Blinken celebra el respaldo ONU a plan para Gaza y vuelve a pedir a Hamás que lo acepte

TEL AVIV, Israel, 11 junio  — El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo el martes que la votación en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a favor de una propuesta respaldada por Estados Unidos para un cese el fuego y liberación de rehenes en Gaza deja “tan claro como es posible” que el mundo apoya el plan, y volvió a pedir a Hamás que lo acepte.

“Ha llegado el voto de todo el mundo, salvo por un voto, el de Hamás”, dijo Blinken a los periodistas en Tel Aviv tras reunirse con autoridades israelíes. Blinken dijo que el primer ministro, Benjamin Netanyahu, había “reafirmado su compromiso con la propuesta” durante su reunión del lunes por la noche.

Hamás celebró el anuncio inicial de Biden sobre el plan y la resolución de la ONU que lo respaldaba, pero aún no ha respondido oficialmente a la iniciativa. Blinken dijo que la respuesta de Hamás a la votación en Naciones Unidas era “un indicio esperanzador”, pero que los mediadores seguían esperando noticias de los líderes del grupo en Gaza.

“Eso es lo que cuenta. Y es lo que todavía no tenemos. Y por eso digo que estamos esperando a verlo. Todo el mundo ha dicho sí, salvo por Hamás”, dijo.

En esta imagen tomada de un video el lunes 10 de junio de 2024 y publicada por el servicio de prensa del Ministerio ruso de Defensa, dos cazas MiG-31 de la fuerza aérea rusa salen para una misión de entrenamiento con dos bombarderos Tu-22M3 de fondo durante maniobras conjuntas de Rusia y Bielorrusia para entrenar al ejército en el empleo de armas nucleares tácticas. (Servicio de prensa del Ministerio ruso de Defensa via AP)

Rusia y Bielorrusia inician la segunda fase de sus maniobras de armas nucleares tácticas

Por otro lado, la oficina de derechos humanos de Naciones Unidas dijo que las fuerzas israelíes y grupos armados palestinos podrían haber cometido crímenes de guerra durante la letal incursión israelí que liberó a cuatro rehenes el fin de semana. Al menos 274 palestinos murieron en la operación, según el Ministerio de Salud de Gaza.

La visita más reciente de Blinken a la región —la octava desde el ataque de Hamás del 7 de octubre que desencadenó la guerra— se centra en recabar apoyos para la propuesta de un cese al fuego, aumentar la entrada de ayuda humanitaria e impulsar los planes de posguerra para la gobernanza de Gaza.

El diplomático se reunió en privado con familiares de los rehenes y con manifestantes congregados ante un hotel para pedir un acuerdo de alto el fuego. Más tarde viajó a Jordania. Blinken estuvo el lunes en El Cairo y también tenía previsto visitar Qatar, que junto con Egipto ha sido un mediador clave con Hamás.

La propuesta, anunciada el mes pasado por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pide un plan de tres fases en el que Hamás liberaría al resto de los rehenes a cambio de un cese el fuego duradero y la retirada de fuerzas israelíes de Gaza. El grupo aún retiene a unos 120 rehenes, un tercio de los cuales se cree que han muerto.

Aunque Biden lo presentó como una iniciativa israelí, Netanyahu ha cuestionado en público algunos aspectos del plan y dijo que Israel no pondrá fin a la guerra sin destruir a Hamás y recuperar a todos los rehenes.

Hamás celebró la resolución de Naciones Unidas y apoya los términos generales del acuerdo, pero ha pedido garantías de que se implementará. El grupo armado apoyó una propuesta similar el mes pasado que fue rechazada por Israel.

“Continúan los esfuerzos por estudiar y aclarar algunos asuntos para garantizar la aplicación por parte del lado israelí”, dijo el martes el vocero de Hamás Jihad Taha. Israel “No ha ofrecido compromisos o una autorización clara a la implementación que llevaría a poner fin a la agresión”, señaló.

El Consejo de Seguridad Naciones Unidas votó el lunes por abrumadora mayoría a favor de la propuesta: 14 de 15 miembros votaron a favor y Rusia se abstuvo. La resolución hace un llamado a Israel y a Hamás “a implementar en su totalidad sus términos, sin demora y sin condiciones”.

La propuesta ha aumentado las esperanzas de poner fin a una guerra de ocho meses que ha matado a más de 37.000 palestinos, según funcionarios de salud de Gaza, y expulsado de sus hogares al 80% de sus 2,3 millones de habitantes. Las restricciones israelíes y los combates continuados han complicado los esfuerzos de llevar ayuda humanitaria al aislado enclave costero, lo que ha impulsado el hambre generalizada.

La guerra comenzó cuando Hamás y otros milicianos asaltaron Israel el 7 de octubre y mataron a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, y tomaron unos 250 rehenes. Unos 100 rehenes fueron liberados el año pasado durante un cese el fuego de una semana a cambio de palestinos encarcelados por Israel.

Cuando anunció el nuevo plan el 31 de mayo, Biden dijo que comenzaría con un cese el fuego inicial de seis semanas y la liberación de algunos rehenes a cambio de prisioneros palestinos. Las fuerzas israelíes se retirarían de zonas pobladas y se permitiría que civiles palestinos regresaran a sus hogares.

La fase uno también requiere una distribución segura de asistencias humanitaria “a escala en toda la Franja de Gaza”, lo que según Biden llevaría 600 camiones con ayuda al territorio cada día.

En la segunda fase, la resolución indica que con acuerdo de Israel y Hamás se producirá “un final permanente de las hostilidades a cambio de la liberación de todos los demás rehenes que siguen en Gaza y una retirada completa de las fuerzas israelíes de Gaza”.

La fase tres iniciaría “un gran plan de reconstrucción de varios años para Gaza y la devolución de los restos de cualquier rehén fallecido que siga en Gaza a sus familias”.

Las señales contradictorias de Netanyahu parecían reflejar su dilema político. Los aliados de ultraderecha de su coalición han rechazado la propuesta y amenazan con hacer caer el gobierno si pone fin a la guerra sin destruir a Hamás. Probablemente, un cese el fuego duradero y la retirada de las fuerzas israelíes de Gaza permitiría que Hamás conserve control sobre el territorio y reconstruya su capacidad militar.

Sin embargo, Netanyahu también enfrenta una enorme presión para que llegue a un acuerdo para recuperar a los rehenes. Miles de israelíes, incluidos familiares de los rehenes, se han manifestado a favor del plan auspiciado por Washington.

La transición de la primera a la segunda fase parecía ser el asunto en disputa. Hamás quiere garantías de que Israel no reanudará la guerra, mientras que Israel quiere asegurarse que las largas negociaciones de la segunda fase no prolongan el cese el fuego de forma indefinida mientras los rehenes siguen cautivos.

Blinken dijo que la propuesta supondría un cese al fuego inmediato y comprometería a las dos partes a negociar uno duradero. “El alto el fuego que se produciría de inmediato se mantendría, algo que es manifiestamente bueno para todos. Y después veremos”, dijo Blinken.

AP

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