Aumenta la deuda pública y se profundiza el desafío exportador para la República Dominicana
Por Manuel Jiménez
SANTO DOMINGO, 20 sept. – La deuda pública consolidada de la República Dominicana continúa su ascenso sostenido, alcanzando los US$76,763.8 millones al mes de julio de 2025, según cifras del Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES).
Este monto está compuesto por US$60,885.2 millones correspondientes al Sector Público No Financiero (SPNF) y US$15,878.6 millones al Banco Central de la República Dominicana (BCRD), explica la entidad que preside el economista Miguel Collado Di Franco.
De acuerdo con CREES, la deuda pública consolidada representaba el 58.9% del Producto Interno Bruto (PIB) en julio de este año. De este porcentaje, un 46.7% correspondía al SPNF y el restante 12.2% al BCRD.
En contraste, en el año 2000 la deuda consolidada apenas representaba un 18.5% del PIB, equivalente a US$4,447.9 millones, lo que indica un aumento de 16.3 veces en los últimos 25 años.
Aunque comúnmente se utiliza la relación deuda/PIB como indicador de sostenibilidad fiscal, CREES advierte que esta métrica no refleja el costo real del endeudamiento ni su impacto sobre las finanzas públicas.
Un indicador más revelador, señala la entidad, es el peso de los intereses de la deuda sobre los ingresos tributarios. Al mes de julio, los intereses del SPNF representaban el 25% de los ingresos tributarios, lo cual pone de manifiesto la creciente presión sobre las finanzas estatales.
CREES enfatiza que más allá de aumentar los ingresos, la sostenibilidad de la deuda exige un marco fiscal que contenga el gasto público y mejore la eficiencia en el uso de los recursos. La disciplina presupuestaria, advierte el centro, es esencial para reducir la vulnerabilidad económica frente a niveles elevados de endeudamiento.

Exportar: una tarea pendiente y urgente
Además de los desafíos fiscales, la economía dominicana enfrenta una necesidad estructural de incrementar sus exportaciones, sostiene CREES. El crecimiento económico, aunque relevante como indicador estadístico, no tiene el mismo efecto tangible que el aumento en el volumen exportador, que sí puede ser medido de forma directa a través de la salida de mercancías por los puertos.
CREES subraya que exportar representa un mecanismo verificable de crecimiento económico, ya que refleja la capacidad del país de producir bienes valorados por consumidores extranjeros.
Esto es particularmente crucial para naciones con mercados internos limitados, pues permite sortear las restricciones del consumo local y aprovechar las ventajas comparativas en la producción de ciertos bienes.
Históricamente, los momentos de mayor progreso global han estado asociados al auge del comercio internacional, indica CREES. Por ello, la República Dominicana debe hacer de las exportaciones una prioridad estratégica, lo que exige reformas institucionales que impulsen la inversión, la productividad y la competitividad.
Entre las reformas más urgentes para alcanzar metas como la llamada «Meta 2036», CREES identifica la transformación del sistema tributario, actualmente caracterizado por su complejidad, distorsiones y altas tasas que desincentivan tanto el cumplimiento como la formalización laboral.
También es vital flexibilizar el mercado de trabajo, reducir regulaciones excesivas y abordar de manera estructural la reforma educativa, más allá del simple aumento en el gasto.
Finalmente, CREES destaca la urgencia de despolitizar el sector eléctrico, otro factor que incide negativamente en la competitividad de las empresas exportadoras. Estas reformas, apunta la entidad, no son una lista cerrada, pero constituyen pilares clave para que el país logre crecer hacia el exterior y reduzca su dependencia del endeudamiento como fuente de financiamiento estatal.
