Boca Chica y su prometedor desarrollo turístico

Por Juan Llado

En los albores de nuestro desarrollo turístico, Boca Chica representaba el activo más apropiado para detonar el arranque de la industria. Por eso el presidente Balaguer y el BID escogieron el lugar, por allá por los años setenta, para desarrollar ahí un gran proyecto turístico. Con esos fines en el 1973 Balaguer llegó hasta declarar de utilidad pública un enorme solar ubicado entre Boca Chica y Andres. Problemas de la tenencia de la tierra lo hicieron retroceder y redirigir la mira hacia Puerto Plata. Desde entonces Boca Chica espera por su redención turística. Pero el ministro Collado ha anunciado una intervención que podría colocar a ese polo a la vanguardia.

Originalmente una aldea de pescadores, el valor turístico de Boca Chica se deriva de que está a manos de 30 kilómetros de Santo Domingo. Tiene una laguna costera de aguas tranquilas, arena blanca en su playa y una tradición recreativa de décadas para la población llana de la ciudad. Su uso turístico se inició con la construcción por Trujillo, en el 1949, del Hotel Hamaca, el cual fue eventualmente seguido por los hoteles Boca Chica Resort y Don Juan. Hoy día se alega que Boca Chica enfrenta retos serios: desorden urbano y comercial, contaminación de la playa y deterioro ambiental. Son muchas las voces que han pedido que el MITUR y su Ayuntamiento Municipal se ocupen de adecentar y regular “con equidad” el uso sostenible de la playa. Una miríada de intereses mantiene el lugar en indefensión turística.

El acucioso periodista Jose Maria Reyes aportó, en el portal Suelo Caribe, algunas observaciones pertinentes que revelan el alcance de los desafíos a vencer. “El esfuerzo por renovar Boca Chica debe ser entendido como parte de una visión más amplia para revalorizar el litoral sur del país. En un contexto donde la competencia turística internacional es feroz y las expectativas de los visitantes aumentan, ofrecer playas limpias, ordenadas, con accesos adecuados y espacios seguros es esencial. La regeneración de la arena, el tratamiento de las aguas residuales para evitar que los bañistas enfermen, la reubicación de casetas, la mejora del drenaje y la reorganización del comercio informal son pasos cruciales no solo para atraer turistas, sino también para restituir la dignidad y el orgullo de los residentes de la zona.”

Tras estridentes reclamos, en marzo de este año el ministro Collado prometió no irse de su puesto sin antes dejar resueltos los problemas de Boca Chica que obstaculizan su desarrollo turístico. En consonancia con esa promesa, el ministro Collado anuncio recientemente una inversión de RD$600 millones para conjugar algunos de los problemas principales. Según la prensa, las intervenciones incluirán “la reconstrucción del malecón de esta turística comunidad, desde la playa San Andrés hasta Boca Chica, así como, el asfaltado de todas las calles de todo el entorno, la reparación del sistema de drenaje y tratamiento de aguas negras. Asimismo, la construcción de tres parques centrales; que incluye el de la plaza Los Caracoles y el infantil. Y también la creación de un clúster turístico, y con el apoyo de universidades, la capacitación para los jóvenes en el área turística.”

No se conoce hasta qué punto esas intervenciones anunciadas reflejan los lineamientos de desarrollo urbano que elaboró el antiguo CONAU (2003) o del Plan Municipal de FEDOMU (2011) para ese municipio. Tampoco se sabe si se ha consultado el estudio de la infraestructura vial que hizo la ONE. Lo que parece posible es que los trabajos costeros serán parte del “programa de saneamiento universal de ciudades turísticas y costeras más importante en materia de saneamiento en la historia de la República Dominicana.” Este fue anunciado por el presidente Abinader en marzo pasado y comenzará con el saneamiento de Boca Chica, La Caleta y Andres “con un emisario submarino y que también incluye el alcantarillado sanitario del municipio.” Obviamente, el MITUR, INAPA y la Dirección General de Ordenamiento y Desarrollo Territorial (Hacienda) tendrán que coordinar sus intervenciones.

En la actualidad, proyectos como los del Clúster Turístico de Boca Chica y el de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) buscan revitalizarla como un destino turístico sostenible y con calidad, integrando la comunidad, la infraestructura y el medio ambiente. DP World Dominicana, la empresa que opera el Puerto de Caucedo, y la Fundacion Verde Profundo formalizaron una alianza para la reforestación con manglares en la Bahía de Andres, “un paso importante para continuar la recuperación del ecosistema marino y su biodiversidad, la cual es clave para el bienestar comunitario.” A la fecha, sin embargo, no se conoce de proyectos específicos para las islas Los Pinos y Matica.

Lo anterior sugiere que un gran obstáculo para el desarrollo turístico de Boca Chica ha sido y sera la inseguridad jurídica histórica de la propiedad (falta de títulos, conflictos de deslinde). Una parte de esos problemas tiene que ver con la familia más acaudalada del pais. En el desarrollo inicial de Boca Chica la familia Vicini fue clave gracias a Juan Bautista Vicini Burgos, quien estableció plantaciones de caña a principios del siglo XX. Juan Bautista Vicini Perdomo también jugó un rol importante como filántropo comunitario: financió servicios locales, protegió las playas y edificó una capillita —hoy parroquia— en Boca Chica, dejando un legado social relevante.

En 2007, el secretario de Estado de Turismo afirmó públicamente que el Grupo Vicini poseía buena parte de los terrenos de Boca Chica, y se instaba a la familia a donar unas tierras para la construcción de un parador para vendedores ambulantes. Sin embargo, en el 2020, Francesco Vicini rechazó esa afirmación al aclarar que, junto a la familia Reyes Duluc, eran los legítimos propietarios de 139,000 m² en Boca Chica con títulos válidos. Denunció que el Ayuntamiento pretendía apropiarse de esos terrenos sin su consentimiento. Según la IA, “la familia Vicini sigue siendo grandes terratenientes en la zona. Sin embargo, su posición está bajo cuestionamiento legal por disputas actuales y denuncias en curso. En agosto de 2025, se reportó una nueva controversia: varias familias, entre ellas los Vicini, fueron señaladas como parte de un grupo de “mafias de cuello blanco” que invadió tierras en Boca Chica mediante títulos solapados o documentos alegadamente falsificados, según denuncias públicas en tribunales.”

Quien escribe tiene entendido que no existe ninguna oposición a la legitimidad de la propiedad de la familia Vicini respecto a la franja de costa que discurre entre Andres y Boca Chica. Ahí la familia había concebido un proyecto de desarrollo turístico de 7,000 habitaciones (Costa Blanca), pero eso aparentemente se abandono y se desconocen los planes actuales. Una gráfica generada por la IA muestra una visión de como ese pedazo de playa puede ser desarrollado.

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En general, la tenencia de los terrenos en Boca Chica y sus alrededores es mixta y bastante fragmentada. “Pero con la titulación masiva en marcha, ese obstáculo está disminuyendo, abriendo espacio para proyectos turísticos más serios. Desde 2023–2025 el Gobierno impulsa proyectos de regularización y entrega de más de 9,000 títulos en sectores de Boca Chica (El Valiente, parcelas 264 y 512, entre otros), lo que reduce la inseguridad jurídica y facilita financiamiento y permisos.” También ayuda el cumplimiento de la franja de los 60 metros de dominio público y del acceso libre a playas, que requiere control municipal y ambiental constante. Tales avances pueden destrabar proyectos bien planificados.

Por otro lado, recién se ha anunciado un complejo turístico con una inversión de US$80 millones en los terrenos del antiguo Ingenio Boca Chica. “El Náutico Beach Village y Arena Mar Centro Comercial, se construirá en un área de 73,879.40 metros cuadrados, frente a la bahía de Andrés, a una distancia de 50 metros de la playa. El empresario Eladio Martínez, quien al ofrecer los detalles especificó que se construirán 14 torres de 12 niveles, frente a la bahía de Andrés, en donde funcionará un cine de ocho salas, un mall, una plaza comercial, así como lugares de esparcimiento y gimnasio. El proyecto será iniciado en el mes de octubre y contará con una edificación completa para atenciones de alta medicina, con tecnología avanzada de medicina que vendrá a cubrir las necesidades de un gran centro médico en el sector turístico del país.”

La panorámica anterior sugiere que Boca Chica podría estar en el umbral de un despegue turístico mayúsculo. Con las obras anunciadas por el actual ministro de Turismo se vera si ese es el empuje necesario y suficiente para su pleno desarrollo. Porque ni el gran líder político Pena Gomez pudo, con su corajuda decisión de rescatar el área de playa en el 1986, pudo evitar el hacinamiento y el desorden urbano. El desafío de Collado es cambiar la imagen de antro de prostitución que lastra el desarrollo turístico, lo cual será crucial en la consolidación de un producto turístico sano y aprovechable.

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