Bien enseñar nuestra historia patria: un reto
César Nicolás Penson Paulus
Iván Ernesto Gastón Rosas, historiador, geopolítico, investigador y excelente comunicador con voz de locutor y además de fabulosa memoria, ha puesto en contexto la historia de la isla, desde la que comenzó el modernismo, a partir de la llegada de los españoles. De tremenda importancia su participación activa en la difusión de la historia, que coloca a Haití en su real posición. Los taínos no son precursores de los actuales ocupantes del país del oeste y esto porque quienes los impulsan, para sus propios intereses, han inventado abundantes falacias y mentiras que de tanto repetir los sistemas de bocinas pagadas, terminan tomándose como verdades. El principio de que “la isla es una e indivisible” nace siglos después de que la Hispaniola, Santo Domingo, tuviera notoria participación en muchos episodios de toda América y mucho antes de que los esclavos africanos hubieran sido introducidos en ella. La historia escolar es una materia de la educación criolla, resumida de tal forma que ha terminado logrando que los propios criollos la ignoren. Conflictos ha de haber con la masa de alumnos haitianos, que tengan que asumir que los éxitos libertarios nuestros, son sus fracasos. Que nuestras epopeyas libertarias y sus triunfos tienen como contrapartidas, las fv. Los haitianos ilustrados que manejan las relaciones de poder con quienes nos adversan en el exterior, haciendo una labor de lobbismo, están unidos alrededor de un macabro plan, que por lo general, nos doblega, que convierte sus fracasos en éxitos promocionales. Hoy no existe liderazgo dominicano capaz de nuclear todos los esfuerzos criollos para reducir la presencia haitiana en nuestro territorio, ni para contrarrestar las campañas de que todo contra los haitianos es racismo, xenofobia y demás y que la dominicanidad está amenazada. Los políticos nuestros andan entretenidos en intrascendencias sin valor de futuro o temen abordar el tema. Unos “muñequitos”, paquitos, cómics, son la forma visual más efectiva de adoctrinar, e Iván Gatón ya ha utilizado con éxito ese recurso. Es conveniente aprovechar sus experiencias. Es necesario que el Gobierno trace, elabore y cumpla un plan nacional pro dominicano, para que no termine siendo el gran ausente en un movimiento subterráneo que se desarrolla velozmente ante sus propias inacciones u omisiones. Un simple sondeo señalaría que la “invasión” haitiana es el tema que más irrita a los criollos, al margen de todas las demandas de la población. Los conflictos apenas comienzan y es previsible pensar que a medida que el criollo se sienta amenazado, reaccionará. Ha habido ejemplos de reacciones colectivas en comunidades criollas cuando han pretendido tomar, de manera muy riesgosa, la justicia en sus propias manos.
El Caribe
