Balaguer merece más respeto

 J.C. Malone

Joaquín Balaguer, Juan Bosch, y Peña Gómez se fueron, ningún gran líder ha surgido todavía; entre el descrédito peledeista, y fiasco perremeista, vivimos una soledad absoluta, insondable.

Sufriendo el vacío que dejaron los grandes líderes, la nación fue traicionada por sus politicos, estafada por sus empresarios, abandonada por sus intelectuales.

No importa quién será presidente, o legislador, harán lo mismo, llenarse los bolsillos y favorecer a su grupo. Nada cambiará, por eso repiten una y otra vez la palabra “cambio” para que haya “cambio” en forma verbal, nunca real.

Ninguno de nuestros tres últimos presidentes ha desarrollado liderazgo propio, todos quieren llenar el vacío que dejó Balaguer.

Leonel y Danilo

Aduladores del expresidente Leonel Fernández, financiados con el Presupuesto Nacional, decidieron que él era nuestro “Balaguer joven”. Balaguer gobernó cinco veces, tres entre 1966 al 1978, también del 1986 al 1996. Leonel gobernó tres períodos, 1996-2000 y del 2004 al 2012.

Lo único que Leonel tiene en común con Balaguer, son ciertos intereses intelectuales, hasta ahora más imagen pública que producción. Balaguer dejó 35 obras escritas, Leonel no tiene nada ni remotamente parecido.

En su publicidad de campaña electoral, el expresidente Danilo Medina se hizo maquillar para parecerse y todavía busca un parecido físico, e intenta conducirse como Balaguer.

Medina como presidente, tiene parecidos con Balaguer, construyendo grandes obras, como Punta Catalina, sin préstamos, con el ahorro interno.

Abinader

Ahora el presidente Luis Abinader se le fue la boca, dijo que si comparan a Balaguer con él, no a él con Balaguer, verían que tienen los mismos hábitos administrativos.

“Estoy seguro de que si ven los gastos de representación del doctor Joaquín Balaguer, en su momento, se compara a los pesos reales que nosotros también hacemos”, dijo. Eso pura y simplemente es una abominación, porque acto seguido, tiró por la borda todo lo que intentó decir antes.

Refiriéndose a él mismo en tercera persona, Abinader dijo: “Quien les habla respeta cada centavo del erario. No cobra sueldo, ni tampoco gastos de representación, para dar un verdadero ejemplo”, resaltó.

Nadie puede establecer cuánto gasta Abinader porque es de su propio peculio. Abinader recién le pagó cuatro vuelos a un avión para recoger un “reconocimiento” en Washington, eso, a Balaguer no se le hubiese ocurrido ni remotamente.

Abinader no toma su sueldo de RD$450,000 mensuales, que son unos US$7,500, totalizan US$90,000 anuales. Cada uno de sus viajes en aviones privados cuestan un mínimo de $200,000.

Saldría más barato que cobre su sueldo y viaje en aviones comerciales, como hacía Balaguer.

Abinader parece imitar al multi-billonario Mike Bloomberg, alcalde neoyorquino durante tres períodos, solo cobraba un dólar anual de sueldo.

Bloomberg entró con una fortuna de $4.500 millones, salió con $28,500 millones, se ganó $2,000 cada año que trabajó como “alcalde voluntario”.

Algún día sabremos cuanto se ganó Abinader nuestro presidente “honesto y voluntario” y cuánto nos costó.

Listín Diario

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