEUU es nuestro principal socio comercial, que recibe más de la mitad de nuestras exportaciones; un 46% de los turistas y un 80% de las remesas que recibimos provienen de ese país, además de que la población de 2.4 millones de dominicanos residentes en EEUU nos vincula fuertemente. Aliarnos con EEUU para combatir el narcotráfico y el crimen organizado es de contundente lógica para nuestros intereses nacionales. ¿O creen los líderes venezolanos que deberíamos aliarnos con un gobierno ilegal e ilegítimo como el que tienen, el cual ha llevado al exilio económico a 7.9 millones de venezolanos?
Nuestro país ha sido reconocido internacionalmente por su creíble y efectiva lucha contra el flagelo del narcotráfico y el crimen organizado. Por eso Francia anunció que instalará aquí un centro regional enfilado hacia ese combate. Y por eso EEUU ha propuesto a Naciones Unidas nombrar a un dominicano para encabezar la lucha regional contra las drogas. Tales distinciones configuran un firme y corajudo esfuerzo de lucha y ningún gobierno dictatorial de Venezuela puede impugnarlo. Aquí no hay ni “locura imperial” ni “genuflexión” ni “subordinación”; lo que sí hay es una vibrante democracia ejercida con legitimidad.
Acento

