Autoridades intervienen la cárcel de Anamuya tras motin
Santo Domingo, 13 jul .- Las autoridades penitenciarias iniciaron una reestructuración en los mandos administrativos y de seguridad del recinto Anamuya, en Higüey, después de que el lunes se produjera un motín en el que perdió la vida un privado de libertad, se informó este miércoles.
A través de un comunicado de la Procuraduría, el titular de la Dirección General de Servicios Penitenciarios y Correccionales (DGSPC), Roberto Hernández Basilio, informó de que el recinto fue intervenido «con la finalidad de detectar los puntos de conflicto y generar los cambios necesarios para mejorar las condiciones de habitabilidad y los servicios».
La dirección provisional del recinto está a cargo del subdirector de Tratamiento de la DGSPC, Noel Toribio.
«Hemos iniciado una intervención integral del recinto con la finalidad de restablecer la normalidad. Lo primero ha sido cambiar la estructura directiva, incluido el personal de seguridad, sin interferir en las investigaciones que inició el Ministerio Público sobre los acontecimientos del pasado lunes», dijo Hernández Basilio.
Ahora «estamos enfocados en asistencia jurídica, de salud y actividades de tratamiento penitenciario que contribuyan a reducir los niveles de ansiedad en la población», añadió el funcionario en la nota.
Aunque este miércoles se produjeron quejas, debido a los retrasos que las nuevas medidas de seguridad provocaron en la distribución de los alimentos, «la situación retomó la normalidad, con el restablecimiento de todos los servicios y atenciones», afirmó.
Las autoridades sumaron 100 colchones nuevos al recinto, ya que privados de libertad quemaron algunos durante el motín del lunes.
El pasado lunes, tras una requisa en la que el personal de seguridad se incautó de dos teléfonos celulares y conducía hacia los alojamientos de reflexión a sus propietarios, un grupo de reclusos agredió con armas blancas al agente Carlos Mercedes Méndez.
Tras golpearlo, lo llevaron a un lugar apartado, mientras los demás destruían candados, cámaras, televisores, lavamanos, inodoros y quemaron colchones, motivo por el que fue necesaria la intervención de los bomberos y la Policía Nacional.
Producto de los disparos de escopeta resultaron heridos cuatro privados de libertad, dos de los cuales fueron conducidos al hospital, incluyendo a Víctor Manuel Marte Castillo, quien falleció por heridas de perdigones.