Barrick Pueblo Viejo asegura construye nueva presa de colas con enfoque en seguridad y sostenibilidad ambiental
Sánchez Ramírez, República Dominicana, 2 julio. – La empresa minera Barrick Pueblo Viejo avanza en la construcción de una nueva presa de colas, diseñada bajo un esquema aguas abajo que prioriza la estabilidad estructural y la protección del medio ambiente.
Esta iniciativa responde a estándares internacionales y refuerza el compromiso de la compañía con la seguridad y la sostenibilidad.
El ingeniero geólogo Osiris de León explicó, durante una intervención en el programa radial Gobierno de la Mañana, que este tipo de diseño no persigue un ahorro económico, sino la máxima seguridad estructural.
“La prioridad siempre es la seguridad y la capacidad de soportar eventos extremos, con factores de seguridad superiores a los estándares internacionales”, afirmó. De León cuenta con una extensa trayectoria en estudios e inspecciones de presas mineras desde los años 80, tanto para organismos locales como internacionales, incluyendo la Unión Europea y el gobierno francés.
Infraestructura clave para la operación minera
Según el ingeniero José Luis Recio, la presa de colas está concebida para almacenar residuos sólidos generados durante el proceso de extracción minera. Este sistema permitirá extender la vida útil de la mina en al menos 20 años.
La actual presa El Llagal operará hasta 2030, mientras que la nueva infraestructura sostendrá las proyecciones productivas hasta el año 2045.
El diseño contempla controles estrictos para evitar la contaminación por metales pesados como el arsénico. El proyecto es supervisado por el Ministerio de Medio Ambiente y el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI), entidades encargadas de verificar la calidad del agua y la estabilidad estructural.
Los responsables técnicos destacaron que la estructura está preparada para resistir terremotos con períodos de retorno de hasta 5,000 años. Los estudios geotécnicos han permitido sustituir materiales blandos por pedraplén compactado, lo que evita la amplificación sísmica.
De León recordó que, durante el terremoto de Puerto Plata en 2003, ninguna presa dominicana sufrió daños significativos, validando así la eficacia de estos diseños.
La presa está destinada a almacenar sedimentos inertes, como arena y arcilla, mientras que el agua clarificada será reutilizada en el proceso industrial. Sobre el uso del cianuro, el experto indicó que es degradado químicamente antes de llegar a la presa, y que en caso de quedar trazas, estas son descompuestas por la luz solar en un periodo de aproximadamente seis meses.
Se aplican además tratamientos con peróxido de hidrógeno, cloración y lejía, transformando el cianuro en cianato, un compuesto menos tóxico.
Monitoreo ambiental con participación comunitaria
Barrick mantiene 18 puntos de monitoreo ambiental: siete en aguas superficiales y once en aguas subterráneas. En estos puntos se analizan parámetros como pH, sólidos en suspensión, conductividad eléctrica y presencia de metales como cobre, plomo, zinc, calcio y arsénico. Estos datos son compartidos con el Ministerio de Medio Ambiente, la Dirección General de Minería y el Ministerio de Energía y Minas.
Además, la compañía ha implementado un sistema de monitoreo participativo, que involucra a comunidades locales y organizaciones no gubernamentales en el proceso de toma y análisis de muestras, promoviendo la transparencia y fortaleciendo la confianza ciudadana.
Protección a comunidades y agricultura
El ingeniero Isaac Luciano, gerente de operaciones, aseguró que la nueva presa no representa riesgo para las comunidades ubicadas aguas abajo. La zona, una de las principales productoras de arroz del país, genera 14.5 millones de quintales anuales, lo que representa el 70 % del consumo nacional, utilizando agua del río Yuna, considerado por el INDRHI como el menos contaminado del país.
Desde la primera presa de colas construida en 1974, estas infraestructuras han soportado fenómenos como los huracanes David y Georges, así como diversos sismos, sin que se hayan registrado fallas estructurales de consideración. Actualmente, se incorporan tecnologías como inclinómetros, piezómetros y acelerómetros para un monitoreo en tiempo real.
Desinformación y necesidad de divulgación científica
A pesar de la solidez técnica del proyecto, persiste cierta desinformación en sectores de la opinión pública. Osiris de León recomendó la implementación de protocolos de muestreo con certificación notarial y la publicación abierta de los resultados, como mecanismo para fortalecer la confianza comunitaria y contrarrestar rumores infundados.
De León recordó que estudios financiados por la Unión Europea en las décadas de 1980 y 1990, que abarcaron zonas como Pueblo Viejo, Maimón y Bonao, no hallaron niveles de contaminación que representaran un riesgo ambiental significativo, salvo casos aislados atribuibles a condiciones geológicas naturales.
Finalmente, el especialista subrayó la importancia estratégica de los minerales como el oro y el litio para el desarrollo tecnológico, la salud y la economía global. “Necesitamos una minería responsable, con seguridad y protección ambiental, pero también debemos divulgar información científica clara para derribar mitos y construir una sociedad mejor informada”, concluyó.