Aumenta el escrutinio sobre Jeju Air y el aeropuerto de Muan tras el trágico accidente (Video)
Seúl, 30 dic .- Este lunes, un día después del accidente del vuelo 7C2216 en Corea del Sur que ha supuesto el peor de todo 2024, el escrutinio sobre los protocolos de seguridad de la compañía operadora, Jeju Air, o el diseño del entorno de pista del aeropuerto donde se produjo la tragedia han ido en aumento.
Estos son algunos factores sobre los que medios locales tienen puesta su atención hoy, cuestiones sobre las que muchos surcoreanos parecen estar respondiendo con desconfianza.
El muro contra el que chocó el avión
El muro contra el que chocó el avión accidentado tras salirse de pista en el aeropuerto de Muan (290 kilómetros al suroeste de Seúl) ha concentrado hoy muchas miradas después de que expertos en aviación destacaran que fue el elemento que hizo estallar el aparato, y que fue la explosión el motivo por el que 179 de los ocupantes perdieron la vida y solo dos sobrevivieron.
La estructura de cemento, situada a 250 metros del final de la pista, tiene unos dos metros de altura, está recubierta de tierra y alberga una antena localizadora del Sistema de Aterrizaje Instrumental (ILS), que ayuda al piloto a alinear el avión horizontalmente con la pista antes de tocar tierra.
Autoridades aeroportuarias indicaron que la estructura tiene esa elevación para mantener la antena al nivel de la pista, ya que el terreno presenta a continuación un desnivel, al tiempo que el Ministerio de Transporte surcoreano señaló que otros aeródromos nacionales y extranjeros cuentan con estructuras y distribuciones similares.
En todo caso, algunos expertos se preguntan si se podría haber optado por otra solución de ingeniería, puesto que la altura y consistencia de la estructura parece determinante en la dureza del choque del avión, al que en cualquier caso pareció fallarle el tren de aterrizaje y otros sistemas de frenado.
Revisiones de seguridad de la aerolínea
Medios surcoreanos destacaron que el avión accidentado realizó 13 vuelos en sus últimas 48 horas de vida operativa, incluyendo viajes de ida y vuelta entre Corea del Sur y cuatro destinos internacionales, China, Malasia, Tailandia y Taiwán, lo que pone el foco sobre el tiempo destinado a revisiones de seguridad antes de cada despegue por parte de Jeju Air.
El diario Korea Times destacaba hoy, basándose en datos como estos, que la aerolínea parece destinar 28 minutos a dicho mantenimiento para el 737-800 (aparato que integra la práctica totalidad de su flota y que se estrelló ayer), el mínimo que requieren las autoridades surcoreanas.
Estas afirmaciones han generado inquietud con respecto a si Jeju Air, la mayor aerolínea de bajo coste surcoreana y también la que a priori más parece exprimir sus aeronaves, prioriza eficiencia operativa sobre mantenimiento.
En todo caso, el Gobierno surcoreano anunció este lunes que inspeccionará rigurosamente los trenes de aterrizaje de los aviones de la compañía después de que hoy mismo otro de sus 737-800 tuviera que retornar al punto de salida tras detectarse un problema precisamente en este sistema cuyo mal funcionamiento se antoja clave en el accidente del domingo.
Respuesta negativa de usuarios
La propia Jeju Air informó este lunes de que ha registrado 67.000 cancelaciones a raíz del accidente, que le ha supuesto hoy una caída de casi el 9 % en la Bolsa de Seúl, y a su matriz, Aekyung Holding, una depreciación de más del 12 %.
A su vez una veintena de pasajeros del 737-800 de la compañía que tuvo que regresar hoy tras detectarse problemas en el tren de aterrizaje se negó a embarcar después en el avión de sustitución que ofertó la aerolínea aduciendo ansiedad a raíz del siniestro del domingo.
Jeju Air se defendió en todo caso aclarando que el piloto detectó un problema de funcionamiento y que el tren de aterrizaje volvió a operar poco después, pero que aún así «decidió retornar para garantizar la seguridad», según explicó un portavoz.
Boeing, de nuevo bajo la lupa
El hecho de que la misma variante del avión accidentado ayer en Corea del Sur, un 737-800 operado por la neerlandesa KLM, sufriera el mismo domingo un problema en el sistema hidráulico ha situado de nuevo el foco sobre su fabricante, Boeing, que está implementando un duro programa de reestructuración tras un año durísimo.
En este 2024, además de huelgas y retrasos en entregas, el fabricante con sede estadounidense volvió a sufrir problemas de seguridad en el 737 MAX, la versión posterior al 737-800 que permaneció 20 meses sin certificación para operar después de que dos unidades se estrellaran en 2018 y 2019 por graves problemas en sus sistemas de control de navegación.
Sin embargo, los expertos recuerdan que el 737-800 es un modelo de gran éxito con buenos registros en materia de seguridad y que en Corea del Sur hay más de un centenar de unidades operadas en su mayoría por aerolíneas de bajo coste que hasta ahora no han reportado problemas graves.
Ese había sido hasta ayer también el caso de Jeju Air, que desde su fundación en 2005 no había registrado ningún accidente mortal. EFE